El cocido es uno de los platos más típicos de la gastronomía española y, sin duda, uno de los más conocidos internacionalmente, ¿pero con qué vino acompañarías este gran plato? Muchos expertos difieren en qué tipo de vino va con cada plato, pues en cada región de España hay un tipo de cocido y ninguno es igual, pero todos coinciden en una cosa: están para chuparse los dedos.
Si te has preguntado cuál es el mejor vino para maridar un cocido o quieres conocer de primera mano todos los tipos de este plato que existen por toda la geografía española, no te lo pienses más y sigue leyendo este artículo. Seguro que en las fiestas navideñas algún cocido cae y siempre es bueno saber qué tipo de acompañamiento necesita, sobre todo si es una comida en familia.
Tipos de cocidos en España

La gastronomía española es una de las más ricas del mundo, desde la dieta mediterránea, el uso del aceite, el jamón ibérico y un sinfín de platos y alimentos de la mayor calidad. Con estos orígenes, no es de extrañar que uno de los platos más típicos de España sea el cocido y tenga tantas variantes según el territorio.
Desde el cocido madrileño, el montañés y el andaluz, pasando por el escudella, el lebaniego, el maragato o el pote. Sin olvidar del Lalín, la olla podrida, el rasol o el típico canario sancocho. Todos tienen algo especial y son típicos de muchas partes del país. ¿Cuál es tu favorito?
Cocido madrileño

Según dicen los rumores, el cocido madrileño era el plato favorito de Alfonso XIII, así que es normal que se haya convertido en una de las recetas más internacionales de la gastronomía española. Esta combinación de garbanzos con verduras como el repollo, la cebolla, el nabo y la zanahoria, junto a carnes como el morcillo, el tocino, el chorizo, la morcilla o el jamón, dan lugar a una sopa exquisita y con un acompañamiento muy jugoso.
En un plato servido en tres tiempos con diferentes texturas y alimentos es difícil elegir un buen vino que lo acompañe. Pero la mejor elección sería un Mencía, uno de los vinos más equilibrados, aromáticos y aterciopelados para combinar con el suave sabor de los garbanzos y las verduras con la grasa animal. Otra opción es acompañarlo de un vino Dehesa Valquejigoso, un vino de autor original de Madrid.
Cocido montañés

Uno de los pocos cocidos donde el ingrediente principal no es el garbanzo si no la alubia blanca es el cocido montañés. Con la berza como única verdura y el compango (chorizo, tocino y morcilla) junto con las costillas del cerno, da lugar a este plato único. Este cocido lo puedes maridar con un verdejo sobre lías, de acidez suave, frutal y con un buen final para limpiar la grasa de las papilar gustativas, y que además ayuda a hacer la digestión.
Cocido Lebaniego

En Cantabria está también su versión con garbanzos, el cocido Lebaniego, con ternera y que puedes acompañar con una copa de vino de la zona de Potes. Un vino típico cántabro, con un toque de magia de la alta montaña es un vino tinto de uvas de la variedad de Mencía que se elabora artesanamente, pisado en la bodega y fermentado en tinos de madera.
Cocido maragato

En tres vuelcos este cocido es al revés que el madrileño. Primero se hacen las carnes, más tarde las verduras y se termina con la sopa. Existen muchas teorías sobre por qué se come el cocido así: debido al duro trabajo de los maragatos o debido a las invasiones napoleónicas durante el siglo XIX. Pero lo único cierto es que está delicioso y más si se marida con Mencía, una uva clásica de El Bierzo, con vinos como el Valtuille o el Godelia, que con una versión pura y joven de la Mencía.
Olla podrida

La princesa de los cocidos para Calderón de la Barca, y como decía también Sancho Panza, ‘mientras más podridas son, mejor huelen’. Una combinación perfecta de carnes de oreja, panceta, costilla, chorizo y morcilla con su ingrediente secreto, las alubias Ibeas. Esta legumbre se cuece junto a las cebollas, los puerros, las zanahorias y los pimientos. Acompañado con un vino Tempranillo de Ribera del Duero de la zona de los Ferratus, Malacuera, Viña Pedrosa, Abadia de San Quirce o Epifanio Rivera. Un vino roble, un vino fresco y muy amable, carnoso, y con finas notas de roble, con un toque balsámico y mineral que no pierde los matices frutales.
Puchero andaluz

La gran peculiaridad de esta receta original es que se mezclan dos tipos de legumbres, los garbanzos y las habichuelas, para combinarlas con patata y calabaza. Se le añade también algo de carne para hacerlo más sabroso, por ejemplo, el morcillo, el tocino, las costillas, el chorizo o la morcilla. Queda estupendamente acompañador de un vino tinto del Condado de Huelva, que es todo un guiño para los sentidos porque es fresco, joven y sutil.
¿Cuál dicen los expertos que es el mejor vino para un cocido?

La mayoría de los expertos gastronómicos y sommeliers coinciden en que el mejor vino para acompañar un cocido es el tinto por el equilibrio que aporta entre el plato y el vino. Aun así, al ser un plato que se sirve en varias veces, un vino tinto iría perfecto con el plato principal de verduras y carnes, pero la sopa es otro mundo.
Así, el mejor maridaje para la sopa sería un amontillado en rama Cruz Vieja, con seis años de crianza. Este vino procede de Jerez y es un palomino fino de crianza biológica bajo velo de flor. Aunque el cocido está maridado perfectamente con un vino tinto, tiene que ser uno de cuerpo medio, que no tenga muchas crianza en roble. Si tiene muchas especias el cocido es mejor utilizar un vino rosado de Navarra, por ejemplo.
Aun así, cada uno es libre de elegir el vino con el que acompañará la sopa del cocido, las verduras y la carne. ¿Qué vino elegirías tú?