Después de meses sin aparecer en televisión, Miriam Saavedra está de actualidad junto a su expareja, Carlos Lozano, con quién protagonizó una tremenda bronca la pasada semana en Sálvame. Sin embargo, el prestigio de la peruana está los suelos después de que en Cotilleo.es hayamos destapado todas y cada una de las mentiras que ha llevado a cabo para estar en el foco mediático. ¿Vale todo con tal de estar en televisión?
Su falsa trayectoria profesional
> Conocimos a Miriam Saavedra públicamente cuando Carlos Lozano, concursando en Gran Hermano VIP, gritó a los cuatro vientos su amor por ella. Por aquel entonces, una joven peruana entraba de lleno en la actualidad de la prensa rosa sin saber la que se le venía encima o, al menos, eso fue lo que nos hizo creer. Tras acabar el concurso del presentador, Saavedra quiso darse a conocer en España como una de las actrices más conocidas en Perú y de paso, plantar su pinito en la televisión española.
Sin embargo, las formas en las que lo hizo no fueron las más adecuadas: con el paso del tiempo la opinión pública ha sido testigo de todas sus mentiras. Santi Lesmes, un conocido presentador peruano no dudó en desenmascararla: “Allí no la conoce nadie. Se presentó a Miss Sudamérica, un concurso que apenas tiene prestigio. Además, hay que pagar para participar”, espetó. Pero las mentiras de Miriam no se quedan aquí. Sigue leyendo.
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Una supuesta casa en Lima
> Al parecer, el único papel que Miriam Saavedra ha sabido interpretar a la perfección ha sido el de la mentira. Tras conocerse su relación con Carlos Lozano y acudir a diferentes platós de televisión para hacer testigo a la audiencia de su vida privada, la peruana consiguió un puesto en una de las últimas ediciones de Gran Hermano VIP. Fue tal su papel que consiguió ganar la friolera cifra de 100.00 euros. Una cantidad de dinero que supuestamente se dirigió única y exclusivamente a su madre, que necesitaba ayuda por su escasa economía.
Tan solo unas semanas más tarde, madre e hija posaron en una mansión en Lima, asegurando que, gracias a Telecinco, sus vidas habían cambiado. Pero nada más lejos de la realidad. Resultó que esta casa pertenecía a un amigo de la peruana, que se había prestado a formar parte del show mediático de Miriam Saavedra. ¿Qué pensará Carlos Lozano de todo esto? Al fin y al cabo, ha sido su pareja durante unos años…
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Su boda con Carlos Lozano
> Pues sí, su boda con Carlos Lozano también fue un completo show televisivo. Su amor se hizo público en un programa de televisión, su ruptura también y como no, la pedida de mano, que terminó siendo un fracaso absoluto, se celebró en un plató de televisión con varios colaboradores y miles telespectadores de testigos. La felicidad del sí tan solo duró unas semanas y la pareja optó por acabar con su relación públicamente.
Unas idas y venidas que terminaron siendo desenmascaradas por los profesionales de la prensa rosa que, hartos, desenmascararon de una vez por todas a la supuesta pareja. Pero esto a Miriam Saavedra parece no importarle, pues hace tan solo unos días, volvió a hacer de las suyas. Eso sí, esta vez, la hemos pillado muy pronto.
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Un nuevo noviazgo, ¿verdad o mentira?
> En los últimos días se ha relacionado a la peruana con Emre Çolak, un futbolista turco que juega como mediapunta en el Deportivo de La Coruña. En numerosos medios del corazón se ha especulado sobre el supuesto affaire que ambos habrían mantenido, pero, como no, Miriam se ha empeñado en desmentirlo por activa y por pasiva. Lo sorprendente de toda esta historia es que podría haber sido ella misma la encargada de filtrar esta noticia a los medios de comunicación, tal y como ha explicado Saúl Ortiz en Bámbola, el programa que dirige y en el que la peruana estuvo de invitada hace semanas.
“Cuando estuvo aquí, fue ella la que me dijo detrás de las cámaras que estaba ilusionada con un futbolista, y cuándo le preguntamos en el programa, dijo que era mentira”, señaló Saúl Ortiz. Por lo visto, Saavedra tiró la piedra y posteriormente escondió la mano, iniciando así un juego de rumores y especulaciones que le viene muy bien para mantenerse en el candelero. “Miriam ha contado cosas que yo sí me he creído, pero hora con esto, tengo mis dudas”, sentenciaba el periodista.
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