Letizia Ortiz es una de las personas de las que más se habla en este país. La vemos constantemente en los medios de comunicación intentado mostrarse con una sonrisa frente a sus súbditos. Sus ojos en algunas ocasiones son el reflejo de alguien que no termina de encajar en la élite de España. Es una persona muy preparada para su cargo, pero con inciertas inseguridades que la hacen fallar en algunas ocasiones. Te presentamos las mayores polémicas que rodean a Letizia Ortiz.
Extrema delgadez
Letizia Ortiz tiene un cuerpo de esos que llaman la atención. A lo largo de sus apariciones públicas la vemos siempre perfecta, dejando ver algunas partes polémicas. Sus brazos son lo que más evidencia una extrema delgadez. Es evidente que se trata de una persona que cuida su alimentación y realiza ejercicio.
No vemos ni un centímetro de grasa, toso es hueso o masa muscular. En algunas ocasiones estaría mejor si no se viera tan delgada. Dicen que es su propia estilista, de ser así debe prestar atención a las prendas que lleva. Hombros y brazos es mejor que vayan cubiertos para que se vea más proporcionada.
Cambios de peinados constantes
Dicen que cuando cambiamos de peinado es porque no nos sentimos a gusto con nosotros mismos. En este caso Letizia Ortiz es una de las maestra de los cambios. La podemos ver modificar su peinado en muchas ocasiones durante el año. El resto de reinas del firmamento son mucho más conservadoras en este aspecto.
La reina Sofía lució y luce el mismo peinado desde hace décadas, por poner un ejemplo. Tal vez, Letizia Ortiz no haya encontrado todavía su estilo personal o no se sienta segura con ninguno de los looks que le proporcionan. Ondas, rizos, cortos o largos, todo es posible, nunca se sabe con qué peinado nos sorprenderá.
Unos retoques más que evidentes
De la Letizia Ortiz de sus inicios poco queda ya. En su día se informó de que se había sometido a una rinoplastia por prescripción médica. Al parecer la reina no podía respirar bien. No solo le arreglaron la nariz, al parecer decidieron seguir con el bisturí. Pómulos, nariz, mandíbula o barbilla, todo parece distinto.
El paso de los años es un proceso natural del cuerpo que parece que no afecta a Letizia Ortiz. Al contrario que al resto de los mortales, aparece cada vez más joven frente a los medios de comunicación. Bótox biológico, vitaminas y colágeno debe ser el desayuno de su majestad, porque a sus 44 años no tiene ni una arruga.
Las joyas de la corona
Las joyas es un elemento que Letizia Ortiz no debe tener muy estudiado. En sus apariciones públicas equilibra el gasto en prendas de ropa de grandes marcas con bisutería. No dispone de unas piezas de diseño a la altura, prefiere servirse de elementos demasiado sencillos. Los pendientes parecen ser su debilidad.
Para no llevar, no lleva ni su propia alianza de boda, un hecho un tanto extraño. En algún acto muy oficial ha optado por un broche con un cierto toque vintage, pero nada del otro mundo. Debería tener un joyero oficial que le permitiera lucir un poco más como la reina que es de España.
Zapatos imposibles
Los zapatos son unos complementos que parece que a Leticia Ortiz le gustan especialmente. No le importa invertir grandes sumas de dinero en marcas reconocidas y en grandes tacones. En algunas ocasiones ha intentado destacar demasiado esta pieza de su vestuario. Un ejemplo claro lo tenemos en la comunión de Leonor.
Letizia Ortiz escogió unos zapatos transparentes con plataformas plateadas que aunque seguramente eran carísimos, le quedaban fatal. Demasiado atrevidos para una ceremonia religiosa. Solo se los ha vuelto a poner una vez, les debe usar para ir cómoda en casa o los ha dejado apartados en el rincón donde deberían estar.
Nunca bebe alcohol
Letizia Ortiz cuida mucho su alimentación y por eso nunca bebe nada de alcohol. En los actos oficiales en los que por protocolo se brinda, ella simplemente levanta la copa pero nunca bebe. Este gesto ha dado mucho de qué hablar, desde posibles embarazos hasta problemas con el alcohol.
Estas anécdotas la hacen ser una reina más que atípica en la que prima más su carácter que sus obligaciones. Probar alguno de los vinos españoles no le haría ningún mal. Dicen que el vino tinto es antioxidante y aporta grandes beneficios. Para Letizia Ortiz no son suficientes para saltarse su dieta.
Una reina en chándal
Hugo Boss le jugó una mala pasada a Letizia Ortiz. Su colección de invierno traía unos pantalones que han sido muy polémicos. En la recepción que protagonizó en Zarzuela a una asociación de enfermos de Cáncer, su chándal fue uno de los más comentados de la jornada. Totalmente inapropiado.
Aunque es una tendencia de temporada, puede ponérselo en su casa, pero no en actos oficiales. Los comentarios que llegaron después de este patinazo estilístico seguramente le llevaron a guardar estos pantalones en el armario. Son más apropiados para una de sus largas jornadas de yoga o de batuka.