Corría un 20 de noviembre del año 2014 cuando Cayetana de Alba nos decía adiós. La Duquesa nos dejaba a los 88 años de edad. Fue entonces, justo en ese momento cuando su primogénito, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo se convertía en el nuevo Duque de Alba. Sin embargo, el hijo de la aristócrata no heredaba simplemente su título, también todo un patrimonio. ¿En cuanto está valorado? En Cotilleo.es nos hemos puesto a hacer cuentas y a contar propiedades…
Obligado relevo: la triste pérdida de la Duquesa de Alba

> Fue sin duda una pérdida muy triste. Y es que la Duquesa de Alba, que siempre se había mostrado muy cercana con los medios, la echábamos de menos. Los títulos nobiliarios los heredaba su primogénito, Carlos. Un mes después del fallecimiento de su madre, se notaba que la ‘Casa de Alba’ había cambiado de manos. Marcando territorio que le permitía su estatus dentro de la familia, comenzaba a hacer cambios que sin duda no gustaron para nada algunos de sus hermanos, como por ejemplo Cayetano Martínez de Irujo.
Para empezar, el núcleo familiar que había formado la propia Duquesa de Alba cambiaba. Carlos Fitz-James Stuart aportaba dos hijos solamente y ninguna mujer. Radicalmente diferente a la familia que había creado Cayetana de Alba. Junto a sus dos hijos, Fernando y Carlos, ambos frutos del matrimonio que el propio Duque de Alba tuvo con Matilde Solís, componen actualmente la maquinaria que dejaba atrás su madre.
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«Me lo quitó todo», la acusación de Cayetano Martínez de Irujo a su hermano, el Duque de Alba

> Un nuevo rumbo que le costaba enfrentamientos con sus hermanos, sobre todo con uno de ellos. Sí, hablamos de Cayetano Martínez de Irujo, con el que a día de hoy siguen los rifirrafes. Ya en el libro que publicaba el jinete en el año 2019, De Cayetana a Cayetano, dejaba palpable que la relación con su hermano no era buena. «Me quitó todas las atribuciones que tenía dentro del palacio y dentro de la estructura, me dejó sin sueldo, me dejó en la calle. No tenía ningún ingreso», explicaba el ex de Genoveva Casanova en este libro.
Con ese primer enfrentamiento, ya se dejaba claro que las cosas habían cambiado en una de las casas más famosas de nuestro país. No fue hasta el pasado año 2019, cuando los hermanos -a saber además de Cayetano, Jacobo, Alfonso, Fernando y Eugenia- se enfrentaron al nuevo Duque de Alba por una empresa de la familia: Euroexplotaciones Agrarias S.A. Sin embargo, esto solo es una pequeñísima parte del gran patrimonio que maneja.
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Lo que pasó con la empresa Euroexplotaciones Agrarias S.A: antes y un después para los hermanos

> De esa empresa, solo quedan ahora mismo el actual núcleo familiar del Duque de Alba, él mismo, sus hijos y su hermano Fernando Martínez de Irujo como consejero y secretario… ¿Qué pasó con el resto de hermanos? Que la empresa obtuviera beneficios pero, por decisión de Carlos, propietario del 84% de las acciones, no se repartieran dividendos y se reinvirtiera en la misma empresa como quería su presidente, hizo que los hermanos discretamente se retiraran de la misma. Abrió la veda Alfonso y poco a poco se desligaron los demás.
Las cosas habían cambiado y la manera de manejar el patrimonio que había heredado el primogénito de Cayetana de Alba. Un patrimonio cuyo valor podríamos decir que es incalculable. Por mucho que nos pongamos a hacer cuentas, la lista de la cantidad de activos que tiene la propia ‘Casa de Alba’ es muy, pero que muy larga.
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El Duque de Alba, encargado de gestionar un patrimonio de valor incalculable

> Técnicos del Ministerio de Hacienda lo pudieron situar en una horquilla que van desde los 2.200 y los 3.200 millones de euros. Entre medias se quedaba el cálculo que realizó en su momento la revista Forbes, que lo ubicaba entorno a los 2.800 millones de euros. Sin embargo, todas estas cifras, ni en sueños las confirmaron la propia familia. Pero… ¿Qué se encuentra en este patrimonio para que valga esas estratosféricas cifras?
Pues sin duda, gran parte es nada más y nada menos que patrimonio histórico perteneciente a la Fundación Casa de Alba. Se incluyen, principalmente, varios inmuebles muy reconocidos. El más destacable, el Palacio de Liria, ubicado en la capital madrileña. También nos encontramos con el Palacio de Monterrey y el Castillo de los Duques de Alba, localizado en el municipio de la provincia de Salamanca, Alba de Tormes.
Las obras de arte de la colección privada que tiene la ‘Casa de Alba’ incluyen obras de reconocidos pintores. Desde Tiziano, Goya, Murillo, El Greco, Rubes, etc… Solo es la punta del iceberg, puesto que también hay numerosas propiedades cedidas a instituciones públicas para su explotación y conservación. Propiedades del estilo de castillos o torreones.
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Primero el de Dueñas, luego Liria y Monterrey: las visitas cubrirán los gastos de su mantenimiento

> Algunas de estas propiedades, por iniciativa del propio Duque de Alba, decidió abrirlas al público. El primero en dejar que la gente de a pie pudiera comprobar este enorme patrimonio artístico fue el Palacio de las Dueñas, ubicado en la ciudad de Sevilla. De esta manera, con el dinero recaudado de las entradas a los turistas que quieran visitarlo, pueda cubrir el enorme coste de su mantenimiento.
El segundo en abrirse a todos, el Palacio de Liria (Madrid) y finalmente, el de Monterrey, ubicado en el centro de Salamanca. Eso sí, no en todos estos palacios, todas las estancias son visitables. Algunas de ellas están reservadas y alejadas al público, dedicadas únicamente al uso privado de la familia.
Además, no solo el Duque de Alba gestiona gran parte del patrimonio heredado. Sus hermanos también tuvieron herencia por parte de su madre. Terrenos dedicados a la agricultura y ganadería que también acogen instalaciones de energía renovable y que cada hijo de Cayetana de Alba gestiona a su parecer.