La nietísima del dictador, Carmen Martínez-Bordiú siempre ha tenido un poder oculto: Es capaz de dominar a cualquier hombre sobre la faz de la tierra. Su cuerpo de mujer mayor de 65 años parece que es un templo dedicado al amor. Con solo una mirada es capaz de tener a cualquier hombre que le pase por delante.
Carmen luce como una mujer de 30, la misma década en la que se encuentra su nuevo novio. Al final Carmen Martínez-Bordiú se ha dejado de historias y ha cambiado al chatarrero por un buen yogurín. Ahora que ha heredado títulos y alguna que otra alegría podrá disfrutar de ese poder un poco más.
Carmen Martínez-Bordiú, una reina del glamour
Carmen Martínez-Bordiú siempre lo ha tenido todo. Su armario ha sido digno de una reina. Solo por ser quien era disfrutó de todos los privilegios habidos y por haber. Ha protagonizado mil y una portadas del mundo del corazón y siempre se ha mostrado como una mujer en busca del amor verdadero.
Su corazón ha estado ocupado en varias ocasiones, con más o menos acierto siempre ha acabado marcando ella la relación. Sabe que quiere en cada momento y siempre intenta conseguirlo. Cuando a Carmen se le pone un hombre a tiro lo más probable es que caiga totalmente rendido a sus pies.
Del que podía ser rey, al chatarrero rico: los hombres de Carmen Martínez-Bordiú
El primer amor de Carmen Martínez-Bordiú fue todo un Borbón. Alfonso de Borbón y Dampiére el que podría haber sido el heredero de la corona francesa y quien sabe si de la española también. Se casó un poco obligada por las circunstancias y la presión de su familia en aquella época era una joven inmadura.
Con su amor real tuvo dos hijos, pero no terminó de funcionar. Carmen estaba pensando en otras cosas un poco más terrenales. Jean Marie Rossi un anticuario francés fue el segundo es discordia un hombre que se enamoró perdidamente de la nieta del dictador. Diez años de matrimonio fueron suficientes para que Carmen pensará en otras cuotas de poder.
El dinero es algo que atrae, pero el amor más
Si repasamos los grandes hombres de la vida de Carmen Martínez nos encontramos con un denominador común. Excepto su primer marido, los demás eran personas normales hasta que ella se cruzó en sus vidas. No comparten nada de extraordinario, salvo el amor hacia la misma persona.
José Campos fue el más descarado de todos sus maridos, un empresario y directivo que de la noche a la mañana pasó a ocupar las revistas del corazón. Era sensiblemente más joven que la nietísima y parece que la experiencia le gustó bastante. Ambos llegaron al altar dispuestos a tener un matrimonio que durará para siempre
El amor se acaba, pero la pasión no
La gran Carmen busca siempre mantener la pasión en cada una a de las relaciones sentimentales que tiene. Cuando con José Campos solo quedaron las cenizas Carmen buscó consuelo en otra persona. Volvió a las andadas, intentando revivir momentos del pasado. Un hombre de su edad parecía la mejor opción.
Un chatarrero que sigue enamorado de Carmen Martínez-Bordiú ha sido el último hombre mayor de su vida. A partir de su ruptura Carmen no quiere sufrir más. Apuesta por lo seguro y busca consuelo en alguien que entienda ese espíritu joven que posee. Con Luisimi siempre conservará la amistad, ahora que está con Tim todo es perfecto.
Tim, el filósofo de Carmen Martínez-Bordiú
Un treintañero neozelandés es el nuevo y joven amor de Carmen Martínez-Bordiú. Un Coach que se dedica a ser guía espiritual de personas como ella que buscan encontrarse a si mismas. Carmen llevaba 66 años perdida hasta que encontró a este yogurín con ganas de pasarlo muy bien con una abuela de espíritu joven.
Lo dejó todo por amor. Tim hizo las maletas y se mudó en seguida al piso de Carmen. El amor lo puede todo y un piso de lujo en la capital de España debe tener su capacidad de atracción. Hay una gran conexión entre ellos que parece que no se rompe con el paso del tiempo, sino que se hace más y más fuerte.
La edad solo es un número para Carmen Martínez-Bordiú
Para Carmen Martínez la edad es solo un número. Sabe perfectamente que lo que importa es el interior. Por eso, aunque recurre a algún que otro tratamiento estético cuida su mundo interior y hace que brille de la misma forma que el exterior. Con su gurú particular nunca más estará sola.
Tim McKeague le alegra la vista y algo más. Es el tipo de hombre que con treinta años seguramente no habría mirado, pero ahora con alguno más tiene otras prioridades. Carmen escondió la relación a su madre, por miedo a la reacción que esta pudiera tener. Sabía que algo no estaba correcto para ella. Hoy en día es feliz y brilla como el sol.
Un futuro brillante para Carmen Martínez-Bordiú
Mientras Carmen pueda mantener a su filosofo y darle todo lo que el universo material en el que ha vivido le ofrece, tendrá el poder para estar con él. Tim es un alma fuerte que vive intensamente la pasión de una mujer madura. Pero Carmen también tiene tiempo para sus ex parejas y amantes, Luismi el chatarrero es un amigo fiel.
Esa persona que en su día le pagó un piso de lujo no puede ser abandonada. Carmen ha estado con él y todavía los podemos ver acudir juntos a algún acto. Carmen es una mujer seductora que siempre está presente para sus grandes amantes. Es difícil olvidar el poder de una mujer destinada a cambiar todo cuanto le rodea.