Martín Berasategui es uno de los cocineros más reconocidos de nuestro país. El fantástico chef cuenta con nada más y nada menos que con doce estrellas Michelin, uno de los premios culinarios más prestigiosos que se otorgan a los cocineros de nuestra nación. Además, cuenta con otros muchos galardones que le hace sumar prestigio y reconocimiento a su nombre. El vasco lleva más de treinta años dedicándose al mundo de la cocina pero también tiene una vida fuera de ella, y eso lo ha expresado en varias ocasiones, donde ha querido demostrar públicamente el amor que siente hacía las cuatro mujeres que son los pilares de su vida. Ellas son su mujer, su hija, su madre y su tía. ¿Queréis saber qué a aprendido de todas ellas? Sigue leyendo y te enterarás.
Así fueron los comienzos de Martín Berasategui

Martín Berasategui Olazábal nació el 27 de abril de 1960 en San Sebastián. Estudió en el Colegio de los Padres Capuchinos de Lecároz, en el Valle de Baztan, en la provincia de Navarra. A los trece años comenzó a trabajar en el restaurante familiar, Bodegón Alejandro. Allí es donde empezó a interesarse por la cocina y sus entresijos. En 1979, empezó sus estudios de hostelería en la escuela de pastelería moderna de Yssingeaux, donde conoció a diversos chefs internacionales.
«Empecé allí con 14 o 15 años a guisar, con mi madre Gabriela y mi tía María, que son excelentes cocineras», relató el chef vasco al blog ‘Verema’. «Con 17 ya me puse una cama debajo de la escalera que accedía al Bodegón, y un amigo de mi difunto padre me recogía el día de fiesta y me llevaba a aprender pastelería a Francia. El amor por la cocina lo he llevado en la sangre desde pequeño. No quería hacer otra cosa que cocinar y aprender cada día más».
El chef pudo abrir su restaurante gracias a un pastor que lo ayudó

Con tan solo 21 años tomó las riendas del restaurante familiar, pero necesitaba un préstamo para renovar el local. Berasategui requería de un aval, pero no quería involucrar a sus padres, ya jubilados, pero entonces llegó su salvación en la persona que menos se podía imaginar: Eusebio, un pastor que les suministraba verduras y leche de oveja. Así lo relataba en una entrevista para Jot Down. Gracias al préstamos de Eusebio en 1981, se convirtió en responsable de Bodegón Alejandro, el cual recibió su primera estrella Michelin en 1986.
«Escuchó mi enfado en voz alta y se ofreció a avalarme. Me llevó de la mano a la sucursal bancaria y ordenó al director que me dieran lo que necesitara, sin rechistar. Jamás olvidaré que ambos fuimos al bar Gorriti después de firmar el crédito, a tomar un vino y unas banderillas. Mi madre se enteró años más tarde del episodio», contaba sobre el sorprendente inicio de su salto a la fama.
Así creo su imperio

En 1993 abrió su primer restaurante, «Martín Berasategui», en Lasarte-Oria. Pasados tres años, el local recibió dos estrellas Michelin. Sin duda alguna obtuvo un gran éxito en muy poco tiempo. A partir de ahí, el cocinero recibió diversos premios, entre ellos, el Premio Euskadi de Gastronomía al Mejor Cocinero de esta comunidad en 1998 y el Tambor de Oro de San Sebastián en 2005. En 1996, decidió crear una asociación empresarial, el Grupo Martín Berasategui, para hacerse cargo de restaurantes tales como el Bodegón Alejandro, el restaurante del Guggenheim de Bilbao o el Kursaal Martín Berasategui. El grupo se encuentra disuelto, pero sigue asesorando a varios restaurantes como Hotel Condes de Barcelona, Loidi y Lasarte…
Las mujeres más importantes para Martín Berasategui

Pero este éxito no podría haberlo logrado si no llega a ser por las cuatro mujeres más importantes que tiene en su vida: Su madre y su tía, las cuales le enseñaron las artes de cocinar desde muy pequeño y el amor por la cocina, su mujer, la cual siempre lo ha apoyado y lo ha impulsado a perseguir sus sueños y, por último, su hija, el mayor amor de su vida. Y es que, si no llega a ser por ellas, puede que el chef no hubiese llegado tan lejos. Es por ello, que en muchas de sus elaboraciones o platos que crea intenta homenajear a las mujeres de su vida, para que así sepan y sientan el amor que las profesa. Esperemos que siga sumando éxitos con una vida plena y llena de amor como hasta hoy.