Fin de semana, momento perfecto para disfrutar de todos los contenidos que llevamos cinco días esperando ver. Y uno de los estrenos que más impacto está teniendo es, sin duda alguna, el documental de la artista Jennifer López, Halftime, uno de los más vistos en Netflix.
Entrevistas inéditas que ponen sobre la mesa todos los procesos emocionales y todos los conflictos que ha tenido que superar la cantante en su carrera profesional. Algo que nos demuestran que hasta al icono más importante de Hollywood le afectan los comentarios, las críticas y, por supuesto, la falta de reconocimiento. Hoy, en Cotilleo.es, hacemos un repaso de los dilemas que más han marcado a la actriz americana.
La denuncia de JLo

>Décadas de desacreditación mediática han llevado a López a poner las cartas sobre la mesa, y lo ha hecho centrando el documental en su película Estafadoras de Wall Street y en el espectáculo que compartió con Shakira en el medio tiempo de la Super Bowl.
Un documento en el que vemos a una mujer que se ha esforzado en ser primero bailarina, después actriz y por último cantante, y en cómo su vida personal y su imagen pública le han condicionado su crecimiento como artista. «Muchas mujeres pensamos, si soy demasiado sexy no me tomaran enserio«, apunta poniéndonos voz a muchas de nosotras. Una planteamiento que ha sufrido desde sus inicios.
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El culo de Jennifer López

>Unas de las características físicas que más se comentaban sobre el cuerpo de la puertorriqueña era su culo. Un culo que, como ya denunciaba en sus inicios, «no representaba al estereotipo de mujer exitosa anglosajona».
Esto sirvió durante muchos años de descrédito para la cantante de Papi, a la que, además, acusaban de no cantar bien y de no ser una buena actriz. Opiniones que parecía que compartía casi todo el mundo, porque estaban en los principales programas de la televisión americana y en series de animación tan potentes como South Park. Y afectaron a sus relaciones personales que siempre tenían más atención que sus logros profesionales.
«Ni siquiera voy a analizar cómo fueron mis relaciones, si no cómo se identifican conmigo en el proceso que he seguido», apunta con confianza, «la clave no tiene que ver con los demás si no conmigo misma». Lo que posiblemente haya tenido que ver con la curiosa aparición que hace su pareja, Ben Affleck, en el documental.
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Solamente tiene una frase

>Cuando vi el documental me preguntaba si JLo le daría voz a su no confirmado marido. Y es que Jennifer ya ha aprendido la lección, y no piensa basar su trayectoria en las opiniones de sus parejas, ni siquiera en la del amor de su vida. Por eso mismo, el actor de Batman solo tiene una frase. En ella habla sobre la ascendencia latina de la cantante y cómo esto la hacía tener muchas críticas y ser cuestionada en cada paso que daba.
«Una vez le pregunté, ¿eso no te molesta? Y respondió: soy latina. Soy una mujer, me esperaba esto. Tú no te lo esperas. Tú esperas que te traten bien», cuenta Affleck quien entendió en ese momento el machismo y el racismo al que pensaba que la estaban sometiendo. Algo que JLo también sintió cuando se divorció del padre de sus mellizos Marc Anthony.
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Cuando Jennifer tuvo que empezar de cero

>Incluso cuando eres una estrella, divorciarse es un proceso muy complicado, te desgasta y te hace cambiar tus prioridades, especialmente cuando tienes niños. Esto es lo que le pasó, lo que le pasaba por el alma a Jennifer, madre de Max y Emme. De hecho, la productora confiesa que perdió su camino como artista cuando nacieron sus hijos en 2008. ¿Os sentís identificadas?
Lo que empeoró cuando los cantantes de No me ames se separaron tres años después. «Era una madre soltera con dos niños pequeños. A los 42 años, los papeles de películas no tocaban a mi puerta y cuando volvía al trabajo sentía que había perdido lo que era como artista al intentar construir la familia perfecta«, señaló la cantante.
No obstante, JLo seguía teniendo en la cabeza algunas de sus metas: ganar un Globo de Oro, un Óscar y, por supuesto, cantar en la Super Bowl.
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Tampoco ganó el Globo de Oro

>Es muy emocionante ver como JLo, la estrella inquebrantable que nunca muestra públicamente lo que siente, en privado con su equipo y su núcleo más cercano no dudó en expresar cómo se sintió al descubrir que no había ganado el Globo de Oro y que no había sido nominada a los Oscars por su protagónico en Estafadoras de Wall Street.
Una decepción que cuenta a sus seguidores en el documental, donde podemos ver a una mujer que siente que no se le está reconociendo algo que merece por derecho, y cómo esta situación le importa y le entristece.
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Fue un error cantar con Shakira

>Cuando se trata de la Super Bowl, López nos enseña que es una artista con contenido, que sabe que tiene la capacidad de influir desde un prisma político-social y quiere hacerlo. Y asentó sus objeciones hacia la Liga Nacional de Fútbol americana con dos argumentos distintos.
El primero fue que, «fue la peor idea del mundo que dos personas hagan la Super Bowl«. Es más, su manager Benny Medina llegó a asegurar que había sido un insulto de la organización. «Normalmente tienes un cabeza de cartel que construye un espectáculo«, resalta Medina.
«Soy una actriz de 50 años que el mayor éxito de su carrera es interpretar a una stripper. Una mujer que abraza el poder de su sexualidad y cambia la forma en que las mujeres son cosificadas de cabeza. Quería poner todo eso en ese escenario», dice ella.
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La revancha de JLo con la NFL

>Una serie de desacuerdos que no impidieron que Jennifer López hiciera un espectáculo con un mensaje muy claro.
Una reivindicación que compartió en una de las partes del concierto en la que aparecieron varios niños cantando, entre ellos su hija Emme, metidos dentro de jaulas. Una crítica a la administración de Donald Trump y a sus políticas migratorias, que estuvo a punto de no producirse. La organización le recomendó que no usará las jaulas. Finalmente las sacó y cantó con su hija la canción Born in the USA, mientras Shakira tocaba la batería.