El bizcocho casero es una delicia que, si te sale bien, podrás disfrutar de un postre dulce y delicioso, pero ¿cuántas veces has horneado un bizcocho y te ha quedado crudo o incomestible? No te preocupes porque hoy te traigo el truco definitivo para que el bizcocho casero te quede súper esponjoso.
Si tu debilidad son los postres y no consigues hacerte con una receta en la que el bizcocho te salga bien, toma nota y apunta todos los trucos para hacerlo en casa.
El truco definitivo para que el bizcocho salga esponjoso

Aunque parece un básico y no muy importante, este truco te vale para cualquier tipo de comida que vayas a preparar. Así, a la hora de elaborar un bizcocho casero, una de las cosas más esenciales que tienes que tener en cuenta son los ingredientes.
Si quieres un bizcocho esponjoso es necesario que elijas bien los ingredientes, que sean de calidad y que se conserven en unas condiciones optimas. Más adelante te doy más trucos sobre esto. Además, para que el bizcocho quede esponjoso también es necesario tener en cuenta la masa, el horneado y la conservación del mismo.
Cómo tratar los ingredientes del bizcocho

Antes de empezar a cocinar el bizcocho es necesario que hayas medido muy bien las cantidades de todos los ingredientes. Aunque no lo parezca, la pastelería requiere de precisión en las cantidades y no hay mucho lugar a variación.
Es muy importante también que los ingredientes se encuentren a temperatura ambiente para evitar que la masa se corte en algún punto cuando se bata. Eso sí, si la receta requiere que la leche o el queso sea frio de la nevera, ahí no hay discusión. De lo contrario, hay que sacar todos los ingredientes de la nevera con antelación cuando vayas a cocinar un bizcocho.
Cómo elegir los huevos para el bizcocho

La mayoría de los bizcochos llevan huevos y su tamaño es muy importante. En caso de que la receta no indique preferencia, los huevos han de tener un tamaño M, es decir, con un peso entre 55 y 65 gramos por unidad.
Si no tienes este tamaño, tendrás que traducir a gramos la cantidad requerida y pesar el huevo que tengas. De esta forma se evitará agregar más líquido del necesario a la masa.
Hay que escoger bien la harina y la levadura

El tipo de harina para hacer un bizcocho bien que ser de trigo común. ¿Por qué? Porque muchas marcas que añaden un impulsor químico a la harina y lo venden así, pero es mejor utilizarlo por separado para controlar la cantidad mejor.
En cuanto al impulso químico o levadura, es el ingrediente ideal para elaborar bizcochos ya que reacciona al calor durante el horneado. No hay que confundirlo con la levadura de panadería o fresca. Aunque su uso es opcional.
Ingredientes para cocinar el bizcocho esponjoso

Para elaborar un buen bizcocho esponjoso solo son necesarios tres ingredientes básicos: cuatro huevos, 120 gramos de azúcar y 120 gramos de harina de trigo. Además, solo tienes que seguir los consejos para su preparación y conservación y te quedará un postre de escándalo.
Si quieres agregar chocolate o algún ingrediente extra como topic es mejor hacerlo al final para decorar el bizcocho y seguir los pasos al pie de la letra para que el resultado sea muy esponjoso.
Primer paso para hacer el bizcocho más esponjoso

Para empezar hay que separar las claras de las yemas en dos recipientes distintos. Se baten bien las claras, lo mejor es hacerlo con varillas eléctricas para ahorrar esfuerzo y tiempo, en caso de que no tengas, las manuales también sirven.
Cuando empiecen a espumar añadimos la mitad del azúcar en las claras, dejando que caiga en forma de lluvia y sin dejar de batir. Hay que parar cuando las varillas dibujen un trazo en las claras.
Segundo paso para hacer el bizcocho más esponjoso

Ahora, sin tener que lavar las varillas, se baten las yemas junto con el resto del azúcar. No te preocupes si cambian de color y se vuelven más pálidas, eso es porque aumentan su volumen debido a la cantidad de aire incorporado. Hay que parar de batir cuando las varillas dibujen un trazo en las yemas.
Lo siguiente que hay que hacer es incorporar la harina al recipiente con las yemas batidas, de forma progresiva, poco a poco y a través de un colador o tamiz. Remueve con una espátula de silicona haciendo movimientos envolventes para que no baje su volumen.
Tercer paso para hacer el bizcocho más esponjoso

Sin dejar de remover, hay que ir intercalando cucharadas de clara batida antes de incorporar más harina. En caso de que la mezcla te haya quedado muy espesa y cueste trabajar con ella, solo tienes que añadir un poco más de clara montada y continuar mezclando.
Cuando la mezcla se convierta en una masa homogénea tienes que verterla en un molde desmontable, preferiblemente de 18 centímetros de diámetro y 7 cm de alto. Para poder desmontar el bizcocho una vez horneado es aconsejable poner un papel vegetal en la base, cubrir sus paredes son spray si no es antiadherente o untar con mantequilla las paredes del molde.
Cuarto paso para hacer el bizcocho más esponjoso

Introduce el bizcocho en el horno precalentado previamente a 160ºC sobre la bandeja en la segunda posición empezando por abajo. Hornéalo durante 35 o 40 minutos, cuando veas que está bien cocido puedes sacarlo. El tiempo también dependerá de cada horno, pero si a los 20 minutos no empieza a dorarse, tendrás que ajustar la temperatura.
El resultado: un bizcocho muy esponjoso

Una vez que hayas sacado el bizcocho del horno, deja que se atempere antes de desmoldar. El volumen bajará un poco, pero es normal, y si se arruga la superficie también. En caso de que lo quieras bonito, dale la vuelta dejando la parte superior del bizcocho en la base.
Cuando se enfríe solo te quedará disfrutar de un bizcocho esponjoso con un café, leche o batido para merendar o desayunar.