María Teresa Campos ya se ha convertido en un mito y esa es la razón por la que mucha gente quiere saberlo todo sobre ella. A pesar de a haber dedicado su vida a los programas de televisión, todavía hay espectadores que siguen sin saber cómo era detrás de las cámaras y por eso su hija cada vez da detalles más exactos. Terelu Campos escribe un blog en una conocida revista y recientemente ha desvelado qué está pasando con Lula, la perra que hizo compañía a la mítica presentadora durante sus últimos años.
Carmen Borrego fue el origen de todo

>A pesar de que María Teresa Campos fue la que se quedó con Lula, realmente la perra era de Terelu porque se la regaló Carmen Borrego durante la emisión de Las Campos, el reality que la famosa familia grabó para Telecinco. Terelu Campos reconoció en privado que estaba deseando compartir su vida con una mascota, pero que no se atrevía a dar el paso definitivo y esa es la razón por la que Carmen tomó las riendas de la situación y le hizo un regalo que terminó estando en manos de María Teresa Campos.
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María Teresa Campos adoraba a Lula

>María Teresa Campos pasó sus últimos años con Lula. La perrita le hacía mucha compañía en su mansión, aquella mansión en la que Edmundo Arrocet dejó un gran vacío que martirizó a la presentadora durante mucho tiempo. Terelu Campos no perdona al humorista y considera que ha sido tremendamente injusto con su madre, pues durante mucho tiempo vivió en una mansión y cuando consideró oportuno decidió salir por la puerta trasera. Edmundo tuvo un comportamiento muy concreto con María Teresa que ahora está viendo la luz.
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Las palabras de Terelu Campos

>Terelu Campos ha sido la encargada de desvelar que ha pasado exactamente con la perra que acompañó a María Teresa Campos. Tal y como hemos explicado en Cotilleo.es, reconoció que originalmente era de ella. «Cuando me la regalaron y me vi con ese cachorrito, que era una bola blanca de pelo enana, me aterroricé, porque aunque yo no sea de tener mascotas tengo un sentido de la responsabilidad infinito», empieza diciendo.
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¿Por qué le llamaron así?

>«A pesar de todo, yo cuidaría con todo mi empeño a mi perrita, Lula. Ya os comenté, en alguna ocasión, que se llama así por- que mi abuelo me llamaba Terelulilla. Por él, ella tiene ese nombre. Durante cuatro años y medio, ella ha sido mi compañía en mis alegrías y en mis penas. Al final, llegar a casa y ver su alegría al verme, sentir sus besos, sentir cómo se enroscaba entre mis piernas, hizo que mi sentimiento por ella fuera muy importante. A Lula, como a todos los demás, la pandemia le cambió la vida», escribe. Pero, ¿qué le pasó exactamente?
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Acabó en manos de María Teresa

>Terelu Campos tuvo que cambiarse de casa. Cuando era presentadora en Telecinco compró un lujoso ático en Madrid y después tuvo que deshacerse de él porque generaba muchos gastos. Mientras estaba mudando le pidió a su madre que se quedase con la mascota y a partir de ese momento maría Teresa se convirtió en su segunda madre. Todo esto sucedió durante la pandemia.
«Durante ese periodo de aislamiento extremo, mi madre estuvo en mi casa conmigo. Si ya le gustaba Lula, tuvo la oportunidad de encariñarse con ella. Os quiero contar cómo Lula llega a estar con mi madre hasta sus últimos días. Recordaréis que tuve que mudarme de casa cuando vendí mi ático de Pozuelo. En esa época, seguíamos en pandemia aunque ya teníamos menos restricciones. Le pedí a mi madre que para evitarle a Lula todo el estrés que conlleva un cambio de casa que si se la podía quedar unos días. Nunca olvidaré la cara de felicidad de mi madre e intuí que no iba a ser fácil arrebatársela después«, recuerda.
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«La perra más mimada del mundo»

>María Teresa Campos, siguiendo el relato de Terelu, crio a Lula como si fuese un miembro más de la familia y empezó a consentirla más de la cuenta. «Lula empezó a formar parte del día a día de mi madre. En ese sentido, mi madre la ha tratado como una ‘perrhija’. Lula dejó de comer el pienso con el que se alimentan todos los perros y que tienen todas las vitaminas, proteínas, hidratos, etc. Mi madre pensaba que yo era una mala persona por darle de comer eso, así que ella decidió que su ‘perrhija’ tenía que comer lo que antiguamente comían los perros: arroz, pollo, fiambre de pechuga de pavo y otras cosas que ella le daba. Lula se convirtió en la perra más mimada del mundo», escribe en Lecturas.