Es fácil escribir la historia por medio de sus portadas, 2.176 portadas de Interviú, todas ellas de mujeres salvo seis hombres: Alessandro Lecquio, Jesús Vázquez, Álvaro Muñoz Escassi, Rafael Amargo, Pelayo Díaz y Marcelino Camacho (éste, con un jersey de cuello vuelto en la cocina de su casa en los 70 del siglo pasado).
Lola Flores, Rocío Jurado, Marisol, Terelu Campos, Anne Igartiburu, Marisa Medina, la Duquesa de Alba, Ana Obregón, Mari Trini, Chenoa, políticas, policías, bomberas, periodistas… Pero entre 2.176 nos vamos a centrar en cuatro que supusieron un punto de inflexión.
Marisol, la portada que demostró que ya no era una niña
Marisol fue una portada tan grande e importante en la historia de ‘Interviú’ que una reproducción en cartón-pluma de tamaño gigante (unos 2,5 metros de alto) presidía la entrada a la redacción. Como para que a nadie se le pasara por alto el hito, tanto social, como –importantísimo– de un millón de ejemplares vendidos.
De las fotos del gran César Lucas a la exninfa del franquismo despelotada y comunista ya se ha contado casi todo. Pero no por eso dejaba de asombrar entrar en la redacción de la calle O’Donnell de Madrid y encontrase a una Marisol espléndidamente desnuda de 2,5 metros de alto.
Belén Esteban, récord contemporáneo
Las ventas a ‘Interviú’ llegaban a veces con portadas insospechadas, otra eran carne clara de superventas. Como la de Belén Esteban subida a una moto con gorra macarra de cuero. Y recién colocadas sus prótesis de silicona, claro. Tres ediciones vendidas en la primera portada que hizo la “princesa del pueblo”. Cuando repitió portada, pasados unos años, volvió a triunfar, pero ya no hubo que volver a imprimir ejemplares porque la gente te los quitara de las manos.
No pocas estrellas de la portada de ‘Interviú’ han conseguido el hito de agotar tirada. Que no hubiera una mujer en portada era un tabú infranqueable en ‘Interviú’, sobre todo cuando vivía su fundador, Antonio Asensio Pizarro.
Jesús Vázquez, el primer hombre de la Historia
La portada de Marcelino Camacho con jersey de cuello alto fue muy divertida de recordar, pero no vendió nada, y las ventas era el sacrosanto grial de Interviú. Alessandro Lecquio había conmovido los cimientos con un peculiar posado en un yate, pero fue solo una foto pequeña de la portada. Fue el director Alberto Pozas quien tuvo la osadía de apostar por hombre como protagonista de portada: Jesús Vázquez.
En una cuidadísima producción, de enorme profesionalidad, Jesús Vázquez tras largas negociaciones accedió a ser “chico Interviú”. Se vendieron dos tiradas completas y la redacción brindó con cava el jueves, el día que se volvió a imprimir ese número.
Ana María Ríos, la peluquera de Vigo
Pero el éxito o el Santo Grial de ventas no se movía por parámetros científicos. Los vericuetos y secretos de morbo están en el imaginario de la mente, a veces colectiva, y eso condujo a peculiares éxitos de ventas. Ana María Ríos era una peluquera de Vigo que se fue de viaje de novios a Cancún. Al coger el avión de regreso, la frágil peluquera gallega de ojos enormes fue detenida como traficante de armas.
Un suceso que pasó a los telediarios y un culebrón que interesó a muchos españoles. ¿Cómo confundir a una grácil peluquera con un traficante? Pues de ahí, a la portada de Interviú, posando desnuda pero con calcetines. De nuevo el milagro de la tirada agotada. Ana María Ríos, muchas más ventas que las famosas del couché. Pues sí.
Terelu Campos, historia de Interviú
Según avanzaban los 42 años de historia de Interviú quedaban más estrechos márgenes para el morbo. El cine, la televisión, revistas de la competencia que se apuntaban a los desnudos y, como puntilla, Internet. Pocas famosas no aparecen el la búsqueda “Fulanita nude” o “Fulanita desnuda”. Pero en la santabárbara de las famosas con morbo aguardaba una traca final, uno de los últimos reductos de la fórmula magistral. Esa que se pasaba de director a director, con el sempiterno Miguel Ángel Gordillo como testigo al modo de los padrinos de matadores de toros: las españolas que España quiere ver desnudas.
Esta cuarta portada fue largamente buscada y negociada. Y se mantuvo como un secreto de Estado incluso en la redacción. El mirlo blanco era Terelu Campos. La negociación comenzó en los camerinos de Telemadrid. Terelu entrevistó a Marlasca y Rendueles, reporteros de sucesos de ‘Interviú’ que acababan de publicar un libro. Luis Rendueles, con olfato, pensó que ahí, bajo los focos, en ese apellido noble del periodismo televisivo español, había una portada con posibilidades. El posado fue complicado, muy negociado y con situaciones casi kafkianas, que quedan para el secreto de la historia de las bambalinas de Interviú. Otro exitazo de ventas.
Interviú y su funeral
El funeral ha tenido lugar estos días. Cierra la revista emblemática de la transición, que salió a los quioscos con una mujer desnuda incluso antes de que El País se atreviera a debutar, en el muy temprano mes de mayo de 1976. Cierra la revista de los reportajes de investigación que muchas otras no se atrevieron a publicar.
Hacía poco menos de seis meses que había muerto un feroz dictador que gobernó con mano de hierro –y puritana– España durante 40 años. Fruto de esos años en los que se enseñaba lo que durante cuatro décadas había estado oculto, nació uno de los más delirantes titulares de Interviú, seguramente fruto de la tortuosa mente de Luis Otero, subdirector: «Hijos de puta; hablan las madres«. Irrepetible.