La historia entre Paula Echevarría y David Bustamante va camino de convertirse en uno de los cuentos de hadas más largos jamás contados. Existe el inicio, el nudo, pero desconocemos el desenlace. No llega el fin, aunque parezca que cada día esté más cerca.
El acercamiento entre Paula Echevarría y Bustamante
El próximo 3 de abril se cumplirá un año desde que Antonio Rossi soltase la bomba definitiva en ‘El Programa de Ana Rosa’. «Según fuentes cercanas a la pareja, Paula Echevarría y David Bustamante están separados desde el mes de enero y se encuentran en proceso de divorcio. En los próximos días se espera un comunicado por parte de la pareja». La verdad solo tiene un camino y hasta allí, hasta la fuente, se acercaron compañeros periodistas para preguntar a Paula cuán cierta era la información del avezado periodista.
«Tomároslo con calma porque esto va para largo. No quiero llamar la atención, por favor, no quiero jaleo…», contestó la actriz aquella misma mañana de primavera. Si bien es cierto, con la noticia en la calle, se empezó a hablar de un posible acercamiento entre el cántabro y la asturiana cuyos encuentros diarios tenían lugar en el hogar conyugal, algo que en realidad, desde la separación meses antes, siempre había sido así.
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El posado de Paula Echevarría en ‘¡HOLA!’
Apenas un mes después de que Paula diese un paso al frente y confirmase que en su casa «pasan cosas», la revista ‘¡HOLA!’ publicó un polémico reportaje titulado: «Paula: Primer posado de su nueva vida«. En realidad, ni era el primer posado de una nueva vida, ni había declaraciones, ni tampoco eran fotografías exclusivas.
Según aclaró la propia actriz, «este ‘primer posado’ y estas ‘fotos en exclusiva’ no son más que unas fotos hechas el año pasado como promoción de mi nuevo perfume, #Sensuelle«, comenzaba relatando la protagonista de ‘Ola de crímenes’. «Unas fotos que tras el lanzamiento de dicho perfume se envían a todos los medios de comunicación acompañados de una nota de prensa con la descripción del mismo… Si de ahí, esta revista decide mentir diciendo que son exclusivas y transformarlas en un reportaje donde parece que yo me he lucrado de una situación personal de la que ni me he pronunciado ni lo haré jamás, se me escapa de las manos… Y ya van dos veces que lo hace…».
Los dos novios venezolanos de Paula Echevarría
Antes de la llegada de Miguel Torres, a Paula Echevarría le endorsaron entre tres y cinco hombres. El primero de ellos fue su maquillador, Miguel, con quien la actriz desmintió por completo que existiese algo más allá de una bonita relación profesional (y personal). Con algo más de fuerza sonó el nombre de uno de los socios fundadores de la marca de gafas de sol para la que Paula Echevarría es imagen desde hace años.
En tercera y última instancia, también salió al ruedo la figura de un joven empresario venezolano cuya amistad con otras celebridades como Vicky Martín Berrocal hizo que coincidiese con Paula en una de las glamourosas fiestas a las que acostumbran ir. Fue el propio Nicolás Toth quien negó su historia con Paula y afirmó que «Es totalmente falso. La conozco muy poco. Me parece una niña encantadora y nada más».
Los tiros en redes sociales
Los medios de comunicación han insistido profundamente en que entre David y Paula existe una relación tensa. A priori, lo suyo ha fluido con naturalidad, especialmente por el amor que ambos profesan a su única hija en común, Daniella. Si bien es cierto, en un momento determinado de su vida online, Bustamante decidió dejar de seguir a Paula Echevarría por consejo personal y profesional.
La instagrammer no ha bajado el ritmo y sus publicaciones, normalmente, felices y risueñas son constantes. La cuenta de Instagram de Paula es una de sus fuentes de negocio y aquello no puede, ni debe morir. Su público reclama entre una y dos fotos diarias de su estrella particular. «Soy una persona que no me maquillo ni me peino para ofreceros una foto cada día«, comentó Bustamante en su último concierto en Castellón. ¿Dardo envenenado a Paula o un simple comentario?
Problemas con el dinero
‘El Cantábrico’, el casoplón que la pareja compartía en la localidad madrileña de Villafranca del Castillo, es la única propiedad que el todavía matrimonio tiene en común. Tal y como consta en el Registro de la Propiedad, el 80% de la vivienda corresponde al cantante y el 20% a la actriz. Actualmente, la casa se encuentra a la venta por 1’8 millones de euros.
Recordemos que es este un matrimonio casado en régimen de separación de bienes. Unos documentos que la pareja firmó apenas horas antes de pasar por la vicaría en Covadonga (Asturias), patria chica de Paula Echevarría. Con una economía más que solvente y cada uno con sus propiedades y sus empresas, Busta y Paula han mostrado todo menos inconvenientes a la hora de repartir lo común que el matrimonio ha cosechado en estos once años juntos.
Problemas con la custodia
Según publicó el portal ‘Vanitatis’, la pareja habría firmado su separación en el año 2013. En aquel ingente dossier documental, el matrimonio formado por Paula Echevarría y David Bustamante dejó negro sobre blanco qué correspondía a cada quien, incluyendo la custodia de Daniella.
En estos días, algunos medios de comunicación han dado por válida la información de que la actriz y el cantante ya habrían firmado el divorcio, y que la custodia, finalmente, habría caído en manos de Paula. ¿Es cierto todo esto?
¿Ya han firmado el divorcio?
Según publicaba en exclusiva la revista ‘Lecturas’, Paula Echevarría y David Bustamante ya habrían firmado su divorcio. Un año de margen y una inminente relación entre la actriz y el futbolista Miguel Torres habrían apresurado los pasos de una situación ya insostenible para la pareja.
Pocas horas después, ‘¡HOLA!’ desmentía esta información al afirmar que los abogados de Bustamante decían que no se había producido este hecho. Aún no había acuerdo, y por tanto, aún no había divorcio. Queda patente que la situación sigue estando como se encontraba hace un par de días. A la espera del comunicado oficial, que según LOOK ya existe, casi un año después, Paula y Bustamante siguen manteniendo una línea de discreción y silencio. ¿Hasta cuándo?