Dos años después de comenzar su relación tras varios años de amistad, María José Suárez y Álvaro Muñoz Escassi continúan viviendo una continua luna de miel y presumen de su felicidad y su amor siempre que tienen ocasión. La pareja, que se ha convertido en inseparable, convive con el hijo de la modelo en Sevilla y, aunque ella asegura que no tienen planes ni de boda ni de aumentar la familia -ya que como confiesa no se ve teniendo un bebé a sus espectaculares 48 años- el jinete no es de la misma opinión.

Aprovechando un parón en el rodaje de ‘Masterchef Celebrity’, el sevillano ha sido uno de los rostros conocidos que han asistido a la inauguración de la terraza de verano del madrileño hotel Wellington y, en ausencia de su novia -«tenía la graduación de su hijo y se ha tenido que ir a Sevilla» ha explicado- ha bromeado con sus deseos de volver a ser papá; algo que como ha contado María José en más de una ocasión, le pide a diario: «Más que pedírselo, todos los días lo intento» ha asegurado con una sonrisa, dejando entrever lo pasional que es su relación.

Bebé parece que no, y boda, como confesa, tampoco porque «ella no quiere. ¿Qué hago si no me deja» afirma, sin ocultar lo enamoradísimo que está de su chica que, como confiesa, «está para comérsela».

Encantado con la experiencia en el talent culinario, Escassi no tiene más que bonitas palabras para sus compañeros -entre los que se encuentran Los Morancos, Jesulín de Ubrique, Toñi Moreno o Blanca Romero- con los que desvela que ha formado una gran familia: «Es súper bonito porque desde que empezamos nos decían ‘sí, ya veréis cuando esto vaya avanzando y tal’ y cada día nos queremos más, cada día nos da más pena que se fuera nadie». «Lo pasamos muy bien, nos adoramos todos, no hay nadie que se escape» asegura, reconociendo que si tuviese que destacar a alguno sería a César y Jorge Cavajal, «que son para llevártelos a casa. Me los como, son adorables de verdad».

Sobre su paso por ‘Masterchef’, silencio absoluto, aunque sí admite que «no siempre he cocinado bien. Me he apañado y empecé a cocinar tarde, pero ahora me gusta».

Completamente recuperada de los problemas de salud que sufrió hace un año y por los que a punto estuvo de quedarse en silla de ruedas -una hernia en la espalda que le provocó problemas de movilidad y fuertes dolores- María José Cantudo ha reaparecido meses después en un acto público. Y es que aunque como nos cuenta se encuentra muy bien y la pesadilla que vivió ya está olvidada, prefiere llevar una vida tranquila alejada de los focos.

Sin embargo, la presentación del libro que conmemora los 30 años de historia de la revista ‘Shangay’, y su apoyo al colectivo LGTBIQ+ ha hecho que abandone su retiro. Radiante, y con muchas ganas de contarnos cómo se encuentra, la actriz ha hecho balance de su carrera artística, ha confesado qué opina de la Familia Real y ha revelado cómo consiguió superar la depresión que arrastró durante mucho tiempo y que hizo que ni siquiera ella se reconociese al mirarse al espejo.

«Al público lo debo todo. Sin público yo no podría haber hecho esas maravillosas obras de teatro, ni llenar los teatros, tener la audiencia que tengo… eso ha sido el público. Mi profesión me lo ha dado todo, vine con 15 años con una mano delante y otra detrás, y no pensaba ser actriz ni cantante. Me metí como modelo, presentadora de televisión, luego en el cine, cantando… ha sido todo seguido» ha revelado, agradecida por el cariño que todavía recibe de sus seguidores.

Innumerables anécdotas en su extensa trayectoria profesional, aunque confiesa que si tuviese que destacar una sería, sin duda, «cuando el Papa Juan Pablo II me quiso conocer. Yo me quería morir» ha reconocido, revelando que su encuentro con el Pontífice fue sencillamente «maravilloso». «Me cogió las manos, me bendijo, una cosa tan preciosa… yo estaba que no me lo podía creer» recuerda nostálgica.

También tiene bonitas palabras para la familia Real, especialmente para los Reyes Eméritos: «Les tengo un gran respeto. Destacaría que don Juan Carlos ha hecho mucho bien por España. Yo me he criado con ellos, mi carrera la he hecho ahí, y a la reina Sofía le tengo un aprecio porque ha estado en mis estrenos». «Es muy cercana, está enterada de todo y en una ocasión me habló de mi hijo en ‘Inocente inocente’ y cada vez que la he visto es una señora maravillosa» afirma.

Un cariño que también tiene por el Rey Felipe, al que define como «un caballero y un señor». «Es un privilegio que tengamos ese ser tan precioso, cada vez que va a cualquier sitio cómo nos representa, la reina Letizia lo mismo» apunta. Y Leonor, como asegura, «preciosa. La más guapa de toda Europa, no me digas cómo son mis niñas, la planta que tienen, lo educada, lo señorita que es* me encantan» añade incluyendo también a la Infanta Sofía.

Además, María José ha echado la vista atrás para hablarnos de sus problemas de salud, explicando que al trombo que le dio en la pierna y en el pulmón y por el que estuvo «prácticamente muerta» se unió a un medicamento cuyos efectos secundarios fueron devastadores para ellos: «hace muchos años me tuve que tomar una pastilla para la depresión. Esta pastilla me estaba poniendo muy inflada, el cuerpo gordo y resulta que cuando me operan, descubren que el tratamiento me estaba machacando el cuerpo. Me estaba poniendo con unas facciones que no tenía, inflamada* con líquido, muy mal«. «Ahora gracias a Dios he vuelto a tener mi cuerpo, mi figurita como la tenía antes y he vuelto a tener mi cara normal» añade aliviada, revelando que nada queda de la depresión que tan mal se lo hizo pasar durante mucho tiempo.

«Estoy encantada, estoy muy contenta de estar en mi casa, muy a gusto haciendo lo que yo quiero, saliendo donde yo quiero, ya me pueden ofrecer el oro y el moro que no haré nada que me pueda perjudicar» deja claro, admitiendo que no se ve haciendo un documental sobre su vida porque «mi vida es maravillosa pero de trabajo, porque no tengo amoríos raros ni nada de eso». «Yo no soy la Baronesa Thyssen, no me he casado con un Barón, me he casado con un señor maravilloso, yo no tengo esa vida. Tengo una vida de muchas obras de teatro, veinte películas, no sé cuántos discos* pero yo otras cosas no tengo, y que quede claro que yo no he hecho destape» sentencia.

La última vez que vimos a Raquel Perera fue el sábado pasado en la gala solidaria que había organizado la Fundación Bertín Osborne con el objetivo de recaudar fondos para esas familias que tienen niños discapacitados. La escritora no dudó en apoyar a su amiga Fabiola y acudió a esta cita tan especial en la que atendió a los medios de comunicación y desveló en qué punto se encuentra Alejandro Sanz tras sus polémicas.

Hoy, hemos vuelto hablar con ella en Sevilla, ya que está promocionando su libro ‘Para que no te olvides’, y nos ha confesado cómo vivió su separación con Alejandro Sanz: «Cuando uno pasa por un momento doloroso, no dejas de sentirlo por mucho que manejes las emociones, simplemente lo que he hecho en esos momentos primero conocer cómo me está afectando esa emoción e intentar abrazarla, vivirla, atravesarla y dejarla. Las emociones negativas son como los fantasmas, hay que mirarlas de frente y atravesarles».

La escritora nos ha confesado que le «sorprendió» la confesión de Alejandro Sanz asegurando que estaba viviendo un momento muy doloroso «porque yo estaba preparando mi promoción y dos días antes de comenzar ocurrió eso» pero no dudó en hablar con él y decirle «estás bien, está todo bien». Aún así, ella considera que «fue una reflexión más que un comunicado, que uno hace en un momento determinado» dejando claro que su promoción estaba prevista antes de ese comunicado.

Raquel define las palabras de Alejandro como «una confesión que te libera, fue algo puntual, que evidentemente no le quiero quitar la importancia que tiene, pero nos quedamos con lo que dijo de ‘estoy mal'» y deja claro que lo más importante «para mí es que dijo ‘estoy trabajando’ para salir de eso, lo primero es la aceptación y la voluntad de trabajarlo. Todo el mundo tiene derecho a sentirse mal, pero salud mental y éxito no tienen porqué ir de la mano».

Sobre cómo se encuentra actualmente, Raquel nos asegura que «de una manera muy tranquila, con mis hijos, trabajando, viajando cuando puedo, haciendo deporte, intentando alimentarme bien».

Además, nos confirmaba que está «abierta al amor porque estos años me he preocupado más de mi propio amor, quizás me había olvidado de algunas cosas que tenían que ver con cómo quererme y no veía la belleza de mi ser». Después de haberse «interesado en ordenar mis cositas y de volver a enamorarme de mí misma y de mirarme al espejo y gustarme» considera que está preparada para «compartirlo, no sé si va a llegar, no sé si no, ni lo evito ni lo busco, pero sí sé que estoy preparada porque me gusto».

Tras viajar a Miami con Milan y Sasha para entregárselos a Shakira tras 15 días disfrutando de sus hijos en Barcelona, Gerard Piqué ha regresado a nuestro país este jueves y se ha enfrentado a las preguntas de los reporteros sobre los titulares que ha protagonizado en los últimos días.

Por un lado, según ‘Ok diario’ ya le habría pedido matrimonio a Clara Chía y sería en la boda de su hermano Marc -que se celebrará mañana en la más estricta intimidad- cuando la enamorada pareja anunciaría formalmente su compromiso, que llega después de un año de noviazgo.

Una celebración familiar en la que finalmente no estarán presentes sus hijos, ya que la cantante colombiana no ha dado su brazo a torcer a pesar de que el exfutbolista le habría suplicado hasta el último momento que Milan y Sasha pudiesen quedarse cinco días más de lo previsto en España para no perderse el enlace de su tío, con el que tienen una relación muy especial.

Algo a lo que Shakira no habría accedido, ya que en el convenio que firmaron tras su separación habría una cláusula según la cual los pequeños no pueden estar con la pareja de su padre -es decir, Clara Chía- a menos que las dos partes lo consensuen. Y como no ha sucedido, Piqué ha tenido que devolver a los niños antes de lo que le hubiese gustado.

Dos importantes informaciones sobre las que el catalán ha guardado silencio a su llegada a Barcelona, mostrando su cara más seria y caminando apresurado hacia su coche mientras ha ignorado las preguntas sobre su boda y sobre la ausencia de sus hijos en la boda de su hermano.

Seis meses después de su entrada en prisión por la presunta violación de una joven en una discoteca de Barcelona el pasado 30 de diciembre, Dani Alves ha roto su silencio. El futbolista ha concedido una entrevista a la periodista Mayka Navarro y en ella, además de defender su inocencia de las acusaciones, ha pedido perdón públicamente a Joana Sanz: «Le agradezco todo lo que está haciendo por mí, no es fácil su papel. Sé que han sido, están siendo y serán días muy duros para ella». «Es la mujer con la que me casé hace ocho años, con la que sigo casado, y con la que espero seguir viviendo toda mi vida«, confiesa, dejando entrever que no pierde las esperanzas de reconciliarse con la modelo.

Unas declaraciones a las que su todavía mujer no ha tardado en reaccionar. En México de vacaciones -poco después de enterarse de las palabras del brasileño compartía un storie en Instagram asegurando que «no volveré a Europa en la vida» por la paz de la que está disfrutando en este viaje- Joana ha hablado con Leticia Requejo, reportera de ‘El programa de Ana Rosa’, y su respuesta no deja lugar a dudas.

Sorprendida porque no tenía ni idea de que Alves había concedido una entrevista -de hecho se enteraba por la periodista, pidiéndole que le contase qué había dicho y mostrándose nerviosa al descubrirlo- la maniquí ha reconocido que no entiende a qué viene este perdón público cuando ya se lo pidió en privado hace varios meses.

Algo que considera innecesario, que le ha molestado porque vuelve a ponerla en el foco mediático y que no cambia en absoluto su intención de seguir hasta el final con su divorcio del brasileño: «Al enterarme me ha bajado el azúcar» ha asegurado en tono jocoso, sorprendida que de su exmarido, con el que está en contacto, no le avisase de que había dado estas declaraciones.

Tajante, Joana ha confesado que «no me quiero posicionar en nada de lo que salga». «No quiero saber nada que tenga que ver con Dani. Paso totalmente, que Dani haga, deshaga y hable lo que le apetezca», ha sentenciado, desmarcándose de las disculpas públicas del futbolista.

Y es que como han revelado en ‘El programa de Ana Rosa’, a la modelo no le ha gustado nada que Alves vuelva a ponerla en el foco mediático y se vuelva a hablar de ella. Quiere dar carpetazo a este asunto y comenzar una nueva vida desde cero.

Además, ha zanjado con las especulaciones con una posible reconciliación, ya que a pesar de que él parece que todavía tiene esperanzas, Joana tiene tomada la decisión de divorciarse, y va a llegar hasta el final porque tiene claro que su matrimonio con Dani ha terminado.

El pasado 15 de junio nos enterábamos del triste fallecimiento de María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa, conocida artísticamente como ‘Mari Carmen y sus muñecos’, a los 80 años de edad a causa de una caída en su casa de Tenerife.

Este miércoles, los medios de comunicación hablaban con su hijo, Miguel Manuel Amanzor, y nos confesaba que «nunca se me había ido un ser querido tan cercano y creo que lo peor está por venir, pero muy mal…» y aseguraba que había pasado «de la tristeza más absoluta y la impotencia a la alegría porque siento a mi madre conmigo».

Hoy, la ciudad de Cuenca le está dando el último adiós a ‘Mari Carmen y sus muñecos’ y las cámaras de Europa Press han sido testigos de cómo el coche fúnebre con los restos mortales de la ventrílocua llegaban a la Iglesia de San Pedro, situada en su ciudad natal, ante la atenta mirada de decenas de conquenses que se han desplazado hasta el lugar para despedirse de ella.

El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, también ha querido estar presente en la misa que se ha celebrado en su memoria para mostrarle sus respetos y su admiración por la carrera intachable que ha tenido durante todos estos años. Tras el ataúd, llegaba el hijo de Mari Carmen, Miguel Almanzor, junto a su novia y otros familiares.

Entre aplausos terminaba entrando el féretro de la ventrílocua en el santuario, lugar en el que lo han colocado frente al altar con una rosa blanca y una fotografía de ella junto a Doña Rogelia encima del ataúd, uno de sus muñecos más conocidos a lo largo de su carrera profesional.