La pasta es uno de los ingredientes más rápidos y fáciles de cocinar, además de estar riquísima y gustar a casi todo el mundo. Pero a veces vamos con prisa y queremos cocinar en poco tiempo porque hay que irse y continuar con el trabajo. Por eso hoy te voy a enseñar una manera de cocer la pasta que te llevará la mitad de tiempo que normalmente y que te salvará en más de una ocasión.
Toma nota de todo lo necesito y los trucos que te voy a dar a continuación para prepararte un plato de pasta rico, sano y en muy poco tiempo. Además, de algunos consejos y trucos que tienes que adoptar para que los macarrones, espaguetis o cualquier tipo de pasta te quede deliciosa.
El uso del agua de cocción

El agua de cocción de la pasta recoge nutriente y el almidón de la propia pasta cuando ya se retira. Por eso es importante guardarla y darle otros usos. El uso más común de este agua es para espesar las salsas que después se añaden a los espaguetis o macarrones.
El agua de cocción es perfecta para pestos y salsas cremosas. Este truco funciona incluso mejor si agregas el agua de la pasta al pesto mientras aún está caliente. Además, este agua contiene ya sal, por lo que no es necesario que agregues más a las salsas.
Otros usos del agua de cocción que seguro no sabías

Por ejemplo, puedes usar el agua de cocción también para regar las plantas ya que es rica en minerales. Puedes regalar el huerto o las macetas con este agua de cocción en lugar de tirarla. Eso sí, deja enfriar el agua antes de echárselo a las plantas si no te quieres quedar sin ellas.
Incluso, otra función del agua de cocción es usarla para los pies doloridos. Sí, sí, si llevas unos zapatos incómodos o has hecho una larga caminata durante el día, un baño de pies con el agua de cocer es un auténtico placer. Se recomienda ponerla a una temperatura de 35 a 40ºC para que el agua caliente relaje los músculos.
Por que no es necesario echar aceite

Si alguna vez le echas aceite a la pasta para cocerla delante de algún italiano, probablemente se lleve las manos a la cabeza y te quedes sin su amistad. Los italianos dicen que al cocer la pasta en el agua ‘engrasada’ (con aceite) se crea una película impermeable sobre la pasta que hace que luego no se impregne bien con la salsa.
Por eso no es necesario echar aceite en la pasta para cocerla, aunque tienes que añadir mucho para que salga esa película grasienta. Así, que para cocer la pasta y obtener un resultado bueno solo es necesario cocerla en agua abundante con sal. Pero no te pases, por cada litro de agua hay que echar aproximadamente 2 gramos de sal por cada 100 gramos de pasta seca.
Otro error grandísimo que se comete a la hora de cocinar pasta

Aunque ni el aceite ni la sal pueden arruinar tanto tu plato de pasta como el clásico gesto de enfriar la pasta con agua del grifo cuando la escurres. Al hacer esto el baile químico de las partículas de almidón y la cocción no habrá servido para nada.
Además, al enjuagar la pasta con agua se deshacen algunos hidratos de carbono que ayudan después a la salsa a integrarse bien con la pasta. Por ejemplo, si notas que al echar tomate o salsa boloñesa no llega a pegarse del todo a los macarrones, seguramente sea porque has enfriado la pasta con agua fría cuando la has colado.
El truco infalible para cocer la pasta en la mitad de tiempo

El tiempo de cocción de la pasta varia según el tipo que utilices, no es igual usar pasta fresca o de un grosor más ancho. Por eso, si quieres conseguir un resultado al dente no puedes sacar la pasta antes del fuego. La solución a este problema es que el agua tarde menos en calentarse.
Normalmente se suele añadir la pasta al agua cuando ya está hirviendo o haciendo blu blu blu. Y es un paso muy importante y que tiene mucho sentido. Pero cuando más grande sea la olla, más agua tendrá y más tardará en calentarse. Por eso hay que echar solo el agua necesaria para la cocción.
Cómo hacer la pasta en mitad de tiempo

Para que ahorres tiempo al cocinar la pasta, debes utilizar una cazuela u olla con poca profundidad y echar solo la cantidad de agua que sea necesaria para cubrir del todo la pasta. Esta cantidad de agua suele ser mucho menos de lo que usas normalmente.
Además, hay que poner el fuego al máximo para que rompa a hervir cuanto antes. Y, cuando añadas la pasta, asegúrate de removerla con frecuencia para que no se pegue al fondo.
Con este método de utilizar menos cantidad de agua también tendrás otra ventaja a la hora de cocinar pasta y es que el almidón de la pasta se queda más concentrado en el agua de cocción que si utilizaras mucha más agua. Un truco perfecto para crear salsas cremosas como la carbonara.