Durante la grabación, con motivo de los 50 años del Rey, pudimos ver a la Familia Real viajando al colegio de Leonor de Borbón, princesa de Asturias y su hermana, la infanta Sofía. La Reina Letizia se mostró profundamente implicada en todo lo que tenía que ver con los estudios de sus pequeñas. Leonor y Sofía acuden al mismo colegio que educó a su padre, el Rey Felipe VI.
Santa María de los Rosales es una de las instituciones privadas que recibe cada año más solicitudes para acceder a él. Se trata de uno de los centros de la capital de España más exclusivos, solo al alcance de aquellas familias importantes que puedan permitírselo. Analizamos el colegio que deberá formar a nuestra futura Reina.
7.000 euros al año
Los costes del colegio Santa María de los Rosales ascienden a 7.000 euros por año. Se trata de una cifra que, en el caso de la Casa Real, se multiplica por dos. Las dos hijas de los reyes pagan lo mismo, por ser educadas en uno de los mejores centros educativos de la capital de España. Desde que empezaron su etapa educativa no han faltado a su cita.
Eso supone unos 112.000 euros lo que ha costado hasta el momento la educación de las dos pequeñas reales. Una cantidad que muchas personas tardarán toda una vida en ganar y que supone un gasto excesivo para muchas familias. La pregunta que todos nos hacemos es si esta cantidad se percibe en su manera de desarrollarse.
El total desarrollo de los alumnos
El colegio de las niñas Leonor y Sofía promete en su página web un ‘total desarrollo de todos sus alumnos’. Garantizar que cada uno pueda ejercer su personalidad es algo necesario. Vemos a una Leonor mucho más seria, entregada a las ciencias, mientras su hermana Sofía siempre con una sonrisa.
Mientras que una estudia mucho o eso parece en el vídeo, la otra se dedica a cultivar sus expresiones. El mundo de las artes parece ser el más atractivo para Sofía. Participar en las obras que el colegio realiza es algo que le encanta a la pequeña. Pudimos verla hablar de su próxima actuación.
Leonor y Sofía educadas en la religión
Santa María de los Rosales es un centro fiel al ideario católico. La religión marca una pauta importante en la vida de las dos infantas. En el propio centro es donde han realizado la primera comunión, vistiendo el uniforme típico del colegio y la gran cruz en motivo de este día tan especial.
De la misma manera que cuando lleguen a Bachillerato, emprenderán el camino de la Confirmación. No obstante, el propio centro afirma que acepta a alumnos que procesan otras religiones sin ningún problema. Hay alternativas en el caso que no quisieran realizar religión, podrían optar por la ética.
Instalaciones de lujo
La diferencia principal en cuanto a la mayoría de los colegios de la capital está en sus instalaciones. El centro en donde estudian las infantas tiene una equipación que casi ningún otro colegio en este país posee. Estaríamos hablando de más de diez mil metros cuadrados de edificios en otros miles de metros de terrenos.
Con tal capacidad, posee unas instalaciones que no son nada propias de un centro educativo. Un campo de césped artificial para Hockey, dos gimnasios, tres pistas de pádel, un campo de mini-basket, un campo de golf, dos pistas polideportivas, una cancha de vóley, una pista de atletismo preparados para la actividad física de sus privilegiados alumnos.
Separados por edades
Para evitar que pequeños y mayores se mezclen en este exclusivo colegio existe espacio suficiente para que esto no ocurra. Las distintas alas y edificios permiten una total autonomía de cada curso. No hay ninguna necesidad de mezclar edades con lo peligroso que puede resultar. Aquí cada curso tiene su espacio.
Para asegurarse de que cada uno tenga su espacio, el recreo se realiza a horas distintas. Aunque haya miles de metros, se podría provocar un encuentro, así que optan por no dejarlos salir a la misma hora. Los niños y niñas por edades van al patio, evitando que vayan con mayores o de otros cursos.
Leonor debe bajar las escaleras sin hacer ruido
Además de una educación de lujo el colegio Santa María de Rosales también enseña a comportarse a sus alumnos. Son los mismos profesores los que sirven a los niños y enseñan a comer. Pudimos ver a Sofía y Leonor con unos modales impecables, comiendo su plato de sopa. Aunque con algunas dificultades, se apreciaba su correcto comportamiento.
A las chicas, además, les dan una valiosa lección vital. Bajar las escaleras sin hacer ruido es algo que a lo largo de su vida tendrán que hacer de forma sistemática. Los ensayos de las niñas bajando perfectamente sin hacer ningún ruido no los pudimos ver, pero seguramente eran igual de perfectos.
No es de los mejores
A pesar de tantos esfuerzos este colegio no ocupa las primeras posiciones en cuanto a resultados académicos se refiere. En las notas de selectividad vemos como no está presente entre los más destacados. Las notas de sus alumnos son más bien discretas y tienen un trasfondo nada glamouroso.
Una antigua alumna del centro desveló como la institución ayuda a sus alumnos a aprobar. Si les quedaba un 4, hacían lo posible para que llegarán al aprobado. Era una manera de conseguir tener contentos a alumnos y padres. A la larga, estos favores se traducen en una mala preparación para la vida.