Cuando se estrenó, el 23 de abril de 2000, ya había recibido más críticas que a Pedro Sánchez en un mitin del PP. Quizás por ello, Paco Lobatón, todavía en plena cresta de la ola por ‘¿Quién sabe dónde?‘, dijo no a ese ‘Gran Hermano‘ que Telecinco le propuso presentar. Ni él ni nadie podía esperar que ese formato fuera todo un éxito, como demostraron las audiencias de entonces: Sólo 878.000 españoles no lo vieron ni un minuto, mientras que otros 38 millones se engancharon a él, aunque sólo fuera un rato. Desde entonces, lo mismo se han hecho famosas personas que sólo conocían en sus casas que le costó un disgusto, y 70.000 pesetas de las de entonces (unos 420 euros), a uno de los concursantes.
Bombazo de formato
A quién le costó al principio casi un riñón ‘Gran Hermano‘ fue a la productora Zeppelin, que tuvo que pagar 1.380 millones de pesetas para poner en marcha el concurso. Apenas tuvieron dudas de su éxito un día, el que tardaron en llegarles las audiencias e incluso el primer resumen de prensa, que medía 1,95 metros (hasta un diario como ‘La Razón‘ le dedicó al programa una portada). La idea original provenía de Países Bajos, de la productora de John de Mol, que se había inspirado a su vez en un proyecto científico que reclutó a ocho investigadores. España fue el tercer país en emitirlo, después de Holanda Alemania, y a partir de ahí ha llegado a un total de 40 países. La final de esa primera edición fue vista en nuestro país por más de 9 millones de personas, y 10 millones votaron por SMS.
Sueldos vulgares y no tan vulgares
Ese coste inicial no de debía a lo que cobraban los concursantes, sino, principalmente, a todo el entramado que había detrás, con la tecnología para acondicionar la casa como principal inconveniente. Los Ismael Beiro, Jorge Berrocal, María José Galera y compañía apenas cobraban 500 euros semanales por convivir en la casa de ‘Gran Hermano’. Desde entonces, siempre estuvieron sus salarios por debajo del salario mínimo interprofesional. Claro está que esos ilustres desconocidos nada tuvieron que ver en este aspecto con los protagonistas de las ediciones VIP, ya que ahí la cosa cambiaba radicalmente. Mila Jiménez y Belén Esteban, con 30.000 euros por semana, lideran el ranking de los que más han cobrado, aunque la media estaba entre los 12.000 y 15.000 euros.
Acoso sexual en ‘Gran Hermano’
A lo largo de estos 21 años que han pasado desde su estreno, ‘Gran Hermano‘ ha vivido momentos muy buenos, pero otros también muy polémicos. Quizás el que más se dio en la edición ‘Revolution’ de 2017, donde José Mari fue expulsado por una supuesta violación a Carlota Prado. La dirección del espacio expulsó al chico por «una conducta intolerable», acudió después a la Guardia Civil de Colmenar viejo y terminó presentando en los juzgados una denuncia por un posible abuso sexual. Ella, que abandonó primero la casa para ser tratada por psicólogos, volvió a la misma y fue expulsada por la audiencia a la semana siguiente. Dos años después afirmaba que todavía no había podido rehacer su vida y que en el casting confesó que de pequeña ya había sido violada. Carlota denunció al programa porque «en la sala había más de cuatro personas viendo lo que me pasaba y nadie hizo nada».
Desde un loco a un hijo en directo
Claro que nuestro país no es el único que ha vivido situaciones extrañas en ‘Gran Hermano‘. En Holanda, por ejemplo, la concursante Jocelyn Savanna dio a luz una niña en directo que pesó 2,9 kilogramos y midió 47 centímetros, lo que provocó un polémico debate entre los medios de comunicación y el Gobierno holandés que llevó a la inspección de trabajo del Ministerio de Asuntos Sociales a denegar el permiso a que se filmara entonces al bebé. Peor le fue a un concursante en la entrega polaca, que fue trasladado a un hospital psiquiátrico al subirse al tejado de la casa en ropa interior y asegurando que nadie le sacaría de allí. En la edición inglesa de Francia la policía tuvo que intervenir con gases lacrimógenos por el ataque de activistas contra la telebasura, circunstancia más desagradable que la del activista político que en la primera entrega española intentó lanzar un mensaje durante una de las galas.
Novedades curiosas
Eso sí, a lo largo de estos años han sido más las veces en las que la dirección de ‘Gran Hermano’ ha intentado sorprender a los concursantes que viceversa. Por ejemplo, en la novena entrega llegó a meter en la casa a dos gemelas, Pamela y Conchi, y también a dos hermanas que no se conocían entre sí. En Italia, llegaron a introducir a nada menos que cinco miembros de una misma familia; en Francia, se apostó por unas trillizas, pero aquí a la audiencia no le gustó; y en Arabia se incluyó una habitación para rezar y se optó por separar a mujeres y hombres. Esa fue la edición más corta del formato, porque los productores, ante las críticas recibidas, optaron por cancelarlo.
Pagar por participar en ‘Gran Hermano’
Pese a todo lo más surrealista se vivió, cómo no, en nuestro país, cuando en la edición 12+1 de ‘Gran Hermano‘, Arístides Alonso llegó a pagar casi 70.000 euros por participar en la misma. La idea surgió de la plataforma eBay, donde se subastó una plaza para entrar en la casa y el chico pagó 69.100 euros, cantidad que se destinó a la Cruz Roja para fines sociales. Pese a su dispendio, el vasco sólo duró una semana, al no caerle bien a la audiencia.
‘Secret Story’ en vez de ‘Gran Hermano’
Los que ahora duran más que las pilas del conejito son los concursantes de ‘Secret Story‘, el concurso que tiene más de ‘Gran Hermano Vip‘ que de otra cosa por el que ha apostado ahora Telecinco mientras se pasa, o al menos eso desean ellos, la polémica de la supuesta violación de ‘Gran Hermano Revolution‘ que todavía está pendiente de resolución judicial. El mismo perro pero con distinto collar.