Julián Muñoz ha tenido que volver a sentir uno de los sufrimientos más grandes que recuerda: acabar con sus huesos en prisión. A pesar de no haber vuelto a tener que ingresar en una cárcel, se encuentra en estos momentos en un centro penitenciario en el que tendrá la libertar muy coartada.
Y es que, a pesar de lo que parecía que justificaba su salida de prisión, lo cierto es que se ha conseguido demostrar que en realidad su estado de salud no era tan grabe como se esperaba y que puede continuar recluido en la cárcel.
Su época de explendor
Julián Muñoz fue un hombre que gozó de una salud de hierro, y un estado físico bueno cuando vivió su época dorada. Era alcalde de Marbella, conseguía jugosos ingresos tapados para la Hacienda, y con dos mujeres en su vida: Mayte Zaldivar, la mujer de sus hijas, e Isabel Pantoja, la mujer de sus sueños.
Sin embargo, aquella historia, que bien podría haber protagonizado una temporada de ‘Pasión de Gabilanes’ saltó por los aires cuando la justicia llamó a sus puertas para pedirles explicaciones. Desde ese momento, la vida de Julián empezó a cambiar, y con ella, su estado de salud.
Julián Muñoz, un toro en prisión
Corría el año 2006 cuando Julián Muñoz fue detenido después de haberse destapado la trama de corrupción urbanística más grande de España: el Caso Malaya. Tras él, muchos fueron a prisión siguiendo sus pasos, incluida la propia Isabel Pantoja y su ex mujer, Mayte Zaldívar.
En el momento de su detención, y tras haber prestado declaración, Julián Muñoz fue puesto en prisión preventiva, a la espera de que su juicio decidiera si era o no culpable de los delitos que se le acusaban. Entonces, gozaba de un estado de salud bueno, y con un aspecto muy saludable, como se puede comprobar en la fotografía.
Durante el juicio del Caso Malaya
Una vez se inició el juicio, y tras haber salido de prisión al superar el tiempo máximo que permite la ley para permanecer en prisión provisional, Julián Muñoz empezó a mostrarse un poco desmejorado. Nada preocupante ni alarmante, sino achaques propios de la edad. Las canas se acentuaban en su tan característico bigote, que lucía más corto, y algún que otro signo de expresión más marcado.
Las arrugas empezaban a poblar su cara, y se mostraba notablemente más delgado. Un poco menos lustroso, se podría decir, que se encontraba Julián Muñoz. Un hecho que no le impidió tener que regresar a prisión hasta que, finalmente, le fue concedido el tercer grado penitenciario al ex edil de Marbella.
La salud de Julián en prisión
Una vez ya queda establecido en la cárcel, Julián Muñoz empieza a sufrir sustos de salud, hasta tal punto que tuvo que estar ingreso en el hospital hasta en un total de 29 ocasiones mientras estaba encarcelado. Algo que provocó que su defensa intentara mediante todos los medios sacarle de prisión.
Ante esto, decidieron llevar ante el juez la petición de solicitar el tercer grado para la ex pareja de Isabel Pantoja. En unas audiencias en el que se veía verdaderamente decrépito, el juez determinó que su posibilidad de delinquir todavía estaba intacta y por lo tanto, no podría salir de prisión, salvo en los permisos penitenciarios pertinentes.
El Tercer Grado de Julián Muñoz
Finalmente, cuando la enfermedad de Julián, según los informes médicos, se acrecentó, no le quedó más remedio al juez que concederle el tercer grado al que fuera alcalde. De esta manera, consiguió pasar unos cinco años a la sombra, en vez de los más de 20 a los que fue condenado por la justicia.
Julián Muñoz logró el tercer grado, teniendo que quedar recluido en el Centro de Inserción Social de Algeciras. Un tercer grado que, cuando su enfermedad se complicó, se extendió a poder quedar recluido en su casa, controlado mediante una pulsera telemática, ya que su enfermedad era terminal. En aquél entonces, Julián lucía totalmente decrépito, algo que, con el tiempo, cambiaría de nuevo.
La libertad de Julián Muñoz
A pesar de estar anclado a una pulsera telemática, Julián Muñoz consiguió librarse de su pena de prisión por el estado de salud en el que se encontraba. Algo que no sentó muy bien a algunos, pero que la ley ampara en este tipo de casos. Desde el pasado año, Julián podía moverse con total libertad, quedando sus movimientos grabados de lunes a jueves.
Esto le permitía moverse con gran libertad y hacer una vida prácticamente normal. Sin embargo, a partir de ese momento, parece que la salud de Julián empezó a cambiar y mucho. Aunque no se ha sabido mucho de él, su última aparición pública parecía dejar claro que no era un anciano esperando a que la muerte llamara inminentemente a su puerta.
El escándalo del vídeo
¿La salud de Julián es tan preocupante como parecía? Es la pregunta que muchísima gente se lleva haciendo desde el momento en el que ‘El Español’ desveló el vídeo en el que se ve al ex edil bailando, a altas horas de la madrugada, en un local de fiesta. Acompañado por una mujer que, se asegura, es su nuevo amor.
Cierto es que él no se mueve en exceso, y que no es el rey de la pista, pero tampoco es normal que un hombre, tremendamente enfermo, a los 69 años de edad, y que, se supone, está esperando la visita de La Parca, se encuentre disfrutando de esas fiestas a horas tan intempestivas.
La justicia toma medidas
Tras haber salido a la luz el vídeo, la justicia ha decidido que la salud de Julián Muñoz no es tan preocupante como parecía. Por eso, han tomado cartas en el asunto para que cumpla con su deuda con la justicia. Por eso, ha tenido que regresar al Centro de Inserción Social del que fue liberado, y pasará las noches en prisión hasta nuevo aviso.
De esta manera, todo hace prever que el estado de salud de Julián Muñoz volverá a empeorar próximamente, pero que será cuando salga en libertad cuando, mágicamente, recupere su estado físico y vital hasta límites insospechados. Una jugada que, parece, no le ha salido del todo bien al ex edil.