La revista ‘Love’ lleva en portada esta semana una imagen de la infanta Cristina bajo un titular que reza: «Radiante en su regreso a Madrid. ¿Es acaso la hermana de Felipe VI considerada como una mujer poco agraciada? No es la primera vez que tanto esta como otras cabeceras de la crónica social han hecho hincapié en que la hija del rey Juan Carlos habría perdido -o ganado, según la etapa- imagen con el paso de los años. A continuación demostramos con fotografías que la Cristina fue y es una mujer atractiva.
«Infanta Cristina, radiante en su regreso a Madrid», titula revista ‘Love’
La imagen de la infanta Cristina ha sido duramente criticada a raíz de salir a la luz el Caso Nóos. Los muchos tensos momentos y fuertes quebraderos de cabeza han propiciado un evidente desgaste físico que a la hija de Juan Carlos I le ha pasado factura de forma física: una imagen menos cuidada y desaliñada, en ocasiones raíces capilares, ojeras, bolsas, arrugas marcadas o simplemente salir a la calle sin maquillar y peinar.
Esta imagen fue tomada hace escasos días en el memorial de su abuelo Juan de Borbón, padre del rey Emérito, por el 25 aniversario de su muerte. De riguroso negro pero peinada y retocada con base de maquillaje y un toque de color en los labios, la infanta Cristina ha vuelto a despertar el brillo y la belleza que siempre le ha caracterizado. Porque sí, Cristina de Borbón es una mujer atractiva y tenemos las pruebas…
La infanta Cristina recuerda a la bella Lady Di
La infanta Cristina nos recuerda de joven a la bella Lady Di: fina, elegante y rubia natural; su imagen años atrás estaba estudiada al milímetro. A una muy temprana edad, Cristina se enamoró de su a día de hoy marido. Iñaki Undangarin ejerce una fuerza que la deja siempre a su lado. El propio Rey Juan Carlos I ofreció a su hija la posibilidad de ser perdonada por sus actos. Solo tenía que firmar un divorcio pacífico y romper así la relación con un imputado, inculpado y condenado. Pero el amor siempre triunfa, o eso dicen.
A raíz de este escándalo, la infanta Cristina ha ido perdiendo brillo y, para algunos, también salud y belleza. Pero todo cambió: La familia y la visión de verse sola con sus cuatro hijos mantuvieron a la infanta Cristina al pie del cañón. Escogió el amor que sentía por su marido, no se lo pensó dos veces y acabó con toda posibilidad de divorcio al instante.
La comentada descompensación física entre la infanta Cristina e Iñaki
Urdangarin siempre ha sido el Dios griego de Cristina. Desde el momento en que lo vio en su etapa como deportista de élite nunca le ha quitado ojo. Cristina se enamoró de ese cuerpo cuidado y de esos ojos azules. Un vasco grande y fuerte que sabía jugar a balonmano tan bien como a otras cosas.
Si vemos las facciones de Iñaki, alto, rubio y ojos azules nos puede recordar el Rey Felipe VI en algunas ocasiones. El hermano real de la infanta Cristina siempre fue un ejemplo a seguir. Como infanta de España e hija de Rey, Cristina no lo tuvo fácil a la hora de entablar una relación con Urdangarin. Lo dio todo para que finalmente fuera suyo para siempre y lo ha conseguido. De hecho, el comentario incesante de que él es mucho hombre para ella siempre ha circulado por las calles y las redacciones. Con esta foto demostramos que la infanta Cristina es igual de atractiva que Iñaki.
La infanta Cristina y sus secretos de alcoba
El peluquero de la infanta ha desvelado en más de una ocasión qué es lo que mantiene a Cristina junto a Iñaki en todo momento. Ir a casa de la familia y encontrarse a Urdangarin en calzoncillos por casa, se dice, que es lo habitual. Y es que un cuerpo de deportista de élite, con los abdominales marcados y unas buenas piernas que encandilaron en todo momento a la hija pequeña del Rey Emérito, según fuentes cercanas a Casa Real.
Nosotros preferimos definirlo simplemente como la pasión que siente Cristina por su marido, algo totalmente entendible y lícito. Y a la vez algo que, con el paso de los años, se ha demostrado que es mutuo.
¿Volverá a ser de nuevo Cristina de Borbón una mujer coqueta?
Hay voces que han apuntado que la relación entre la infanta y su marido prosiguió gracias a las llamadas que se hacían de jóvenes a la oficina. De esta manera ambos se evitaban levantar sospechas o dejar rastro de su relación. Escuchar sus voces y recordar los instantes que pasaron juntos consiguió mantener la relación a flote. Algo de lo que hasta ellos mismos dudaban, a juzgar por lo que se intuye en unos correos electrónicos entre ellos que fueron descubiertos por la prensa y revelados en medios nacionales.
Años de pasión a la sombra de un trabajo que, además de problemas, le lanzó a los brazos de su fiel mujer. Urdangarin jugaba a dos bandas, era el marido fiel y el que actuaba por detrás de la ley. Para la corona también se postulaba como el buen yerno, pero resultó ser el peor que ha conocido la Casa Real. Ahora, a punto de convertirse en el primer miembro de la Casa del Rey en pisar una cárcel, ¿logrará la infanta Cristina pasar este duro golpe y volver a ser una mujer libre de culpas, coqueta y presumida?