10 años después de sentarse por primera vez en el banquillo por el Caso Malaya, Isabel Pantoja ha regresado a los juzgados de Málaga. La tonadillera revive de nuevo su peor pesadilla, hacer el paseíllo hacia el Juzgado de lo Penal número 5 de la ciudad de la Costa del Sol. Lo hace para prestar declaración ante el juez, acusada de un presunto delito de insolvencia punible, por el que podría enfrentarse hasta a 3 años de prisión y una multa que ascendería a 11.000 euros. De riguroso luto y acompañada de su hermano Agustín Pantoja, ha vuelto a hacer ese camino que seguro que no pensaba que volvería a tener que hacerlo jamás…
Rodeada de agentes de la Guardia Civil que han protegido a la cantante de los medios
> A pesar de que se especuló con que la tonadillera habría intentado por todos los medios anular su comparecencia alegando problemas de salud, incluso se rumoreó con que podría hacer su declaración por videoconferencia, no ha sido posible. La justicia es igualitaria para todos y con la cantante de Marinero de luces no iba a ser menos. Rodeada de agentes de la Guardia Civil, protegiéndola de la enorme nube de periodistas y medios de comunicación que intentaban captar la primeras palabras de Isabel Pantoja, así es como ha llegado a la ciudad de la justicia de Málaga.
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Diez años después, Isabel Pantoja hace el ‘paseillo’ de nuevo para ir ante el juez
> Hace diez años, Isabel Pantoja desfilaba junto a su abogado, José Ángel Galán -ahora fallecido- para declarar por el Caso Malaya. Implicada en esa trama que la salpicó por su relación con el que fuera alcalde de Marbella en aquellos años, Julián Muñoz, sus idas y venidas a este juzgado fueron de lo más comentadas y fotografiadas. Nadie se esperaba que, tras una década y sobre todo, tras su comentadísimo ingreso en prisión, veríamos a la cantante de nuevo aquí. Acompañada esta vez por su hermano, Agustín Pantoja, ambos han vestido de negro. Un rigoroso luto que podría vaticinar de nuevo otra caída más de la cantante frente a la justicia.
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El nombre de su hermano Agustín sale a relucir: «Le firmo el poder ese para liquidar lo que se debiese»
> Tras un retraso de media hora y alguna pausa por los problemas de sonido en la sala, Isabel Pantoja ha declarado. Destrozada, mirando al cielo y haciendo numerosas pausas para enjugar sus lágrimas, la tonadillera se ha enfrentado a las preguntas de la acusación. Su letrado no le ha hecho ninguna. Tal y como ha declarado Isabel Pantoja, ha empezado con que ella «no entiende de papeles» y que a pesar de ser ella la administradora de la sociedad, desconoce los «beneficios y las deudas que ha dado esta empresa».
«Mis asesores fiscales a veces lo han hecho bien y otras no» ha asegurado además de lamentar que «Ojalá me lo hubieran dicho antes» ha afirmado, confirmando que dio plenos poderes a su hermano Agustín sobre sus sociedades «delante de notario». «Yo le firmo el poder ese a mi hermano para liquidar todo lo que se debiese», ha explicado.
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Isabel Pantoja: «Mi letrado no me dijo nada y si me lo hubiera dicho yo hubiera pagado antes de entrar en ese lugar»
> Ante las insistencia que desconocía los embargos sobre sus propiedades, la cantante ha recordado que ella «estaba privada de libertad», y que su única preocupación mientras estaba en la cárcel era «intentar salvar mi patrimonio», cometiendo el error de «poner todos mis bienes como aval de esa casa». «Mi letrado no me dijo nada y si me lo hubiera dicho yo hubiera pagado antes de entrar en ese lugar» ha explicado. Una declaración de intenciones en el que, de saber lo que ocurriría, no lo hubiese hecho para evitar entrar de nuevo en ese lugar al que puede volver: a prisión.
Sin poder dejar de llorar, Isabel ha salido en defensa de su hermano Agustín, el encargado de llevar a cabo esa polémica venta de La Pera- y poniendo la mano en el fuego por él… A pesar de que es ella la que está sentada en el banquillo otra vez tras una década. «Es la única persona que tengo a mi lado», ha añadido mirando al cielo rota en llanto. Por último ha querido dejar claro que solamente en su estancia en prisión solo recibía la visita de sus seres queridos y que no hablaban de dinero ni de temas judiciales.
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La cantante está acusada del delito de cooperadora necesaria de insolvencia punible
> Isabel ha hecho el ‘paseillo’ a los juzgados puntual e intentando mantener la cabeza bien alta. Ocultando su nerviosismo y su preocupación bajo sus inconfundibles gafas de sol y ahora, con la ayuda de una mascarilla negra, Pantoja lucía su inconfundible coleta. ¿Qué le ha llevado a sentarse de nuevo en el banquillo? La cantante figura como administradora única de la sociedad Panriver 56 S.L., acusada del delito de cooperadora necesaria de insolvencia punible por la venta de su casa de La Pera en el año 2015.
De forma breve, además de la cantante, también esta acusado por el mismo delito el administrador de una sociedad a la que llegó un acuerdo extrajudicial con la empresa de Isabel Pantoja por una deuda, presuntamente en perjuicio de una tercera firma. Básicamente y según el escrito de la fiscalía, los acusados «se concertaron para beneficiarse mutuamente» y dejar de lado a la tercera empresa que reclamaba el dinero a la primera empresa, no la de la cantante, la otra.
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Un acuerdo extrajudicial que le ha salido muy caro a Isabel Pantoja
> De hecho, la primera empresa tenía embargado el crédito que pueda percibir de la sociedad de Isabel Pantoja. En marzo de 2009 y según explica el ministerio público en sus conclusiones provisionales, se declaró embargado el solar y la vivienda de La Pera, propiedad de la cantante a través de la sociedad Panriver 56. Como además, Isabel Pantoja estaba interesada en la venta del inmueble, perjudicaron los «derechos de crédito» de la otra sociedad que tenía litigios con la empresa que no es la de la artista.
En definitiva, un acuerdo extrajudicial que les habría salido rana puesto que no solo eso, instaron a que su procedimiento se archivara, dejando e «impidiendo» que la otra empresa cobrara la cantidad que hubiese servido para solventar la deuda.
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Llorando y con ansiedad: la sombra de volver a prisión es muy alargada
> Por mucho que haya intentado por todos los medios verse ahí de nuevo, 10 años después, incluso por haber echo esfuerzos por llegar a un acuerdo extrajudicial con la sociedad querellante, se ha tenido que sentar. Ya una vez dentro, Isabel Pantoja nos ha vuelto a retrotraer a su figura de cuando se convirtió en la viuda de Paquirri. Ya sin gafas de sol, Pantoja no ha podido contener las lágrimas y víctima de la ansiedad, el juez le ha instado a que se tranquilizase para que pudiera dar comienzo la vista.
Lo que está en juego es muy grave, 3 años de prisión los que le podría caer a Isabel Pantoja. La sombra de que regrese de nuevo a la cárcel es muy alargada y podríamos volver a ver a la cantante como aquellas imágenes que ha querido borrar de su memoria.
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