Qué ensalada hacer puede ser la gran duda que asalta a más de uno a la hora de preparar un plato tan sencillo y a la vez tan utilizado en épocas como el verano. Aquí vamos a proponer una que es de las más apreciadas, quizás porque sea todo un clásico del género. Se trata de una receta con pasta y atún. Es la preferida de muchos al incluir alimentos de provecho a la salud y tener ideas culinarias bajas en grasas, muy fáciles de hacer en casa pero a la misma vez deliciosas ya que en ella podemos encontrar todo lo que muchas veces se busca en las preparaciones.
Por qué atún en una ensalada
Por si alguien duda de echar atún a su ensalada debería saber que es un producto que nos va a aportar muchas ventajas a nuestro organismo. Hay que tener en cuenta que su carne tiene un alto grado en proteínas de alto valor biológico y en ácidos grasos Omega-3, que son los elementos adecuados para disminuir los valores de colesterol y triglicéridos en el cuerpo, lo que contribuye a mejorar y proteger la salud cardiovascular de las personas que lo consumen. Junto al pollo y el arroz son las opciones favoritas en la dieta de cualquier deportista y más en los culturistas, principalmente porque tiene 22 gramos de proteína por cada 100 gramos.
Ingredientes de la ensalada
Hacer una ensalada es algo que ya de antemano sabemos que no nos va a llevar mucho tiempo en la cocina, lo que se agradece en estas épocas de tanto calor. Para hacer esta receta de pasta y atún vamos a necesitar como ingredientes 400 gramos de pasta coditos o plumas, una hojita de laurel, 2 latas de atún en agua, un pimiento rojo, un pepino, ¼ de pieza cebolla morada en julianas, 100 gramos de aceitunas verdes sin hueso, aceite de oliva, sal y pimienta negra molida, todos ellos muy fáciles de conseguir.
Qué tipo de pasta es mejor
La ensalada de pasta requiere un formato de pasta corta, de tipo macarrones, penne, caracolas, coditos o rigatoni, sobre todo porque la hueca se airea más, no es tan espesa y nos aguanta más en la nevera. Es preferible también que esté al dente, no demasiado cocida, con lo que se consigue que esté suelta en la ensalada y también que se conserve mejor si la guardamos en la nevera o nos la llevamos para comer fuera. Otro detalle importante es que es importante pasarla por agua fría para cortar la cocción y evitar así que nos quede pastosa. El aceite es un complemento ideal de la ensalada de pasta, siempre que ya esté cocinada y en el plato. Si la hemos guardado en un tupper, al sacarla de la nevera hay que removerla y pasarla un poquito de aceite, que ayudará a despegarla pasta y a darle un brillo muy apetitoso.
Cómo hacerla
Para hacer esta ensalada lo primero es cocinar la pasta con suficiente agua, agregar la hoja de laurel, un chorrito de aceite además de sal y pimienta negra molida al gusto. Se deja cocinar a fuego medio-alto por unos 20 minutos o hasta que esté suave, luego se drena el líquido y se reserva. Después hay que lavar el pimiento y el pepino, cortar en tiras el primero retirando las semillas, mientras que el segundo de puede retirar la cáscara y cortarlo en cubitos. Llegado el turno de las latas de atún se escurren y se lleva la proteína a un bol, donde se mezcla con los demás ingredientes. Aquí puedes añadir las hierbas o condimentos de tu preferencia para potenciar el sabor. Ya solo queda servir al gusto y disfrutar.
Dos opciones de terminar
Una vez que tenemos terminada nuestra ensalada de pasta y atún, se nos presentan dos opciones para servirla o guardarla. Por un lado, si la queremos comer en el acto, la del plato sería la ideal, en plan «bonito», presentada de una forma súper apetecible. Para ello tienes que poner la pasta en los platos de los comensales y a continuación regar por encima con el aceite o vinagre que quieras emplear, o incluso con una salsa que te apetezca más, como podría ser una de aguacate, y añadir el resto de ingredientes. La otra, en formato bol, sería la versión «tupper», con la que tendrías tu ensalada lista para llevar a cualquier parte. Para ello tienes que mezclar la pasta con la salsa y el resto de ingredientes, y remover todo bien. Eso sí, hay que tener en cuenta con esta última opción que en la nevera solo la podrás tener dos días como máximo.