Aunque parezca imposible sustituir el huevo en la mayoría de recetas de pastelería o incluso en salsas como la holandesa, al ser el encargado de unir la masa, dar homogeneidad y aportar una textura esponjosa, resulta que sí hay opciones vegetales muy prácticas y saludables, que pueden funcionar como remplazo perfecto de todas las funciones que cumplen en las diferentes preparaciones culinarias. Existen varias opciones para sustituir este ingrediente en la cocina, como plátano o compota de manzana y semillas de lino hasta el liquido de cocción de las legumbres. En las siguientes líneas vas a poder comprobarlo.
Plátano en vez de huevo
Si presentas alguna intolerancia o alergia al huevo o llevas una alimentación vegana uno de sus sustitutos más reconocidos y populares es el plátano. Este mejora la estructura y textura de los bizcochos y ayuda a que quede tierno y jugoso, a la vez que dulce. El secreto está en utilizar plátanos muy maduros, aquellos que tienen la piel ya amarronada y que se notan blandos al tacto. Con un tenedor los machacamos hasta hacerlos puré y el resultado será una papilla pegajosa y untosa además de rica en azúcares naturales, para ahorrar el uso de endulzantes. Servirá como aglutinante en los bizcochos, magdalenas, tortitas o galletas.
Manzana por huevo
Otro buen sustituto del huevo es la manzana, sea del color y tipo que sea, en forma de compota. Por sus características naturales, aporta un aspecto suave, esponjoso y húmedo al horneado, ayudando a que la masa quede más jugosa. Este efecto lo hace un sustituto ideal en las tartas húmedas. Es importante que la compota esté a temperatura ambiente (ni caliente ni fría) así se integra de manera correcta con el resto de los ingredientes. Es un endulzante natural y aporta cierto dulzor al resultado final. La vainilla, el anís, la canela, el limón o la naranja y el cacao, combinan con ella para contrarrestar o potenciar el sabor.
Aquafaba
Sustituto también del huevo puede ser la aquafaba, el líquido de cocción y conservación de las legumbres, que tiene la particularidad que sirve como espumante y emulsionante. Se utiliza normalmente la de los garbanzos por su sabor suave, pero se puede usar el agua de cocción de cualquier tipo de legumbre. En pastelería excepcional para imitar al merengue en su versión vegana ya que queda prácticamente igual. Una vez montado permite decorar tortas y diseñar pavlovas, exactamente igual a lo que haríamos con un merengue tradicional. Otra de sus ventajas, es que su sabor neutro e imperceptible. El postre no tendrá gusto a garbanzos ni lentejas, y menos si se complementa con ingredientes como limón, naranja o chocolate.
Semillas de lino
El huevo de lino se trata de una mezcla de lino y agua. Las semillas de lino aportan una estructura viscosa que retiene la humedad y mejora la elasticidad de la masa de panqueques, waffles, magdalenas, galletas y panes. Por cada huevo de lino que queramos hacer, necesitamos una cucharada de semillas molidas y 3 de agua (50 ml aproximadamente). Hay que moler las semillas de lino en un molinillo (u optar por el disponible en tiendas especializadas). Luego se mezcla la semilla molidas con el agua y se deja reposar unos 15 minutos. Una vez pasado el tiempo, el resultado será un gel, con una textura pegajosa similar al huevo.
Mantequilla o crema de frutos secos
En vez de huevo también puedes usar la mantequilla o crema de frutos secos, alimentos cremosos y untables y hacen la labor de pegar todos los ingredientes y aportan una gran cantidad de proteína al pan final. Este recurso es genial para las galletas, brownies o panqueques, preparaciones donde la miga no es la protagonista. Si bien la mantequilla de cacahuate o de almendras son las más populares, la variedad de frutos secos es amplia: anacardos, nueces, avellanas, nueces de macadamia, etc. Si la compras en un supermercado opta por la variedad cremosa y no gruesa. Eso sí, recordar que de acuerdo al fruto seco que elijas, será el sabor que le aporte a la preparación.
Las proporciones
Si a la hora de buscarle sustitutos al huevo quieres saber más o menos cuántos tendrías que usar en proporción a uno de ellos no te pierdas lo siguiente. Por ejemplo, un huevo es como medio plátano aplastado del que hablábamos al principio, o 60 gramos de compota de manzana, o 45 ml de aquafaba, o una cucharada de semillas de lino + 50 ml de agua, o una cucharada de semillas de chía + 80 ml de agua, o a 60 gramos de mantequilla o crema de frutos secos.
