Melyssa Pinto quedó finalista de Supervivientes 2021 junto con Gianmarco y Olga Moreno, pero tras su paso por el programa, ahora ha desvelado todas las secuelas físicas y psicológicas que le ha dejado su vida en Honduras. La exparticipante de La Isla de la Tentaciones no está pasando por su mejor momento y ha querido explicárselo a sus seguidores.
Si quieres conocer la nueva vida de Melyssa después de su paso por Supervivientes 2021, todo lo que ha vivido antes y después de convertirse en una persona mediática, sigue leyendo.
¿De dónde es Melyssa Pinto?

Melyssa Pinto es diseñadora e influencer de Barcelona. Y antes de su paso por La Isla de las Tentaciones y Supervivientes, Melyssa participó en el también programa de Telecinco Mujeres y Hombres y Viceversa, donde conoció a Tom Brusse.
Sin embargo, Melyssa entró en el programa de Mujeres y hombres y viceversa como pretendienta de Alberto Santana. Aunque después se convirtió en tronista y Tom acudió al programa con un único objetivo: conquistarla. La pareja abandonó el programa juntos y se trasladaron a vivir a Marrakech.
Melyssa en La Isla de las Tentaciones

Tras ocho meses de relación Melyssa y Tom Brusse, a quien conoció en el programa Mujeres y Hombres y Viceversa, decidieron embarcarse en La Isla de las Tentaciones para poner a prueba su relación. Entraron en el reality para ver la confianza y los problemas de celos que tenían en su pareja.
Pero tal fue la sorpresa que Tom Brusse acabó liándose con Sandra, con quien incluso tuvo relaciones sexuales, y engañando a Melyssa mientras ésta solo veía las imágenes de su novio siendo infiel y lloraba.
La pareja se rompió tras su paso por La Isla de las Tentaciones, donde Melyssa se fue del programa sola y muy orgullosa de si misma y Tom abandonó la isla con Sandra.
Melyssa en Supervivientes

La exparticipante de La Isla de las Tentaciones consiguió meterse en el papel de náufraga tras pasar tres meses de concurso en Honduras, lugar que no puede evitar echar de menos ahora. Pero donde también tuvo que encontrarse con su expareja, Tom Brusse, aunque al final consiguió solucionar todos los problemas con él y la joven catalana llegó a la recta final.
La joven quedó como tercera finalista de Supervivientes 2021 en Honduras.
La actual vida de Melyssa Pinto

Melyssa no está pasando por su mejor momento tras pasar por el reality de Telecinco Supervivientes. Lo afirmó en El programa del verano diciendo, entre lágrimas, que echaba de menos Honduras.
La finalista de Supervivientes 2021 ha ido más allá y ha explicado a sus seguidores por qué le está costando tanto adaptarse a la rutina y cuáles son las secuelas físicas y psicológicas más importantes por las que está pasando.
Cómo ha afectado Supervivientes a su relación amorosa

Melyssa tiene una relación sentimental con Sergi, su novio antes del programa y con el que sigue actualmente, pero ha confesado que también ha afectado su paso por Supervivientes en su convivencia en pareja. ‘Tenemos algún rifirrafe, yo estoy en un momento en que necesito mis momentos de soledad y me agobio con facilidad por cualquier cosa’, comentaba la joven catalana.
‘Le quiero mucho, agradezco toda la paciencia que está teniendo conmigo porque hay veces que me pongo un poco intensa’, agregó sobre Sergi.
Secuelas físicas de Melyssa por su paso en Supervivientes

Una de las secuelas físicas que padece son los gases y que se le hincha la barriga cuando come, pero esto es algo que los médicos ya le advirtieron. ‘Al volver a comer de nuevo otra vez con normalidad y el intestino al no estar acostumbrado a comer otros alimentos que no fueran arroz, coco y almendras, la barriga se hincha bastante‘, aclaró.
Además, tras estar más de 100 día en Supervivientes, la joven estuvo toda la experiencia del programa sin tener la menstruación, algo que poco a poco ha conseguido recuperar. Y otro problema es el tema alimenticio, ya que reconoce que está ‘obsesionada’ con el dulce. ‘He creado una obsesión con el dulce y ahora me tengo que pasar el día comiendo dulce’, aseguraba.
Secuelas psicológicas de Melyssa por su paso en Supervivientes

‘Estoy muy bien, pero sí que es verdad que me ha costado un poquito retomar mi vida‘, decía la tercera finalista de Supervivientes. El motivo que da la catalana es que en Supervivientes lo único que tenía que hacer era pescar, coger leña y hacer fuego, por lo que su vida actual ahora le parece ‘bastante estresante’.
Otras secuelas que le ha dejado la isla de Honduras son clave. ‘Tengo algunas secuelas, como por ejemplo que voy por la calle y me apetece tumbarme en el suelo, y es un problema. Le dije a mis amigas que me quería tumbar en el suelo y lo hice, en el paseo marítimo‘, comentaba. Además, algo que sigue viendo normal la ex superviviente es ‘bajarse los pantalones y hacer pis’ en cualquier lugar, como hacía en Honduras, aunque ha confesado que no ha llegado a hacerlo.
Secuelas psicológicas de Melyssa por su paso en Supervivientes 2021

De llevar una vida tranquila y relajada en una isla casi desierta, ahora Melyssa tiene que hacer frente a la rutina, el trabajo y la vida social, algo que se le está haciendo cuesta arriba. ‘Me repercute en que ahora necesito mis momentos de soledad, cuando todo el mundo quiere verme. Necesito mucho mi espacio‘, asegura.
Melyssa dice que tiene ‘el síndrome de Estocolmo. Quiero volver a estar en Honduras, y volver a pescar. Echo mucho de menos esas sensaciones, los juegos, las recompensas y esas ganas de conseguir comida’.
La concursante también ha revelado que habla a menudo con lo que fueron sus compañeros en la isla, Olga Moreno, Gianmarco Onestini, Lola, Tom Brusse y Carlos Alba.