El gran dilema de si colesterol bueno o malo es algo que cada vez preocupa a más gente. No es lo mismo que estén elevados los índices del primero, el HDL, que protege y evita que el otro se adhiera a las arterias y las obstruya, que lo estén los del LDL, ya que en ese caso tu salud estará en serio peligro. Aunque la Organización Mundial de la Salud precisa que el 80% de las enfermedades cardiovasculares podrían evitarse con una dieta saludable, aquí te vamos a dar unos consejos añadidos para aumentar «el bueno» ya que lo mejor siempre es prevenir.
Mucha fruta para tener colesterol bueno

Como en general para nuestra salud, el colesterol bueno puede mejorar si incluimos en nuestro desayuno alguna pieza de fruta, en especial frutos del bosque como pueden ser las frambuesas, los arándanos o las moras, ya que todos ellos contienen antocianina, una sustancia que les da esta coloración y que además aumenta el HDL. Otra fruta que también podríamos tomar serían las manzanas, ya que éstas llevan pectina, un tipo de fibra que mejora los mecanismos de absorción de las grasas y controla el colesterol malo.
Intentar rebajar el estrés

Los expertos han comprobado que para mejorar el colesterol bueno no hay otra cosa mejor que cuidarse un poco. Ellos son los que han demostrado que el estrés aumenta los niveles del malo y por el contrario rebaja los del bueno, por lo que todo lo que sea relajarse, ya sea con un masaje, una sauna, hacer deporte, meditar, practicar yoga, o hasta cantar y bailar con tus amistades puede contribuir a controlar todos los niveles de tu colesterol.
Comer aguacate

Dentro de los alimentos a ingerir para mantener el colesterol bueno estaría el aguacate, principalmente por su grasa monoinsaturada. Los expertos recomiendan comer uno al día sustituyendo a otras grasas saturadas, aunque, eso sí, las personas con sobrepeso solo deberían comer un cuarto de aguacate al día. Además, como es rico en vitaminas del grupo B y en magnesio, nos ayudará a tener una buena salud del sistema nervioso central con lo que nos será más fácil controlar el estrés, gran enemigo del sobrepeso y del colesterol malo.
Tomar lecitina y vegetales naturales

Para que nuestro colesterol bueno lo sea realmente es recomendable tomar lecitina de soja, principalmente por que aporta fosfatidilcolina, sustancia que puede hacer mejorar tu HDL. Para multiplicar su efecto, se pueden añadir copos de avena, que llevan avenasterol, otra sistancia anticolesterol. De igual manera es bueno tomar esteroles vegetales naturales, que son un tipo de grasa vegetal que puede frenar la absorción del colesterol y que están presentes de forma natural en frutas, verduras, frutos secos, legumbres y en aceites vegetales.
Ejercicio físico

Por supuesto, siempre es fundamental para tener un colesterol bueno el hacer ejercicio, sobre todo porque es un excelente aliado contra el malo y porque, según un estudio de la Universidad de Ochanomizu, puede además reducir hasta un 7 por ciento la enfermedad cardiovascular. Si al menos hacemos 40 minutos diarios, el beneficio será mucho mayor, sobre todo si se trata de una actividad aeróbica. Este punto iría ligado al de evitar el sobrepeso, porque los kilos de más van acompañados de triglicéridos almacenados en forma de grasa corporal.
Comer jamón ibérico

Si hasta ahora el mejorar tu colesterol bueno no influía en tu bolsillo, con esta recomendación quizás sí, y no todo el mundo podrá poner en práctica esta recomendación. Y es que es bueno comer jamón ibérico, porque sus grasas son más parecidas a las del aceite de oliva que a otras grasas animales, y tienen por tanto numerosos beneficios para la salud. Según los expertos sus el hacerlo conlleva efectos cardiosaludables que incrementan el HDL.
Comer huevos

Mucho más económico para tener bien el colesterol bueno es comer huevos, aunque también los puedes mezclar con el jamón ibérico. Por mucho que su yema contenga 185 mg de colesterol (se pueden tomar hasta 300 mg al día) también tiene lecitina, que ayuda a metabolizar correctamente las grasas. Lo recomendable es tomar entre 3 o 4 a la semana, ya que hay estudios recientes que precisan que su consumo no eleva el colesterol sanguíneo, ya que el propio huevo contiene unas sustancias que bloquean parte de su entrada en el organismo.