Rumanía siempre ha sido un país económico para viajar, pero en este 2022 se ha convertido en uno de los destinos más económicos para viajar en Europa, según muestran los datos de Eurostat. Los datos que le sitúan al frente de este ranking, tal y como informa Economica.net, serían que cuenta con los alimentos más baratos de la UE, así como que el ocio y la cultura son un 41,6% más bajos que el promedio de la Eurozona. Sin duda detalles para tener muy en cuenta, sobre todo para los que buscan viajar con poco presupuesto. Su moneda es el lei, aunque sus siglas en los mercados internacionales de moneda son RON. En estos momentos, febrero de 2022, al cambio un euro equivale a 4,95 leis.
Un país de tradiciones
A este país siempre se le ha relacionado con los crudos paisajes montañosos de Transilvania y la leyenda de Bran Stoker, así como con sus iglesias de madera surcadas de campanarios góticos, sus campos de girasoles, los cascos antiguos de sus ciudades o el bullicio y el encanto decadente de Bucarest. Sin duda que son atractivos para visitarlo, pero ahora también lo es lo barato que resulta alojarse en él. Aunque, como en todos sitios, el precio fluctúa mucho dependiendo si uno se aloja en un hostal, hotel o apartamento turístico, así como si lo haces en la capital o ciudades principales o en zonas rurales y pueblos, que son mucho más económicos, lo cierto es que se puede encontrar apartamentos completos por 35 euros la noche e incluso, habitaciones de hotel en Booking por 20 euros al cambio.
Comer barato en el país
En un país como el rumano la influencia alemana y húngara, así como la turca, está muy presente a la hora de elaborar la mayoría de sus platos típicos aunque que sin embargo no eclipsan a los deliciosos platos locales de gran personalidad como son las sopas o las carnes. Lo mejor de todo es que un menú del día en un restaurante normal apenas cuesta 5 euros por cabeza, y, si quieres darte a la bebida, medio litro de cerveza nacional te costará 1,21 euros. Sus precios son baratos hasta en restaurantes de comida rápida como McDonald’s, donde un menú completo viene a costar 4 euros, casi la mitad de lo que supone visitar unos establecimientos en España. Hay que tener en cuenta que allí el salario mínimo mensual está fijado en la actualidad en 515,3 euros.
Vuelos baratos
Viajar a un país como Rumanía tampoco es excesivamente caro, ya que según el blog de viajes Mi siguiente viaje se pueden encontrar vuelos baratos desde España a Bucarest a partir de unos 140 euros ida y vuelta, en la temporada alta de verano, y desde 70 euros ida y vuelta en temporada baja. Una vez en la capital no hay que dejar sin ver su bonito casco viejo de finales del siglo XIX, con edificios de inspiración francesa que provocaron que a la capital rumana se la conozca como la «Pequeña París«. Sus construcciones arquitectónicas están ligadas a los últimos años del comunismo, con bellísimos parques y gran multitud de iglesias ortodoxas. Como monumentos destacados en Bucarest destacan la Plaza de la Revolución, el Arco del Triunfo, el barrio de Lipscani, la ópera o el Palacio del Parlamento.
Sibiu
Si uno quiere viajar por el país debe pararse en Sibiu, una hermosa ciudad rumana que se encuentra en la región de Transilvania y desde la época medieval ha sido el centro de la minoría alemana del país. Además de contemplar sus tejados con ojos, hay que pasear por su Piata Mica o plaza pequeña y su Piata Mare o plaza grande, cruzar el puente de las mentiras, subir a la torre del ayuntamiento para admirar las vistas, acceder al bello interior de su Iglesia Católica Romana y callejear por los colores de ensueño de su ciudad baja. Si se va en coche lo mejor es aprovechar para atravesar los Cárpatos por la carretera Transfagarasan, considerada por sus viajeros como una de las más bonitas de Rumanía.
Monasterio de Bucovina
Otra parada obligatoria si se visita el país son los Monasterios de Bucovina, dispersos por dicha región y decorados con coloridos y característicos frescos de inspiración bizantina, o la región de Maramures, salpicada de iglesias de madera, muchas de ellas también consideradas Patrimonio de la Humanidad. Otro secreto bien guardado es Viscri, una pintoresca aldea rumana donde poder acercarse al ancestral estilo de vida rural de Transilvania. El pueblo, con unos 300 habitantes, se conserva prácticamente idéntico al del siglo XII, y en él hay que detenerse en su antiquísima iglesia fortificada, sus tiendas de artesanía, las casitas de colores o las ocas correteando por las calles te guiarán por un mundo sin coches, donde podrás comprar gigantescas hogazas de pan elaboradas por sus lugareños y acudir a su museo. Como se ve, muchas cosas hay que hacer en Rumanía.