De vez en cuando salen las cifras de ‘Sálvame‘, de lo que cobra desde el presentador hasta el último de sus colaboradores, y todo el mundo piensa la suerte que tienen todos ellos, lo que ganan por estar sentaditos todas las tardes en un plató hablando de personajes televisivos, e incluso de los que no lo son. Vamos que no hay nadie que no piense que al menos todo es universo que se ha hecho famoso gracias a su participación en el programa de Telecinco no tienen ningún problema para llegar a final de mes. Sin embargo, la realidad muchas veces no tiene nada que ver con la ficción, y en este caso tampoco parece que sea completamente cierto que todos son poco más o menos que millonarios.
Deudas en ‘Sálvame’

Quizás una de las colaboradoras de Sálvame que más problemas de liquidez lleve acumulando en los últimos años sea Chelo García Cortés. En su caso el tema viene ya de lejos, se podría remontar al menos a 2019, cuando la ya fallecida compañera suya Mila Ximénez, le decía en el plató del programa que «una vez viniste a mi casa llorando de noche y me pediste dinero. No lo dudé porque pensé que éramos amigas. Bajé y te lo di en ese mismo momento. A ver si ahora puedes pagar a Hacienda», al tiempo que hacía hincapié en que la veterana periodista prefería irse de vacaciones que pagar el dinero que debe.
De ‘Sálvame’ a ‘Supervivientes’

Ciertas o no esas acusaciones de la ex colaboradora de ‘Sálvame‘, lo que nadie puede negar es que ese mismo año en que Mila anunciaba las deudas de Chelo, ésta, pese a su edad y sus achaques, aceptaba participar en ‘Supervivientes’. Muchos fueron los que aseguraron que lo había hecho precisamente porque no tenía dinero y en el reality la iban a pagar mucho. Fue una de las primeras expulsadas aunque ella afirmó cuando tuvo que decir adiós a sus compañeros que «me voy orgullosa de lo que he hecho y me voy con el corazón y con la cabeza muy alta y muy contenta de lo que he hecho».
Pedir dinero a compañeros

La todavía colaboradora de ‘Sálvame‘ se vio involucrada el pasado año en otro asunto turbio, cuando Antonio Vega, un supuesto exnovio de José Antonio Avilés, actual colaborador de ‘Viva la vida’, afirmó en este espacio que su ex pareja le había contado que Chelo García Cortés le había pedido 2.500 euros, algo que ella negó. Incluso se sometió a un polígrafo, que dijo que ella mentía. La periodista entonces afirmó que «si yo tuviera que pedir… He pedido, lo he devuelto y no he vuelto a pedir en mi vida», así como que «hay que tener dignidad para pedir y para devolver, ¡pero ya está bien! Hago mi vida como puedo. No me voy de vacaciones… ¡Claro que no! Porque no puedo».
Reconoció problemas económicos

La periodista se terminó rompiendo en ‘Sálvame‘, donde echó a llorar al saber esas acusaciones, «me he roto porque la vida te lleva por unos derroteros que no buscas, y me molesta que se digan cosas que no son ciertas. Yo estoy haciendo mi trabajo, estoy haciendo mi programa y llevo una temporada que no lo estoy pasando bien, y lo estoy haciendo con la mayor dignidad posible». Chelo contó que no estaba pasando por uno de sus mejores momentos, económicamente hablando: «Llevo un tiempo que no paso una buena época, lo voy solucionando poco a poco, lo voy luchando… Y esto es lo que estoy haciendo, luchando con mi trabajo. Trabajo y voy pagando las cosas que debo a Hacienda«.
Deudas con Hacienda

Pese a su colaboración en ‘Sálvame‘ o ‘Supervivientes’, Chelo García Cortés tuvo que poner a principios de año en venta su chalet en Caltelldefels, que adquirió en 1990 junto a su mujer Marta. El haber dejado el grupo editorial donde trabajaba, además de los gastos excesivos y un tren de vida superior a sus ganancias, la llevaron, concretamente en 2017, a contraer una deuda con Hacienda que figura en anotación registral del año 2018 por un importe de 548.524 euros, sin contar otros 70.000 euros de intereses. Y a partir de ahí ha ido intentando pagar parte pero acumulando otros débitos con Hacienda, de ahí su situación desesperada actual, que la llevó a poner en venta el chalet por 1.300.000 euros, casi el doble del precio en que estaba tasado.