Las magdalenas se puede decir que son uno de esos productos alimenticios que puedes ingerir a cualquier hora del día. Son perfectas para un desayuno o merienda, pero también para comerlas entre horas o incluso después de comidas o cenas o hasta antes de acostarte, con tu vasito de leche. Por tener de bueno hasta puedes transportarlas sin ningún problema gracias a su formato individual, por lo que son ideales para días de picnic, excursiones, playa… Aquí vamos a explicar cómo hacerlas caseras y esponjosas con la receta más clásica y tradicional, la que incorpora aceite de oliva virgen extra y el resto de ingredientes, siempre sencillos y básicos, y con los que quedan con su costra crujiente en la superficie, pero por dentro están esponjosas y húmedas.
Moldes para magdalenas

A la hora de preparar magdalenas la primera duda que le suele asaltar a la gente es si tiene o no el menaje adecuado para hacerlas. Para prepararlas tenemos dos opciones, una la que vamos a utilizar en esta receta, que son las cápsulas de papel y un molde rígido que evita que las primeras se abran hacia los lados por el peso de la masa y se deformen, y otra utilizar cápsulas reutilizables de silicona. La verdad es que ambos sistemas dan muy buen resultado y las magdalenas adquieren su peculiar «copete» bien alto. Lo mejor de hacerlas en tu casa, sin tener que comprar las industriales, es que te das cuenta que el poder controlar la cantidad de azúcar y grasas de cada preparación es un auténtico placer.
Ingredientes para hacer magdalenas

Para hacer, por ejemplo, unas 24 magdalenas, cifra con la que o bien tiene uno mismo para toda una semana, o más, o con la que puede invitar a quien quiera, los ingredientes que necesitaríamos serían 350 gramos de harina de trigo, 100 ml de aceite de oliva virgen extra, 100 ml de aceite de semillas o de girasol, 250 ml de leche, 3 huevos, 200 gramos de azúcar blanco, una pizca de sal (la que puedas coger con dos dedos), un sobre de levadura química de 16 gr (la solemos encontrar como ‘levadura Royal’), y la ralladura de medio limón.
Cómo empezar la receta

Lo primero que hay que hacer en esta receta de magdalenas es poner en un bol grande los huevos y el azúcar y batirlos enérgicamente con unas varillas manuales o eléctricas hasta que la mezcla se blanquee y el azúcar se disuelva por completo. Luego se ralla la cáscara de limón y se añade a la mezcla junto con la sal, y se incorpora poco a poco el aceite, tanto el de oliva como el de semillas, y se va mezclando para que se integre bien. A continuación se vierte la leche, también poco a poco, y se mezcla, y se añade la harina y la levadura tamizadas, es decir, haciéndolas pasar por un colador para que no caigan con grumos ni apelmazadas. En este punto hay que volver a batirlo todo hasta que no haya ningún grumo.
Una ligera «pausa»

En el proceso de elaboración de nuestras magdalenas habremos llegado al momento en el que será muy importante hacer un cierto reposo de la masa. En realidad también se podría preparar la masa y ponerla directamente en los moldes y al horno, pero para conseguir un acabado perfectamente esponjoso lo ideal es que tapar el bol con papel film e introducirlo en la nevera. Si se quiere se puede dejar la masa lista desde la noche anterior, pero realmente con 30 minutos (que es lo que hemos dejado esta vez las magdalenas y ya ves cómo han salido) será suficiente.
Cómo finalizar la receta

Una vez hecho el paso anterior, se pone en el molde para magdalenas las cápsulas de papel o bien se utilizan directamente cápsulas de silicona sobre una bandeja de horno y se vierte en ellas la masa, de forma que solo ocupen las 3/4 partes del mismo para que no se derrame y tienda a ese copete superior que buscamos. Es opcional, pero es recomendable espolvorear un poquito de azúcar blanco encima de la masa para que se forme la característica costra de azúcar que le da el toque tradicional y artesano definitivo. Eso sí, solo un poquito porque si le echas demasiado puedes arruinar la subida de la masa debido al peso. Cuando el horno esté a 200ºC se introduce el molde o la bandeja de horno a media altura, y se hornea entre 15 y 20 minutos. Recuerda poner solamente la resistencia de arriba y la de abajo. Y por supuesto, ni se te ocurra abrir la puerta del horno a media cocción porque dejarían de subir. Estarán listas cuando se empiecen a dorar ligeramente.