Los aros de cebolla son una de esas pequeñas delicias que nos ha traído la llamada ‘cocina rápida’. De ahí que a continuación vamos a mostrar cómo hacer una de las muchas recetas a las que dan pie, hechos con cerveza y con la que a buen seguro que siempre se acierta con cualquier invitado que se pueda recibir por sorpresa en casa. El secreto principal para que salgan perfectos es el rebozado y el ingrediente estrella es la cerveza, que ayudará a darles el toque crujiente a la vez que conserva mejor los sabores de la preparación. Además, es muy sencilla de preparar, por lo que no será necesario pasar mucho tiempo en la cocina.
El inventor de los aros de cebolla

No está muy claro quién inventó los aros de cebolla, aunque sí se sabe que en 1933 el diario estadounidense New York Times publicó un anuncio que contenía esta receta. Pese a ello, la cadena de comida rápida Pig Stand (1921), conocida en Estados Unidos por sus sándwiches de cerdo, se atribuyó la receta de los aros que consistía en sumergir en harina y leche las cebollas cortadas, luego freírlas. Fuera quien fuera el inventor, lo cierto es que el autor nos descubrió una guarnición digna de estar en platos de comida callejera para dar una explosión de sabor al paladar con una forma distinta de comer la cebolla sin tener que llorar.
Ingredientes de los aros de cebolla con cerveza

La receta de estos aros de cebolla con cerveza ha quedado clara que es muy sencilla, y por tanto tampoco hay mucha dificultad para encontrar sus ingredientes. Para hacerla bastaría con tres cebollas grandes, 150 gramos de harina de todo uso, 250 ml de cerveza negra, un huevo, 5 gramos de polvo de hornear, 7 gramos de paprika, ajo en polvo, sal, pimienta y, cómo no, aceite de oliva.
Primeros pasos

El primer paso para hacer los aros de cebolla con cerveza sería el de cortar la cebolla en rodajas de 1 centímetro de grosor. Aquí puedes utilizar las más grandes y reservar para otra receta las más pequeñas, eso a gusto del consumidor. Después de eso, y en un recipiente pequeño, hay que abrir y batir el huevo. Se vierte la harina en un bol junto con el ajo en polvo, la paprika, sal y pimienta, y se remueve y añade el huevo batido. A continuación se agrega la mitad de la cerveza negra y licúa o bate manualmente con varillas. En caso de que le falte humedad hay que ir corrigiendo incorporando más cerveza.
Finalización de la receta

Para finalizar los aros de cebolla perfectos hay que intentar conseguir una consistencia homogénea y cremosa. Una vez hecha se lleva al refrigerador la mezcla y los aros de cebolla durante unos 15 minutos, y, terminado el tiempo, se sacan los aros de cebolla y se secan suavemente con una toalla de papel o un pañuelo limpio. El siguiente paso sería precalentar una sartén con abundante aceite de oliva y agregar media taza de harina en un recipiente seco para enharinar cada aro de cebolla. Después, se sumerge el aro en la mezcla que preparamos anteriormente y se lleva directo a la sartén cuando esté caliente el aceite (no humeando). Hay que dejar que se cocine dos minutos de cada lado o hasta que esté doradito, hacer lo mismo con el resto de aros.
Cómo hacer que la receta sea sana

Lo mejor de comer aros de cebolla es que se puede preparar la salsa que uno quiera para acompañarlos. Además, si quieres que los pequeños de la casa disfruten de esta receta pero no te atreves por aquello de la cerveza, también se puede sustituir ésta por leche. Y para todos aquellos que estén en contra de la llamada «fritanga», sobre todo los amantes de la comida saludable o los que tienen la dieta muy presente a diario en sus vidas, hay que indicar que los aros no tienen por qué prepararlos con aceite. Gracias a los avances en pequeños electrodomésticos, hoy en día también se pueden hacer en freidoras de aire, que no requieren de aceite, o en el horno de cualquier hogar. Ambas herramientas de cocina permitirán que tus aros de cebolla conserven un delicioso sabor, y sean verdaderamente sanos. Una versión 100% ligera que vale la pena probar en cualquier momento del día, incluso en la noche, porque además con esta opción nadie se ve en la necesidad de usar harina de trigo, sustituyendo el aceite tradicional por unas gotas de oliva.