¿A quién no le gusta una tarta? Hasta los más partidarios de lo salado terminan cediendo en cuanto ven ante sí una y tienen cuando menos que probarla. La única duda posible entre los más golosos es con cuál quedarse, y por eso aquí vamos a mostrar cómo hacer una no muy habitual como la de galleta y limón pero que, después de hecha, seguro que se convierte en una de sus favoritas. Con una base crujiente de galleta María, combinada con una crema de limón de consistencia suave y deliciosa, el resultado final es todo un placer para el paladar. Además, como queda muy bonita, es ideal para servir en cualquier celebración o en una cena especial en la que a buen seguro habrá muy pocos peros con ella.
Una tarta sencilla

La receta de esta tarta de galleta y limón es muy fácil de hacer, pero precisa tiempo para que cuaje y quede perfecta. Un consejo de antemano cuando se tenga acabada es presentarla con unas rodajas de limón en espiral y unas hojitas de menta. Y hay que tener también en cuenta que cuando se incorpore la masa de galletas en el molde lo mejor es apretarla bien con un tenedor para que quede bien compactada y, luego, dejarla en la nevera para que se acabe de endurecer. Transcurrido el tiempo indicado, ya sí se podrá verter el relleno y volverla a dejar en la nevera durante unas cuatro horas. Es importante tener en cuenta este reposo a la hora de prepararla.
Ingredientes de la tarta

Para realizar esta tarta se precisan muy pocos ingredientes y todos se pueden encontrar fácilmente en las tiendas, por lo que ni tan siquiera ese proceso nos llevará mucho tiempo. Los ingredientes que se precisarán para hacerla serán 200 gramos de galletas maría, 100 gramos de mantequilla, 400 mililitros de leche condensada, 4 hojas de gelatina, 4 limones, azúcar glas y hojas de menta. Como se ve, la mayoría incluso se pueden tener ya previamente en cualquier cocina.
Primeros pasos

El primer paso a realizar para esta receta de tarta de galleta y limón es disponer de las primeras en una bolsa de plástico, que habrá que cerrar y pasar por encima un rodillo hasta que estén bien desmigadas. Después de funde la mantequilla en un cacito, se añade a las galletas trituradas y se mezcla bien hasta obtener una pasta. A continuación habrá que forrar la base de un molde redondo con esta pasta y deja en la nevera unos 30 minutos hasta que esté compacta. Llegados a ese punto se lavan los dos limones, se secan y se ralla muy fina la piel de uno. Luego se exprimen dos y se filtra el zumo.
Cómo mezclarlo todo

Para terminar nuestra tarta hay que colocar las hojas de gelatina en un bol con agua fría y dejarlas hidratar. Luego, se escurren, apretándolas ligeramente, y se introducen en un recipiente con un poco del zumo de limón caliente y se remueve unos minutos hasta que ambos ingredientes se diluyan. A continuación se coloca la leche condensada y el zumo de limón restante en un cuenco, en el que se añade la ralladura de limón y la gelatina y se mezcla bien. Es entonces cuando hay que retirar el molde de la nevera y verter la masa de limón y leche condensada.
El toque final

La tarta de galleta y limón debería estar lista una vez que dejes que se cuaje unas cuatro horas en la nevera. Luego, para decorarla un poco y quede más bonita a los ojos de todo el mundo, lo ideal es cortar unas rodajas finas del limón restante y hacerles un corte desde el centro hasta el borde. Entonces se disponen sobre la tarta, dándoles forma de espiral, y se sirve con las hojitas de menta lavadas y azúcar glas.
Variantes a esta tarta

Aunque la tarta así ya está muy rica, también se puede preparar con otros zumos o con purés ligeros de frutas. Quedará muy bien con naranja, piña, uva o pera. También se puede improvisar en la base, sustituyendo por ejemplo las María por otras galletas con chips de chocolate o napolitanas, con un toque de canela. Además se pueden añadir unas virutas o unos fideos de chocolate por encima de la tarta, e incluso fundir chocolate negro o con leche y decorar con unos hilos por encima, y hasta se puede servir con unos rosetones de nata. Para este último paso usar una manga pastelera con boquilla rizada para que queden más bonitos y uniformes.