En el 65 cumpleaños de Isabel Pantoja, la sobrinísima, Anabel, ha pasado una de sus tardes más complicadas en Sálvame. No sabe en qué momento ha desembocado en esto la guerra familiar que desde hace un año mantienen su tía y su primo Kiko Rivera pero solo augura un final posible, y no es el más propicio para recuperar la estabilidad del clan familiar. A lágrima viva, lo ha confesado y nosotros lo recopilamos para que no pierdas detalle. ¡Sigue leyendo hasta el final!
Unas pintadas en Cantora originan el mayor brote de Anabel Pantoja
> Anabel Pantoja sabía que terminaría llorando a lágrima viva en una tarde muy especial para su tía. No ha podido estar con ella pero la ha llevado en su memoria en todo momento. Sálvame enseñaba unas fotografías de las puertas de Cantora donde diversas pintadas se agolpaban en sus muros. Era entonces cuando la protagonista, salía por patas de plató. Carlota Corredera acudía en su búsqueda para ver qué le había pasado.
«Nada, no pasa nada. ¿Puedo salir un rato, como hace todo el mundo, cuando necesita salir, o tengo también que ver las pintadas de mierda?», contestaba ella. «Me he emocionado y no me encuentro bien, me han venido muchas cosas a la cabeza, Me ha removido todo mucho y necesito tiempo, no quiero llorar delante de la cámara. Es muy fuerte todo lo que ha pasado».
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«Yo no tenía ni que estar aquí hoy»
> Anabel ha querido celebrar el cumpleaños de su tía en la distancia y felicitarla con un vídeo soplando las velas de una tarta de cuando ella misma cumplía 33. Años felices para ambas, que difícilmente volverán a repetirse. “Yo no tenía ni que estar aquí hoy. No me he pedido el día porque no hay nada que celebrar», explicaba.
Para añadir. «Si yo estoy mal, no quiero ni pensar en los protagonistas. Estarán mal todos los días, pero hoy es especial. Sé que ella no está celebrando nada. Celebrando la vida y poco más», zanjaba.
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Califica la situación de «surrealista»
> La colaboradora califica la situación vivida como de una auténtica película. No puede entender cómo han llegado hasta ese punto y se lamenta por lo sucedido aunque en su mano no esté la llave de la reconciliación. «Me duele que haya pasado esto porque he crecido allí y ahora he visto a mi familia en un juicio por lo que todo esto me parece surrealista», confiaba al público mientras no dejaba de sollozar. Era entonces cuando se le escapaba el desenlace que podría tener toda esta trama por parte de la tonadillera.
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«Me duele que pueda ser el principio del fin»
> «No quiero perder a ninguno y no tengo la culpa de lo que ha pasado. Les quiero y me van a tener, unos y otros. Seremos una familia marciana, pero he pasado momentos muy bonitos. Me duele que pueda ser el principio del fin. Me da pena todo en general», suelta sin saber que es un bombazo a punto de dinamitar. Anabel sabe algo que Kiko Rivera no, y es la intención de la Pantoja en no dar su brazo a torcer.