Por mucho que cada vez haya menos frutas «de época», la sandía si con alguna se relaciona es indudablemente con el verano, quizá no haya ninguna que represente mejor esta estación. Ya sea en casa, en el jardín, en el campo o en la mismísima playa, las imágenes de gente degustándola, tanto con tenedor o cuchillo como simplemente con los dedos, pringándose bien las manos, la cara y hasta el pecho, se repiten con suma frecuencia. Esta cucurbitácea tiene un sabor refrescante que se agradece en un tiempo en el que el calor aprieta. Hasta ahora la habíamos comido a cubos, tajadas, en gazpacho, ensalada o incluso marinada con un poco de lima, chile y sal, por lo que ya tocaba comerla asada en una ensalada.
La sandía, como el jamón

Imaginar comer sandía asada no suele ser muy habitual, pero sí si uno se encuentra con un vídeo de esos que circulan a diario por internet en el que se ve cómo la asaban. La receta en cuestión es de un restaurante neoyorquino que marinaba, deshidrataba, ahumaba y luego terminaba en la sartén la sandía, consiguiendo que tuviera el aspecto de un jamón asado, con sus cortes transversales y todo. Un proceso que duraba una semana, por lo que no es muy aconsejable reproducir el mismo en casa, y menos ahora que a uno no le apetece casi nada pasar mucho tiempo en la cocina. Aquí al menos vamos a ver que es posible y que al final merece la pena por aquello de probar a qué sabe si se come de esta guisa.
Cómo preparar la sandía

Por lo general no es habitual cocinar sandía ni ninguna otra fruta, con excepción de la manzana o hasta con peras, arándanos, fresas, melocotones e incluso plátanos. Para hacerlo en esta ocasión se puede empezar con un simple ‘vuelta y vuelta’ en la parrilla en lugar del largo proceso descrito arriba. Para ello, lo mejor es cortarla a triángulos, manteniendo la corteza para que así no se rompa cuando le demos la vuelta. Con cocinar 2-3 minutos por lado es suficiente y es recomendable hacerlo con el fuego bien alto. El calor carameliza el dulzor de la sandía y le da un ligero toque ahumado, pero si queremos intensificar el sabor, lo mejor es utilizar un poco de azúcar acompañado de otros ingredientes que contribuyan al sabor, como algún cítrico rallado o incluso algún picante, como chile en copos.
El sabor final

El resultado final de cocinar sandía es cuando menos extraño, ya que el cerebro espera ese sabor fresco y dulce de esta fruta y lo que se encuentra por el contrario es uno ligeramente ahumado e intenso. La textura también es diferente, pues la pulpa es más firme que cuando está la sandía cruda y eso contribuye de nuevo a ese choque de expectativas. Pasado el primer impacto, y combinada con la acidez de unas gotas de zumo de lima y la salinidad del queso feta, la cosa cambia y se convierte en una forma interesante de comer sandía, al menos para probar una vez y salirse de lo cotidiano un día de barbacoa.
Ingredientes para prepararla

Para al menos probar una vez en la vida la sandía asada los ingredientes que necesitaremos para hacerla para cuatro comensales serán un kilogramo de la misma, 30 gramos de azúcar moreno, la ralladura de una lima, 75 gramos de rúcula, 75 gramos de queso feta, 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, menta picada al gusto y un puñado de piñones tostados. En esta ocasión muchos de ellos no son habituales en las cocinas, por lo que tendremos que pasar por alguna tienda a comprarlos.
Pasos a seguir

Lo primero para hacer esta receta será cortar la sandía a triángulos, dejando la corteza para que cuando se la de la vuelta a la pieza no se pueda romper. Después, en un bol, se mezcla el azúcar moreno y la ralladura de lima, y se distribuye la mezcla por encima de la sandía. A continuación se pone una parrilla al fuego y, cuando esté muy caliente, se la añade la sandía y se cocina la misma entre dos y tres minutos cada lado. Hecho esto se retira a un plato y se deja que enfríe un poco. Para servirla lo mejor es hacerlo sobre una base de rúcula y distribuir queso feta desmigado por encima. Se debe aliñar con aceite de oliva virgen extra, unas gotas de zumo de lima, menta picada y piñones.