Lonely Planet publica “Come Japón”: un viaje por la cultura gastronómica de Japón que nos ayuda a descubrir cuál es la comida típica de este exótico y atrayente país. De la mano de este nuevo libro nos adentramos en una cultura gastronómica que te encantará degustar el próximo otoño, ¿acaso lo sabías todo sobre esta sabrosa cultura?
El libro definitivo para conocer la verdadera comida típica de Japón
Una inmersión en la rica (y compleja) cultura culinaria japonesa de la mano de Lonely
Planet, para disfrutar de una experiencia gastronómica auténtica e integradora y
aprovechar al máximo el viaje. Come Japón contiene todas las pistas para saber cómo,
cuándo y dónde comer; qué se debe hacer y qué no, con información de primera mano
sobre protocolo y la etiqueta a seguir cuando se come en el país nipón, tanto en una
casa como en un restaurante.
El libro se completa con información detallada sobre la comida, los ingredientes y las
tradiciones locales y las especialidades regionales clásicas que todo viajero debe probar.
Además, incluye los mejores lugares para comer en cada región y qué pedir y cómo
comerlo, e información práctica sobre los barrios gastronómicos más populares.
Lonely Planet nos habla de la comida japonesa
La washoku (comida japonesa) comprende los platos y recetas tradicionales, una
comida que nutre el alma y ofrece algo para cualquier paladar según nos aseguran desde Lolely Planet. La washoku destaca por ser refinada y delicada, además de por estar vinculada a la naturaleza. Hay en ella variedad, color, textura y sutileza, un maridaje exquisito de forma y función, con una
presentación irreprochable.
La frescura es uno de los rasgos definitorios de una cocina en la que el pescado y los
mariscos suelen comerse crudos y muchos vegetales se consumen de la forma más
natural posible. Y es que Japón ha ganado fama mundial por sus alimentos sanos, el
equilibrio de sabores y el color de sus platos, principios que conforman una cultura
culinaria milenaria que ha pasado de generación en generación. Hoy, la cocina japonesa
es tan moderna y vanguardista como tradicional y arriesgada.
El okonomiyaki
El okonomiyaki es un plato que refuta la imagen de sutileza asociada a la comida nipona. Consiste en una torta gruesa y salada de cerdo, calamar, col, queso, mochi (pastel de arroz) … Tras la cocción se adereza con katsuo-bushi (virutas de bonito), shōyu (salsa de soja), ao-nori (alga laver verde), salsa dem tonkatsu y mayonesa.
Los restaurantes especializados en okonomiyaki disponen de planchas empotradas en mesas o barras. Algunos preparan directamente el plato; otros dan un cuenco con la masa y los ingredientes y dejan que el cliente se encargue (el personal va dando instrucciones con gestos y vigila para que no ocurra ningún desastre). El okonomiyaki es típico de Osaka. En Hiroshima tienen una variedad propia, llamada hiroshima-yaki, en la que la torta es delgada (como un crep) y los ingredientes van por capas y no mezclados. En Tokio, los restaurantes de okonomiyaki sirven además monja-yaki, con una masa más líquida.
Grandes diferencias
Las comidas japonesas no se parecen en nada a las occidentales ni en su sabor ni en su aspecto tal y como aclaran desde la editorial del libro Come japón. Suelen consistir en varios platos pequeños y separados que se sirven a la vez en una bandeja lacada o una mesa; la sopa miso y al arroz vienen después.
Y siempre hay arroz. Por la ausencia de salsas espectaculares de estilo francés o embriagadoras especias tipo indio, la cocina japonesa puede parecer, a primera vista, bastante insulsa. En realidad, esto refleja el modo en que los japoneses perciben la comida y, por extensión, los condimentos.
Lonely Planet: para sobrevivir en Japón
Lonely Planet nos indica que solo hay dos cosas imprescindibles que recordar: no hay que colocar los palillos en vertical en un cuenco de arroz ni pasar comida de unos palillos a otros, porque ambas acciones evocan los ritos funerarios. Sin embargo, hay otras lecciones que aprender.
Al servirse de un plato compartido, es de buena educación usar el extremo grueso de los palillos (el que no se lleva a la boca). Es correcto, e incluso se espera, sorber los fideos; deben comerse a la velocidad del rayo, antes de que se pasen (sería una afrenta para el chef); por eso se oirá a los comensales sorbiendo y aspirando aire para enfriar la boca.