Fue y sigue siendo, a pesar de su muerte, una de las mujeres más famosas en España. Sobre la duquesa de Alba se ha dicho de todo, pero pocos habían oído hablar de unas fotografías prohibidas en las que Cayetana Fitz-James Stuart aparecía como Dios la trajo al mundo… ¿Quieres conocer más detalles sobre esta polémica? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Una mujer de titulares
> Desde las principales redacciones de los medios de la crónica social patria fluían ríos de tinta en los que solo podía leerse el nombre de Cayetana. Esta aristócrata se convirtió en una de las mujeres más populares y más queridas de un país que venera como nadie la figura de los nobles ‘campechanos’ que se comportan como no lo fuera. La duquesa de Alba hacía lo que le daba la gana, donde le diera la gana, con quien le diera la gana y cuando le diera la gana. Bailes, fiestas y amores que la llevaron a ocupar durante años los titulares de la prensa del corazón.
Incluso hoy, seis años después de su muerte, la duquesa de Alba sigue dando que hablar y de vez en cuando su nombre vuelve a estar de actualidad. Es lo que acaba de pasar, tras conocerse la existencia de unas fotografías prohibidas de Cayetana en las que aparece totalmente desnuda. Se trata, sin duda, de una de sus imágenes más polémicas… ¿Quieres conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo en la página siguiente.
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Las fotos de la duquesa de Alba desnuda
> Eran los años dorados de Marbella, en los que cada verano se reunían en esta localidad malagueña todo tipo de celebridades e ilustres personajes, nacionales e internacionales. Allí no podía faltar Cayetana de Alba, que no se perdía un sarao ni siquiera cuando la edad ya había empezado a debilitarla. Tras los famosos acudían los periodistas, ávidos de noticias exclusivas que publicar, entre los que se encontraba Pilar Eyre, que no eludía su cita anual en la costa del sol para pasarlo bien a la par que trabajaba.
Uno de esos días, recibió la llamada de la duquesa de Alba y su entonces esposo, Jesús Aguirre, que la invitaron a pasar un rato juntos. «Acudí sorprendida por tanta amabilidad y mientras se prodigaban arrumacos muy íntimos me contaron que más que marido y mujer se sentían amantes. Fueron una fábrica de titulares y es que, según me enteré, mi editor había retirado unas fotos de Cayetana desnuda en la playa y, como agradecimiento, me daban la entrevista», recuerda Pilar Eyre en su columna de Lecturas.
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Una familia rota
> Lo cierto es que la noticia de la existencia de unas fotografías en las que la duquesa de Alba aparece completamente desnuda llegan un momento bastante complicado para su familia. Su hijo pequeño, Cayetano Martínez de Irujo, ha roto lazos de forma definitiva con sus hermanos, que parecen molestos con él a raíz de la publicación de sus memorias en las que no hablaba del todo bien de su familia. De hecho, llegó a decir que no se sentía querido por ellos y que nunca tuvieron una buena relación fraternal.
Después de esto, su hermano mayor Carlos, el duque de Alba, le «quitó todo: todas las atribuciones que tenía dentro del palacio y dentro de la estructura, me dejó sin sueldo, me dejó en la calle. No tenía ningún ingreso». Lo cierto es que Cayetano no lo ha pasado del todo bien en los últimos años, años en los que sus problemas de adicciones tampoco le han hecho ningún favor.
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Cocaína y mujeres
> Cayetano recuerda en sus memorias que su infancia no fue, en absoluto, feliz y recupera de su memoria algunos episodios turbios que dibujan un panorama desolador de la casa de Alba. Por lo visto, su madre era una mujer muy estricta con su educación, que dejaba a cargo de las niñeras. Según de Irujo, las cuidadoras llegaron a maltratarle, pero lo que más le dolió fue que le ocultaran la muerte de su padre, algo que no pudo perdonar a doña Cayetana hasta muchos años después.
Todos estos traumas lo llevaron a buscar refugio en las drogas y a comportarse de forma cuestionable con las mujeres que formaban parte de su vida. «La cocaína me perturbó por completo y solo quería seducir a las mujeres», reveló Cayetano Martínez de Irujo.
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