La variante más agresiva y severa del acné es conocida como acné quístico. Se trata de granos rojos, hinchados y dolorosos, del tipo que también deja cicatrices. Esta afección requiere un cuidado de la piel mucho más exhaustivo para poder tratarlo adecuadamente. Si bien las causas detrás del acné quístico aún no se comprenden del todo, y los investigadores siempre están buscando nuevas y mejores formas de tratarlo, todavía hay mucho que puedes hacer controlarlo eficazmente y evitar que deje una marca duradera.
Qué es el acné quístico

El acné quístico es el tipo más severo y agresivo dentro del acné, dado que mediante esta afección se forman quistes y nódulos que se manifiestan en la piel a través de lesiones más profundas, rojas, sensibles y dolorosas. Este tipo de acné es de carácter inflamatorio, por lo que los bultos profundos pueden surgir en grandes cantidades, desarrollarse y disminuir con el tiempo. Asimismo, se diferencia de otros tipos de acné más superficiales, como los puntos negros o los puntos blancos, porque el quístico provoca lesiones más profundas y, por ende, mucho más vistosas.
Causas del acné quístico

El acné quístico en la barbilla o en cualquier parte del cuerpo, aparece del mismo modo que el común: a través de la obstrucción de las glándulas sebáceas de la piel. Cuando ocurre este taponamiento, dichas glándulas no pueden eliminar la grasa que producen al exterior, una función que se utiliza para lubricar y humedecer la piel. Así, cuanto mayor sea el cúmulo de bacterias, más agresivo será el tipo de granos que sufrirás, puesto que estos microorganismos son los principales causantes de la inflamación de los poros.
La relación con las hormonas

Además de la obstrucción de glándulas sebáceas, también está relacionado con hormonas, como la testosterona, que predomina en los hombres, por lo que ellos son más propensos a padecer este tipo de afección. En cuanto a las mujeres, los granos y las espinillas grandes también pueden aparecer durante los ciclos menstruales y agraviarse en forma de acné quístico en aquellos casos que se sufra de ovario poliquístico. Las mujeres que sufren de esta patología tienen tendencia a tener sobrepeso o ser obesas.
Síntomas del acné quístico

Puede manifestarse de diversas maneras y sus síntomas pueden variar dependiendo de la severidad de la afección. No obstante, los principales síntomas que presentan aquellos que padecen este tipo de acné, observarán bultos, quistes o nódulos inflamados en su piel, generalmente rojos, sensibles y dolorosos. Asimismo, la persona que padece esta enfermedad puede experimentar hasta tres grados de acné quístico: leve, moderado y severo, que determinarán el grado de presencia de síntomas o una mayor agresividad de los mismos.
Cómo cuidar la piel propensa a esta afección

Los médicos recomiendan usar un limpiador suave y agua tibia por la mañana y por la noche. Si tienes la piel más grasosa, tu dermatólogo podría sugerir un jabón más seco. Utiliza una crema hidratante con filtro solar todas las mañanas y evita los exfoliantes, astringentes y tónicos fuertes, que causan más sequedad, enrojecimiento e inflamación. También hay que tener en cuenta que los medicamentos para el acné pueden causar resequedad o descamación de la piel. Por eso se recomienda emplear una crema humectante o una crema para la piel a base de agua o que sea «no comedogénica».
Tratamiento del acné quístico

Dado que el acné quístico es una tipología más persistente y de carácter crónico, es necesario llevar a cabo un tratamiento específico con la ayuda de un dermatólogo profesional para poder combatirlo y que no se generen contraindicaciones. Asimismo, dependiendo del grado en el que se manifiestan, será necesaria la prescripción de medicamentos, fármacos o incluso intervenciones quirúrgicas. Por eso a continuación te contamos los tratamientos más habituales según cada caso.
Tratamiento según el tipo de acné quístico

Los médicos están de acuerdo en que el mejor tratamiento es la isotretinoína (Accutane), una forma oral de vitamina A que ataca todas las fuentes de acné quístico, matando a las bacterias que causan acné, destapando los poros y reduciendo el exceso de aceite e inflamación. Sin embargo, dependiendo del grado en el que se manifiesta este tipo de acné, se aplica estos tratamientos:
- Acné quístico leve: tratamiento local con cremas y medidas de cuidado general.
- Acné quístico moderado: prescripción de medicamentos por vía oral.
- Acné quístico severo: dado que suele responder mal a tratamientos anteriores, se puede requerir inyecciones de antiinflamatorios locales, drenaje del pus o, incluso, procedimiento quirúrgico.
Cómo combatir las cicatrices
Si tienes cicatrices, muchos tratamientos pueden ayudar a reducirlos o eliminarlos, incluidos los peelings químicos, el rejuvenecimiento con láser y las microagujas. La mayoría de las personas necesita alrededor de cuatro tratamientos con láser o de cuatro a seis peelings para aclarar las cicatrices de acné quístico, dependiendo de qué tan severas sean. Para las cicatrices más severas, otro procedimiento más invasivo, conocido como la subcisión consiste en usar una aguja para aflojarlas físicamente y permitir que la piel se vea mejor.