Es difícil hablar de Simon Baker sin hacerlo de ‘El mentalista’. Encontrar a alguien que pudiera dar vida de forma convincente a un personaje tan complejo como el de Patrick Jane, unas veces risueño y otras veces profundamente deprimido, no era tarea fácil, pero los productores de la serie acertaron de pleno con él. El actor australiano no estaba en su mejor momento cuando le llegó la oferta, pero con esta ficción no sólo volvió al estrellato sino que incluso arrebató el título del más sexy de la televisión, según TVGuide, al mismísimo Patrick Dempsey de ‘Anatomía de Grey’. Eran tan uña y carne el actor y el personaje que casi desaparecieron ambos cuando finalizó esta producción de la CBS en 2015.
El perfil bajo de Simon Baker

A sus 52 años, Simon Baker ha mantenido un perfil extremadamente bajo después de protagonizar los 151 episodios de ‘El mentalista’, hasta el punto de que prácticamente se le ha perdido la pista. El actor australiano, que en varias entrevistas ha dicho no sentirse demasiado atraído por Hollywood y que, confiesa, se sintió muy sorprendido por la fama que ha ido empalmando desde que robó el corazón de mucha gente en ‘El diablo viste de Prada’, tan solo ha participado en tres proyectos desde que acabó la serie. Al terminarla se retiró a Tasmania, en Australia, donde se fue con su esposa e hijos.
El Simon Baker surfero

Desde que Simon Baker terminó ‘El mentalista’ se podría decir que su mejor papel ha sido el que tuvo en la película ‘Breath’ (2017), donde él mismo ejerció tanto de director como de actor. La cinta, que estaba basada en un best-seller de Tim Winton, trataba sobre dos adolescentes que entablan una estrecha relación de amistad con un veterano surfero, Sando, que les enseña a dominar la técnica de este deporte costero. En la película también colaboraba Elizabeth Debicki (Tenet). ‘Breath’ recibió muy buenas críticas en Australia y Baker ganó un AACTA (los Óscar australianos) a mejor actor secundario y se llevó una nominación a mejor director.
Su regreso a Estados Unidos

Simon Baker volvería en 2018 a Estados Unidos para rodar una un dramón sobre una cantante de jazz a la que le detectan una gravísima enfermedad. Sin embargo, ‘Here and Now’, un proyecto algo sensiblero que estuvo protagonizado por Sarah Jessica Parker, la recordada intérprete de ‘Sexo en Nueva York’, no marcó ni un antes ni un después en la carrera del actor, y la película pasó sin pena ni gloria por los cines.
Su último trabajo

La tercera y última obra de Simon Baker tras ‘El mentalista’, al menos hasta ahora, se llama ‘High Ground’, y fue lanzada durante la Berlinale de febrero de 2020 –poco antes de la expansión del coronavirus– y su trama era de lo más estimulante: un hombre de ascendencia aborigen, Gutjuk (Jacob Junior Nayinggul), se alía con un exsoldado, Travis (Simon Baker), para dar con el guerrero aborígen más peligroso del territorio: el tío de Gutjuk. La película, contextualizada en los años 30 en Australia, se estrenó el pasado año con la intención de servir como cine-denuncia –como lo hizo la ‘Walkabout’ de Nicholas Roeg– para dar visibilidad al maltrato que recibieron los aborígenes en el país.
De actor a director

Simon Baker siempre ha estado muy ligado a su país de origen, Australia (antes de su ‘boom’ televisivo intervino en series de allí como ‘E-Street’, ‘Home and Away’ y‘ Heartbreak High‘), y ha tratado de involucrarse en cualquier proyecto que hablara sobre el mismo. Después de su experiencia como director en ‘Breath’, en alguna entrevista ha declarado que le había cogido gustillo a lo de la dirección y que no le importaría volver a probar en más trabajos, sobre todo porque creativamente parece estar en el apogeo de su carrera. Así las cosas, y pese a que a los años no le han sentado nada mal y sigue luciendo el porte de ‘El mentalista’, no parece que pueda ser fácil que se le vuelva a ver desarrollando su faceta de actor y mucho menos apareciendo en otra serie televisiva como la que le encumbró. A finales de los 90 conoció y se enamoró de su colega, Rebecca Rigg, con quien se casó en 1998. y con la que ha tenido tres hijos, Stella, Claude y Harry. De la primera es madrina Naomi Watts, y de la segunda Nicole Kidman, actrices con la que tiene una gran amistad tras su paso por Hollywood. La pareja se separó el pasado año.