Una ensalada fresca, fácil de preparar y muy sabrosa es el plato perfecta para comer o cenar de manera ligera, o acompañar un plato de pescado o carne. Con unos ingredientes predominantes en la cocina mediterránea, y saliéndonos de las más convencionales, en esta receta «de Rechupete» se utilizan ingredientes menos habituales pero que combinan a la perfección. Y para conjuntarlos a todos, una vinagreta con hierbas aromáticas que le dará un buen toque de frescor. Sin duda es ideal para cuando acuden invitados/as sorpresa a casa y no sabes qué ponerles a la mesa. Con ella nunca se va a quedar mal.
Ingredientes de la ensalada

Esta receta de ensalada mediterránea no sólo te va a hacer quedar bien con tus comensales sino que te va a resultar muy económica prepararla, apenas nos va a costar 1’75 euros por persona para quien la hagamos. Además, para todos ellos va a ser muy saludable, ya que apenas van a ingerir 26 kcal. por cada 100 gramos que metan en sus estómagos. Los ingredientes para hacerla serán 100 gramos de mix de lechuga, 6 tomates secos (conserva), aceitunas negras, una lata de anchoas en aceite, 100 gramos de mozzarella fresca, hierbabuena fresca y alcaparras. Mientras que para la vinagreta precisaremos 2 partes de aceite de oliva virgen extra, una parte de vinagre de vino blanco, un diente de ajo y sal fina (al gusto de cada casa).
Cómo preparar la ensalada

Ya con los ingredientes listos, para preparar la ensalada mediterránea lo primero que vamos a hacer es elaborar la vinagreta, fundamental para darle luego sabor a la misma. Para ello, en un bol se añaden 2 partes de aceite de oliva virgen extra (unos 50 ml.), una parte de vinagre de vino blanco (25 ml.) y un poco de aceite de las anchoas. Se ,mezcla todo bien y se prosigue troceando la hierba aromática, en este caso hierbabuena. Se añade el ajo picado (o triturado), se sala al gusto de cada uno y se vuelve a mezclar bien con el fin de que se integren todos los ingredientes. Lo mejor es reservar algunas hojas de hierbabuena, para decorar al final.
Cómo finalizar la receta

Hecha la vinagreta, nos quedará poco para finalizar la receta de ensalada mediterránea, que también es conocida como ensalada griega pero, curiosamente, los griegos son los únicos que no la llaman así (esta se compone de alimentos característicos de la zona del mediterráneo, tal y como las hojas verdes y los rábanos». Se coloca en una fuente una base de lechuga mixta. Se sigue troceando la mozzarella fresca, que se reparte uniformemente, y, a continuación, el resto de ingredientes: las anchoas, los tomates secos, y finalmente las alcaparras. Ya solo quedaría aderezar todo con la vinagreta que teníamos preparada y decorar con las hojas de hierbabuena, que teníamos reservadas, y a disfrutar de este delicioso y saludable plato.
Consejos útiles

Como cualquier receta, para esta de ensalada mediterránea también hay unos consejos útiles a tener en cuenta. Por ejemplo, para la vinagreta, un truco es pasarla a un bote de cristal, tapar y agitar con ganas (también valdría un biberón de cocida). De esta manera se emulsiona todo perfectamente y queda como una textura suave y cremosa. Como no a todo el mundo le gustan los mismos ingredientes, es posible darle el toque personal que queramos. Otras opciones que encajarían aquí sería un queso fresco o un queso feta griego, nueces o pistachos, boquerones, menta fresca o albahaca. Esta ensalada mediterránea se puede llevar en un táper, de picnic o al trabajo, con la vinagreta en un bote. En el momento de comerla, se agita el bote, se vierte el aderezo y poco más de añadir.
Propiedades de las alcaparras

Si para esta ensalada hemos elegido alcaparras, que son el capullo floral de la alcaparra (capparis spinosa), una planta muy extendida por el Mediterráneo pero cuyo origen proviene de Asia, es porque éstas tienen muchas propiedades que las hacen muy aconsejables para cualquier plato saludable que queramos realizar. Tienen un amplio recorrido como planta medicinal, a la que se le han atribuido propiedades diuréticas, vasoconstrictoras o para curar las aftas de la boca. Además, aportan vitaminas A, C, K y E, y minerales como el calcio, potasio hierro y magnesio, y flavonoides, compuestos que están presentes en muchos alimentos vegetales y que son antioxidantes, antiinflamatorios y previenen el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.