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Cómo hacer calabacín rebozado sin usar nada de huevo

Hay comidas, como el calabacín rebozado, que se hacen con huevo batido y pan rallado y eso conlleva un problema con aquellas personas que son alérgicas al primero, lo que les lleva a buscar sustitutos que no alteren sabor ni textura. Aunque pueda parecer una tarea complicada, lo es cierto es que cada vez disponemos de más productos que nos permiten prescindir de los alimentos alérgenos y preparar recetas igual de deliciosas. Este es el caso de los garbanzos, un tipo de legumbre que se ha popularizado por resultar uno de los mejores sustitutivos del huevo. Así, podemos emplear el agua de garbanzos para preparar merengue vegano, por ejemplo, o la harina de garbanzos para rebozar verduras sin huevo, como vamos a ver ahora.

Qué es el calabacín

calabacín
Esta hortaliza necesita de regiones cálidas para crecer

El calabacín, también conocido como zucchini, es un tipo de calabaza de textura tierna y sabor ligeramente dulce, que puede variar en color desde el amarillo hasta el verde intenso. En su interior la pulpa es de color blanco a amarillo pálido, con semillas comestibles en el centro. Pertenece a la familia de las cucurbitáceas, originaria de Mesoamérica y sur de Estados Unidos, y en la que también están incluidas otras hortalizas como la calabaza o el pepino. Por lo general necesita de regiones cálidas para crecer.

Propiedades del calabacín

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Comer calabacín es bueno para nuestro organismo

Lo bueno de comer recetas con calabacín es que esta hortaliza tiene muchas propiedades nutricionales y muy pocas calorías, siendo altamente indicado en dietas de control de peso. Su consumo aporta a nuestro organismo, vitaminas A, C y B9, menores cantidades de vitamina E y otras del complejo B. Además es bueno para nuestro organismo porque es rico en potasio, fósforo, magnesio y calcio, y en menor medida hierro, zinc, sodio, manganeso, selenio y cobre. El consumo de 100 gramos de calabacín aporta tan solo 14 kcal, es bajo en grasas y proteínas, sin contar que ofrece un nivel moderado de fibras y carbohidratos, y  un alto contenido en agua (95%).

Ingredientes de la receta

Cómo hacer calabacín rebozado sin usar nada de huevo
Para la receta necesitaremos harina de garbanzos

Lo mejor de esta receta de calabacín rebozado sin huevo es que tan solo vamos a necesitar pasar 15 minutos en la cocina para tenerla lista. Para llevarla a cabo para, por ejemplo, cuatro comensales, necesitaremos como ingredientes un calabacín,  4 cucharadas soperas de harina de garbanzos,  1½ cucharadas soperas de agua, un puñado de pan rallado y una pizca de sal. Como se puede comprobar, todos ellos son sencillos de conseguir y además muy baratos, por lo que el plato nos saldrá muy económico.

Primeros pasos

Cómo hacer calabacín rebozado sin usar nada de huevo
Uno de los primeros pasos será cortar el calabacín en rodajas, ni muy gruesas ni muy finas

Para hacer el calabacín rebozado sin huevo y obtener una textura igual de crujiente, lo primero que deberemos hacer será preparar una mezcla a base de harina de garbanzos y agua. Así, en un bol se baten ambos ingredientes con un tenedor o una espátula hasta formar una pasta sin grumos. Por si te sirve de algo que sepas que también puedes sustituir la harina de garbanzos por maicena, manteniendo la misma proporción. Por otro lado, aparte, hay que cortar el calabacín en rodajas del grosor deseado, aunque la recomendación de esta receta de Hogarmanía es hacerlas ni muy gruesas ni muy finas. Así mismo, hay que preparar en un plato el pan rallado para empezar a rebozar el calabacín sin huevo.

Cómo finalizar la receta

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Así puede quedar nuestro calabacín rebozado sin huevo

Para rebozar el calabacín hay que pasar las rodajas primero por la mezcla de harina de garbanzos y agua y, después, por el pan rallado. Para obtener una textura todavía más crujiente, podemos volver a repetir este proceso y realizar, así, un doble rebozado. Después se pone una sartén con abundante aceite a calentar y, una vez caliente, se fríe el calabacín rebozado sin huevo, dándole la vuelta para cocinarlo por ambos lados. Conforme se vayan haciendo las rodajas fritas, se van dejando en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Y ya estará listo y podremos servirlo como acompañamiento de cualquier tipo de plato, como una hamburguesa de lentejas o arroz salteado con verduras

Otras recetas con este producto

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Calabacines rellenos de carne

Las recetas con calabacín, por mucho que se trate de una hortaliza (a las que tanta gente es reacia), siempre triunfan en la mesa porque hay tantas opciones para preparar este alimento que se hace casi imposible no probar alguna receta con este producto al menos una vez por semana. También conocido como zuchinni, zapallo o zapatillo, en algunos países, podemos encontrar infinidad de platos confeccionados con él, como los calabacines rellenos, a la plancha, apanados al horno, enrollados, salteados, en carpaccio, en cremas y purés… y hasta espaguetis de calabacín.