¿Estás apurando la conocida operación bikini para mejorar tu aspecto de cara al verano? Debes saber que para adelgazar debes hacer dietas extremas, ni numerosos días detox. De hecho la mayor clave está en comer bien, equilibrado y seguir algunas indicaciones para una dieta saludable, sin pasar hambre y que te ayude a perder peso. A continuación, te mostramos algunos trucos para llevarlo a cabo.
Consumir fibra

La fibra está en muchos alimentos, en grandes cantidades en algunos de ellos. Este elemento casi no cuenta en el cómputo de calorías, pero llena un mucho gracias a su efecto saciante. La fibra puede ser una buena aliada, ya que evita el estreñimiento y ayuda a controlar el peso.
A mayores, la fibra vegetal fermenta en el intestino y produce ácidos grasos que potencian aún más la sensación de estar lleno de comida. Un estudio ha comprobado que, por ejemplo, las legumbres aumentan la sensación de saciedad en un 31%.
Agua antes de las comidas

Si bebes un vaso de agua antes de las comidas, comerás menos y mejorarás el tránsito intestinal. Es algo muy sencillo y económico que hacer que, a mayores, es muy bueno para la salud puesto que ayuda al cuerpo a mantenerse hidratado.
Una investigación reciente ha determinado que las personas que beben dos vasos de agua antes de las comidas comen casi una cuarta parte menos que los que no han bebido nada de agua. Si quieres algo más contundente, lo puedes sustituir por un plato de sopa durante el invierno.
La cocina con aceite de oliva virgen extra

Si cocinas con aceite de oliva virgen extra y omites las mantequillas, grasas u otro tipo de aceites controlarás mejor tu peso. Es un ingrediente muy saludable que aporta muy poca grasa a las elaboraciones y es bueno en muchos aspectos para el organismo.
Un estudio alemán comprobó que, de las cuatro grasas investigadas que fueron manteca, mantequilla, aceite de colza y aceite de oliva virgen extra, el último era el que más llenaba y menos riesgo de engordar conllevaba.
No renuncies al café

Si hay un placer al que no tienes que renunciar mientras llevas a cabo tu dieta de adelgazamiento es el café, incluso unque sea descafeinado. Uno de los efectos más destacados del café es que reduce el apetito.
Esto sucede porque su consumo aumenta los niveles del péptido YY (PYY), la hormona que produce el intestino cuando comemos y que influye en la saciedad. Además, esto es válido para todo tipo de cafés, así que lo podrás tomar al gusto.
Dormir a pierna suelta

Se ha comprobado que la falta de sueño aumenta el apetito y favorece el exceso de peso. Las personas que duermen seis horas o menos al día presentan un mayor riesgo de sufrir obesidad tarde o temprano.
Las horas exactas de sueño van a depender un poco de las necesidades de cada persona, que pueden variar. Las recomendaciones generales por edades son en los adolescentes (de 14 a 17 años) entre ocho y 10 horas, en adultos (de 18 a 64 años) entre siete y nueve horas y los mayores de 65 años entre siete y ocho horas.
La comida consciente

Es habitual comer muy deprisa o sin prestar demasiada atención a la comida. Cuando esto ocurre el cerebro no procesa bien las señales de hambre y saciedad lo que puede ir en tu contra si buscas adelgazar.
Si por el contrario comes de forma consciente, despacio y con la atención enfocada en los alimentos, el cerebro identifica mejor esas señales y se reduce el riesgo de exceso de peso o de comer más de lo que estás necesitando en realidad.