El éxito de ‘La casa de papel’, tanto en nuestro país como a nivel internacional, ha hecho que buena parte de los intérpretes de esta ficción hayan visto cómo les comenzaban a llegar papeles de todo tipo. A muchos de ellos les ha llegado esta fama de manera inesperada ya que hasta ese momento sus carreras no se habían podido consolidar. Alguno incluso ha confesado que antes de esa interpretación había incluso pensado seriamente el hecho de cambiar de carrera, ante el poco éxito que estaba teniendo como actor y viendo que no iba a poder comer con esa profesión.
Curiosidades de ‘La casa de papel’

Al margen de los premios que acumula ya ‘La casa de papel’, incluido un Emmy Internacional, son muchas las curiosidades de una serie que ha hecho que sus caretas y los monos de los personajes fueran objetos de culto. Por ejemplo que Oslo, Moscú y Nairobi iban a llamarse inicialmente Valencia, Chernóbil y Camerún, o que se tenía pensado que fuera el Profesor quien narrara la serie, pero la producción se dio cuenta que el elenco era mayoritariamente masculino y para equilibrarlo decidieron que fuera Tokio. Precisamente este personaje está inspirado en el de la joven Mathilda interpretada por Natalie Portman en la película ‘El profesional: León‘. La producción se acercó a al Banco de España y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para pedir asesoramiento pero cuando ambas instituciones supieron más de la trama declinaron la oferta ya que creían que los dejaba muy mal parados.
El profesor de ‘La casa de papel’

Quizás el gran protagonista de ‘La casa de papel’ sea Álvaro Morte, «el Profesor» en la ficción y el hombre que lleva el mayor peso del atraco. El actor estuvo esta semana en ‘El Hormiguero’, el programa de Antena 3 que presenta Pablo Motos, y recordó una época en la que no encontraba trabajo como actor en España y se marchó a vivir a Irlanda: «Pensé en que sería una oportunidad para practicar inglés y dejé mil currículums para meterme de cualquier cosa. En enero nadie contrataba a nadie. Y como soy un rotundo inconsciente, escuchando flamenco se me ocurrió publicitarme como ‘professional flamenco dancer’«.
De «profesor» a «flamenco dancer»

El principal protagonista de ‘La casa de papel’ le precisó a Pablo Motos, entre risas de él y del respetable, hasta dónde llegó para intentar que alguien le contratara: «Puse unos carteles y justo cuando me empezaron a llamar me surgió una obra de teatro en España con Concha Velasco, y me salvó la vida«. El actor reconoció eso sí que «afortunadamente no tuve que dar ninguna clase porque habría sido ridículo«, principalmente porque de flamenco sabía más bien poco o nada. Álvaro Morte desveló en el plató del programa de Antena 3 que «mi plan era inventarme la clase».
Su último proyecto

Tanto «el Profesor» de ‘La casa de papel‘, Álvaro Morte, como Rodrigo Santoro, acudieron al plató de ‘El Hormiguero’ no sólo para hablar de proyectos anteriores sino para presentar ‘Sin límites’, la nueva miniserie que se estrena el próximo 10 de junio en Prime Video. Los dos actores explicaron que la nueva producción narra la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, coincidiendo con el quinto centenario de la expedición. Al parecer se trata de una apuesta que ha requerido de mucho estudio por parte de ambos intérpretes que quisieron empaparse al máximo de sus personajes. Buena muestra de ello es que el propio Santoro confesó que entrenaba con la espada en casa y aprendió a escribir con pluma.
El «terror» de los niños

Claro que el que fuera intérprete de ‘La casa de papel‘ también tenía que contar una divertida anécdota que le había ocurrido a él, y no era otra que estaba tan metido en el papel que acudió a vacunarse del Covid vestido de Elcano. Álvaro Morte puntualizó al respecto que «saqué cita para vacunarme un día que acabábamos de rodar a las 12 de la mañana, pero como todo se retrasó, no me daba tiempo a desvestirme y no quería perder la cita así que me presenté con peluca, barba, vestido del S.XVII «. Tal fue la sorpresa de todos los allí presentes que el actor indicó que «al llegar una madre les dijo a sus hijos que no me tocaran». No es de extrañar que ocurriera eso si le vieron de semejante guisa.