Una receta original y deliciosa idea con la que se triunfa siempre es esta de milhojas de patata y atún fresco aromatizado con un aliño de cítricos, soja y miel. Sin duda que se trata de un contraste de sabores que conquistará al paladar más exigente, y, lo que es mejor, prepararla no tiene ninguna dificultad, a pesar de su vistosidad. Este plato es sin duda un alivio para todos aquellos que están cansados de comer siempre lo mismo y quieren experimentar nuevas sensaciones. Incluso para que te sea más rápido cortar las patatas, ahí va un consejo por adelantado, el de utilizar una mandolina. De esta manera las tendrás todas del mismo tamaño y se harán en el aceite por igual.
Ingredientes de las milhojas

Como ha quedado claro, esta receta de milhojas de patata y atún es bastante asequible para todos aquellos que no son auténticos expertos en los fogones. Se trata de un plato de cocina mediterránea que apenas nos va a llevar 45 minutos. Para hacerla para, por ejemplo, cuatro personas, vamos a necesitar como ingredientes 400 gramos de lomos de atún, 4 patatas grandes, una cebolla, una cucharada de miel, 50 mililitros de salsa de soja, una lima, una naranja, 6 tallos de cebollino, 4 ramitas de perejil, aceite, sal y pimienta.
Cómo preparar las milhojas

Una vez tengamos todos los ingredientes de nuestras milhojas de patata y atún, el primer paso para empezar la preparación de la receta será uno muy sencillo como es lavar y secar la naranja y la lima. Hay que pelarlas sin llegar a la parte blanca (que amarga) y cortar las cáscaras en tiritas muy finas. Luego, se exprimen ambas, se cuelan los zumos obtenidos y se reservan. A continuación se mezcla en un tarro que tenga tapa la miel y la salsa de soja y se añade la piel de los cítricos y los zumos. Hay que cerrar el tarro y agitarlo con energía para obtener una vinagreta emulsionada que tendremos que reservar en la nevera mientras continuamos con el resto de la preparación.
Pasos intermedios

Para continuar nuestra receta de milhojas de patata y atún, y una vez que tengamos en la nevera nuestra vinagreta emulsionada, habrá que pelar y lavar las patatas. Lo mejor en este caso es, después de secarlas bien, cortarlas en rodajas ni muy finas ni muy gruesas. También hay que pelar la cebolla y partirla en juliana fina. Se ponen ambas en un bol y se condimentan con sal y pimienta y se remueve. Llegados a este punto hay que pochar la patata y la cebolla y se calienta un buen fondo de aceite en una sartén y se sofríe la cebolla y patata a fuego lento unos 12-14 minutos, hasta que estén tiernas. Se escurren bien del aceite y se rectifica de sal si fuera necesario.
Cómo acabar la receta

Ya estamos acabando nuestra receta de milhojas de atún y patata. Después de tener ya listas las patatas tendremos que cortar el atún en 4 trozos y salpimentarlos. Para ello hay que engrasar una sartén antiadherente con aceite, calentarla al máximo y marcar los mismos 1 minuto por cada lado, con el fin de que se doren y queden poco hechos por dentro. Después se cortan en lonchitas. Para emplatar, lo ideal es ir alternando varias capas de patata y atún, y coronarlo todo con 2 lonchitas de atún sobre las que habrá que espolvorear con el perejil y el cebollino lavados y picados. Finalmente se riega todo con la vinagreta de cítricos y se sirve enseguida.
Variaciones y trucos

A la hora de hacer un milhojas también se puede improvisar mucho, por lo que puedes repetir el plato en función de ello las veces que quieras. Por ejemplo, puedes sustituir el atún fresco por unas lonchas de salmón ahumado, con lo que ganarás tiempo en su preparación y queda delicioso. Otra buena alternativa es hacer un milhojas de patata y pulpo cocido, todo regado con un aceite de pimentón. Una versión muy vistosa del clásico pulpo a la gallega. También está muy sabroso rellenarlo con setas. Para darle un toque original lo mejor es utilizar patata violeta, con lo que seguro que dejarás a tus invitados con la boca abierta. Y si vas a hacer la que hemos preparado recuerda que el atún debe quedar dorado por fuera y por dentro caliente, pero rosado. Lo mejor para conseguirlo es tenerlo a temperatura ambiente 30 min antes de cocinarlo.