Cualquier ensalada es bien recibida en la mesa, sobre todo en épocas de buen tiempo. En esta ocasión vamos a apostar por la Caprese, un plato muy ligero que no requiere cocción, por lo que todos sus preciados ingredientes conservan sus propiedades. Al prepararse con productos frescos, la convierte en un plato veraniego perfecto, capaz de capturar, con su sencillez, a todos los amantes de la comida. Además, con ella vamos a conseguir una deliciosa receta italiana que va a estar lista en cinco minutos, por lo que tampoco pasaremos mucho tiempo en la cocina, y con la que, aún siendo muy ligera, todos los comensales van a disfrutar de una gran explosión de sabores.
Los orígenes de la ensalada Caprese

La ensalada Caprese es una receta típica italiana creada en la isla de Capri, como el propio nombre sugiere. Entre los famosos Faraglioni y la conocida Via Krupp, es un deber disfrutar de la misma a la hora de la comida. Los orígenes exactos aún no están claros porque algunos sugieren que fue preparada en un restaurante de Capri, en los años 20, para promover la cocina vegetariana futurista del Manifiesto de Filippo Tommaso Marinetti, que proponía eliminar la pasta a favor de platos más ligeros sin harina y con porciones más pequeñas. Por el contrario, según las creencias populares fue creada para el rey Farouk de Egipto que quería comer «algo fresco» después de un día en la playa.
Ingredientes de la ensalada Caprese

Para la elaboración de una buena ensalada Caprese no se necesitan muchos ingredientes pero sí conviene invertir en buenos tomates, carnosos y maduros, llenos de sabor, comprar la auténtica mozzarella de Bufala italiana, y utilizar hojas de albahaca frescas, ya sean de nuestro huerto urbano o recién compradas en el supermercado. Para hacerla para dos personas necesitaríamos un tomate grande, 250 gramos de mozzarella fresca (a ser posible de Bufala), a unas hojas de tamaño grande de albahaca, aceite de oliva virgen extra para aliñar, unas gotas de vinagre de Módena, y sal y pimienta al gusto.
La mozzarella de bufala

Lo que no puede faltar en nuestra ensalada Caprese es la mozzarella, y lo más recomendable es que ésta sea de Bufala. Se trata de un queso elaborado a base de leche de la hembra del búfalo de agua (Bubalus bubalis), con Denominación de Origen Protegida de la región italiana de Campania. La riqueza de la leche de búfala hace su procedimiento demasiado conveniente. Para producir un kilogramo de queso, un procesador de lácteos necesita de 8 kilogramos de leche de vaca, pero sólo 5 kg de leche de búfala. La producción de un kilogramo de mantequilla requiere 14 kg de leche de vaca, mas sólo 10 kg de leche de búfala. Gracias a estos altos rendimientos, es por lo que los procesadores de lácteos aprecian tanto su valora.
Cómo prepararla

La receta de la ensalada Caprese es tan sencilla que no tiene ningún misterio. Lo primer se lavan bien el tomate y la albahaca y se secan con papel de cocina. También hay que secar la bola de mozzarella para que nos sea más fácil cortarla en rodajas. Hecho esto tenemos que ponernos a continuación con la preparación de las hojas de albahaca y para ello hay que retirarles el tallo para que en la ensalada esté la parte más sabrosa solamente. Después se corta el tomate en rodajas finas, y para esta labor es preferible utilizar tomates maduros y con mucho sabor para notar el contraste de los ingredientes.
Cómo finalizar la receta

Hay que tener en cuenta que la ensalada Caprese se puede presentar de muchas manera en los platos, por lo que aquí vamos a dar simplemente una opción. Para ello, colocamos en un plato una rodaja de tomate y seguidamente una rodaja de mozzarella acaballada sobre él. Sobre cada loncha de queso mozzarella se coloca una hoja de albahaca y se repite la operación hasta cerrar el círculo. Para decorarlo y que quede mejor la presentación se puede colocar un cogollo de albahaca en el centro. Antes de llevar a la mesa ya solo quedaría aliñarla con un pellizco de sal en los tomates y unas vueltas de molinillo de pimienta negra, y rematarlo todo con un buen aceite de oliva virgen extra, al tiempo que se espolvorea con spray de aceite balsámico o vinagre de Módena. Y listo para degustar y, si has sido el chef, triunfar.