La vida de Bárbara Rey ha vuelto a salir a escena y lo ha hecho como nunca antes se haya visto. La famosa vedette española ha visto cómo en los últimos meses aquello que ha vivido ha sido puesto en valor en formato serie. La ficción de Cristo y Rey que acoge Atresmedia en su plataforma de streaming, bien ha servido para conocer de cerca la verdadera historia que acompaña a Bárbara Rey.
Pero no dejamos de hablar de ficción, pese a que la mayor parte del guion se basara en hechos reales había una parte de esta serie que tuvo que ser ficcionada para darle un conjunto coherente dentro del dramatismo con el que se contaba. Así como lo saltos en el tiempo. Es por eso que ahora Bárbara Rey ha decidido contar de primera mano su realidad.
Las ficción se focalizó, sobre todo, en su relación con Ángel Cristo. Aquella que nació como una historia de amor idílica, en la que Bárbara Rey se sintió querida y deseada por un hombre desde la verdad, terminó trágicamente. Pero hay otros aspectos de la serie que dejaron ya entrever que la vida de Bárbara Rey venía desde bien pequeña con muchas heridas. Antena 3 ha hecho así que Barbara Rey regrese a su prime time con Una vida Bárbara, donde la vedette se abrirá emocionalmente contando historias como la del maltrato que recibió por parte de su madre.
Bárbara Rey relata en llanto los malos tratos de su madre
>«Según mi madre, yo no debería estar en este mundo», relata Bárbara Rey. En este primer episodio de esta docuserie emitida en Antena 3, la vedette ha vuelto a sus orígenes en la Tonata. La artista ha explicado así que procede de una familia humilde pero con un pasado marcado en negro por la enfermedad de su madre. Bárbara Rey tenía grandes sueños mientras vivía en un infierno, porque como bien ha contado, su destino no era -o más bien el que su progenitora no quería- llegar a este mundo.
La vedette relató así antes las cámaras de Atresmedia y casi sin inmutarse, todo lo que había hecho su madre: «Como coger mucho peso, bajar las escaleras sentada, meter los pies en agua hirviendo…». Su madre se llevó una mala sorpresa al enterarse de su embarazo y la vedette reconoce que detrás de eso estaban uno problemas piscológicos difíciles de controlar.
«Mi madre era una ama de casa extraordinaria: la casa más limpia, la comida extraordinaria. Íbamos guapísimos siempre y super limpios y mi padre igual. Pero ese cariño que necesitas de su madre, el que hable contigo, que te comprenda… Eso nunca lo tuvimos. Ni un beso», explica más en profundidad sobre el perfil de su madre. Mientras confiesa los malos tratos físicos y psicológicos que recibió de su madre, Bárbara Rey se rompe a llorar al hablar de que eso también lo sufrió su hermana Petri.
«De mis malos tratos me acuerdo menos que de los de mi hermana. Para mí es como si hubiera tenido una hija de pequeñita. No podía ver cómo la trataba con solo cuatro años. Se la quitaba de las manos», cuenta Bárbara Rey ya sin poder contener las lágrimas. Petri, que ha sido una de las invitadas a contar esta historia que nació en Totana reconoce el dolor de su hermana. «Creo que todavía no se ha liberado de esos sentimientos de culpa que le dio mi madre», ha dicho antes las cámaras.
Un pasado al que ya no quiere volver
>Una vida Bárbara comenzaba así con este primer episodio marcado por el primer pasado que la vedette recuerda. La artista ha hablado durante el episodio de una casa de la que se encaprichó su madre y Antena 3 ha querido trasladar a Bárbara Rey hasta allí. Completamente aterrorizada, la vedette no podía dar el paso que le hiciera entrar al inmueble. Unos horribles recuerdos le pesaban en el lugar. Cuando era joven y protegía a su hermana, Bárbara Rey no era consciente de lo terrible que estaba viviendo. Y ha sido el paso del tiempo el que le ha hecho vera realidad de lo que vivió.
«Nunca que pensé que gritarte, insultarte o faltarte al respeto fuera maltrato. No se conocía esa palabra», explica Bárbara Rey reconociendo que su padre también fue un hombre maltratado. Su gran amiga, Chelo García Cortés ha sido protagonista también en este primer capítulo, en el que no ha tenido reparos en contar que la madre de la vedette era «la bruja de la familia».
Y en medio, como cuenta, su padre, al que la periodista de Sálvame le recuerda como «aparte de guapo y alto, era el azúcar. Él protegía a su hija». Es por eso que para Bárbara Rey su padre es y ha sido su gran apoyo, donde ha encontrado la luz: «Mi padre es el amor de mi vida. Es el hombre que más me ha respetado, valorado, apoyado y ayudado. Me ha querido de verdad con todo su corazón y su alma. No creo que nadie haya sentido por mí lo que mi padre. Yo muero por él».
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