Si nos dicen hace cuatro años que un ganador de Supervivientes se iba convertir en uno de los artistas más escuchados del panorama musical español, no nos lo hubiésemos creído. Yo he de confesar que ni de coña. Pero lo que es indiscutible es que las cifras mandan y que el exnovio de Isa Pantoja tiene más de cuatro millones de oyentes mensuales sólo en Spotify. Lo que claro, le ha permitido cumplir numerosos sueños entre los que destaca comprarse una casa, que le ha dejado, «sin ahorros», y permitirse dejar el reggaetón.
El desorbitado precio de su mansión

>Un precio desmesurado, eso es lo que vale para Omar Montes la comodidad y el bienestar de su familia. Así lo ha confesado en El Hormiguero donde, además, ha hablado de lo importante que son para el cantante sus abuelos, por los que no le importaría quedarse sin un euro en la cartera.
Por esa razón, el artista ha tirado la casa por la ventana y se ha comprado una mansión que ha costado cuatro millones de euros. «Lo he comprado para toda mi familia. Es una villa grande a tuti plen, con todos los lujos, porque en Pan Bendito hace mucho calor«, confiesa, «mis abuelos están flipando con la casas».
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Un cambio bastante drástico

>Omar no lo ha comentado en la entrevista, pero es muy probable que si le preguntaran a los abuelos de Montes si en algún momento se hubiesen imaginado viviendo en una villa, como mínimo se hubiesen reído de la broma. Esto se debe a que lo que les propone su nieto no tiene nada que ver con lo que estaban acostumbrados en Pan Benito.
Para los que no conozcáis Madrid, este barrio, Pan Benito, se encuentra en Carabanchel, al sur de la capital y es uno de las barriadas más pobres de la ciudad. Una zona en la que también se crio el rapero y actor El Langui, y donde, de momento no se ha mudado el intérprete de Risueña. «Me da pena marcharme al otro lado. Entre semana sigo allí», señala.
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Sin ahorros, pero con ilusión

>Con mucha ilusión es como se encuentra Omar al que para nada le duelen los cuatro millones de euros que se ha gastado. «Gratis no ha sido, me he dejado todos mis ahorros. Por menos de cuatro millones, tal y como están las cosas, no te compras nada. He comprado la casa, que era mi sueño», ha contado emocionado.
Una emoción que es completamente lógica teniendo en cuenta el cambio que ha dado su vida en apenas cuatro años. Antes salía adelante como podía, ahora sus sueños son diferentes. Yo lo que quiero es hacer canciones que el día de mañana las pongan en las excursiones de los colegios, como hacía yo con Estopa», desvela sin tapujos y avanza cómo va a ser el sorpasso que se va a producir en su carrera.
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Quiere dejar el reggaetón

>De bomba en bomba y tira porque le toca. El cantante de La nueva escuela ha confesado que va a dejar le reggaetón, pero no os asustéis, no va a dejar la música. Lo único que quiere hacer es reinventarse y poder producir el sonido que siempre le ha representado, desde que era un niño de Pan Benito.
«Yo ya no tengo nada que demostrar. Por eso ahora quiero hacer flamenco y dejar de lado el reggaetón», revela ante un Pablo Motos que se quedaba atónito cuando el madrileño le confesaba otro sueño que todavía no ha cumplido.
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Quiere ganar un Goya

>Como lo leéis, Omar Montes quiere se actor. Bueno, en verdad lo que confesado el ganador de Supervivientes es que, «me veo ganado un Goya«. Una cuestión que ha asombrado al Motos, no tanto por sus intenciones si no por el comentario que ha hecho el cantante después: «¿No lo ganó Mario Casas?», apuntó entre risas.
Y claro, el presentador tuvo que seguir con el programa aunque lo que no intuía es que el momento más embarazoso de la velada vendría unos minutos después mientras se repartía la tarjeta de los seis mil euros.
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¿Se ha pasado de gracioso en El Hormiguero?

>En este punto del programa se hace una llamada aleatoria y se pregunta, «¿Sabe usted que es lo que quiero?», y si la persona contesta, «la tarjeta de El Hormiguero«, se lleva seis mil euros. Bueno pues cuando cogen el móvil dice Omar intentado ser amable: «Mire, escuche. Ponga usted Antena 3, y no cuelgue, que le vamos a dar un regalito ahora mismo… Que se va a ir usted de vacaciones con su marido«.
Una frase bastante inoportuna, y es que segundos después la señora ha respondido cortante: «No, porque a mí marido lo tendré que sacar del cementerio si me tengo que ir con él«, ha espetado la mujer que, acto seguido, ha colgado el teléfono mientras Motos se tapaba la cara. Han intentado volver a llamarla pero no han tenido éxito.