El cachopo ya no solo es un plato típico de la cocina asturiana sino que empieza a ocupar un lugar importante en los restaurantes y cocinas caseras de toda España. Eso sí, para que siga gustando tanto y ganando aún más popularidad hay que pillarle el punto para que, tras rebozarlo y freírlo, no quede seco. La receta tradicional de este plato se hace con una base de un filete de ternera relleno de jamón y queso (con todas las variedades de éste último), aunque también se pueden meter otros ingredientes, como pimientos. Después se tiene que empanar y freír, y a continuación vamos a intentar mostrar cómo se deben hacer correctamente estos dos pasos para hacerlo correctamente.
Trucos del relleno del cachopo

Antes de ver cómo freír y empanar el cachopo hay que tener en cuenta otros aspectos fundamentales. Lo primero de todo sería tener en cuenta que el relleno debe ser equitativo, no debe haber más jamón que queso y viceversa, ya que descompensaría los sabores. Entre los filetes hay que poner una capa de queso, otra de jamón y una última de queso. Una vez que esté preparado el relleno, hay que marcar los bordes del filete con un tenedor para que no se salga. El siguiente paso es rebozarlo. Para ello, hay que empapar el filete en harina, huevo y pan rallado. Es importante que se siga este orden porque sino el rebozado no va a quedar bien compacto. Se puede utilizar cualquier tipo de harina, ya que no va a afectar al sabor del cachopo e incluso puede darle un toque más sabroso al plato.
Elegir bien el filete del cachopo

Si importante es el relleno del cachopo, más aún es la clase de ternera que elegimos para el mismo. La parte más adecuada de la vaca para hacerlo es la tapa. En esta zona, la carne es muy jugosa y se sacan filetes de gran tamaño. Si no hay, también se pueden utilizar otras partes del animal como la babilla o la cadera. Lo ideal es que se saquen unos filetes de unos 20 centímetros de ancho por 30 de largo. Antes de todo, se puede echar un poco de sal a la carne, aunque sin pasarse ya que el jamón ya contiene mucha sal. Para que los filetes estén blandos se deben golpear con un cazo o una cuchara sopera para romper sus fibras. El siguiente paso es cuadrar las dos piezas para evitar que se salga el queso. Si hay una parte más grande que otra, lo mejor es cortarla con tijera para igualarla.
Trucos para freírlo

Antes de freír el cachopo es muy recomendable dejar que el rebozado repose durante media hora. Envuelto en papel film, se puede dejar en la nevera para que se asiente y, de este modo, no se despegue en la fritura. Pero, si no se dispone de mucho tiempo, también puede uno saltarse ese paso y tener más cuidado a la hora de freír el filete. Lo siguiente que se debe hacer es freír el cachopo en una sartén amplia. El aceite más recomendado es el de girasol con alto oleico porque la carne lo absorbe muy poco, no le aporta ningún sabor y soporta muy bien las altas temperaturas. El aceite de oliva le va a dar un sabor mucho más intenso al cachopo. Es importante que el aceite no esté muy usado, ya que el rebozado se va a oscurecer y va a coger otros sabores extraños.
Errores al freírlo

Vital también en esta receta de cómo hacer un buen cachopo es que la carne debe flotar en el aceite y entrar perfectamente en la sartén. Si no dispones de un recipiente tan grande puedes freír el cachopo en una paellera. No metas el filete antes de que el aceite esté caliente porque el rebozado no va a quedar crujiente y probablemente quede untuoso.
El tiempo para que quede jugoso son unos 5 minutos. No olvides darle la vuelta para que se haga los mismo por los dos lados. Cuando el rebozado coja un color dorado, puedes sacar el cachopo y ponerlo en un papel absorbente. Déjalo reposar durante unos 3 o 4 minutos en el papel para que se le quite todo el exceso de aceite.
Comer inmediatamente

Una vez preparado el cachopo, la última recomendación para que se quede duro es que se coma justo después de hacerlo, ya que al recalentarlo, el plato va a perder cualidades como el crujiente del rebozado y puede llegar a saber como un chicle. Además, el filete se pondrá como la suela de un zapato y el queso se quedará duro. Tampoco se recomienda congelarlos, ya que una vez que está frito todo va a perder cualidades. El pan rallado puede revenirse y lo vas a notar a la hora de comerlo. Un cachopo es para degustarlo recientito.