La genética, la dieta, la actividad física, o incluso el medio donde vivimos, determinan nuestro envejecimiento físico, una de cuyas principales manifestaciones es la flacidez corporal. Es un problema que afecta a todas las personas, tanto hombres como mujeres, y que es verdaderamente difícil de resolver. Aunque el paso del tiempo es inevitable, y la genética heredada también, existen algunos otros factores de riesgo que se pueden evitar y que harán que se tenga un mejor aspecto en la piel. No obstante, algunas veces se produce de forma prematura, ya que la exposición al sol y la práctica de malos hábitos pueden acelerar el deterioro cutáneo.
¿Cómo se produce la flacidez de la piel?

La flacidez de la piel se debe a la pérdida de unas fibras necesarias para que la piel y el tejido muscular se mantengan tensos y firmes, es decir, el colágeno y la elastina. Ambas se van perdiendo poco a poco con el paso de los años, porque esto forma parte del proceso natural de envejecimiento. Sin embargo, se puede ralentizar llevando una vida saludable y prestando atención a algunos hábitos cotidianos del día a día. Las zonas más afectadas por la flacidez corporal son la cara interna de los brazos, los muslos y el abdomen.
El hábito que acelera la flacidez de la piel

Una falta crónica de sueño o un sueño crónico de baja calidad se asocia con el envejecimiento prematuro de la piel, y a una peor respuesta a factores agresores externos. Se encuentra en estos pacientes mayor laxitud de piel, más arrugas finas y mayor pérdida de grasa subcutánea. Así lo indicó la dermatóloga del Hospital Puerta de Hierro, en Madrid, Irene Salguero. La especialista explicó que la recomendación de dormir entre siete y ocho horas diarias beneficia a todo el organismo, incluida la piel. De lo contrario, la falta de sueño, puede tener efectos negativos en el cutis.
Consejos para eliminar la flacidez en la piel

Según la Academia Estadounidense de Dermatología, actualmente hay muchas intervenciones, más allá de lo quirúrgico, que pueden ayudar a tratar la flacidez. Algunas recomendaciones son consumir alimentos ricos en proteína y colágeno, practicar actividades físicas, no fumar y mantener el peso ideal estable. Estos hábitos ayudan a la formación de músculo y le proporcionan firmeza a la piel. También existen tratamientos estéticos como el uso de cremas y de fisioterapia que ayudan en este proceso y promueven excelentes resultados. Asimismo, hay que tener en cuenta que sus efectos no son inmediatos y su práctica debe ser constante.
Aumentar el consumo de agua y protegerse del sol

Una hidratación adecuada de la piel ayuda a mantener su elasticidad, debido a que renueva las fibras de colágeno que son importantes para mantenerla firme y tonificada. Además, un estudio publicado en Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology concluyó que mayores aportes de agua en la dieta podrían impactar positivamente la fisiología normal de la piel. Asimismo, es fundamental también evitar estar expuesto al sol constantemente, porque esto provocará que tu piel pierda su colágeno natural. Por eso se recomienda usar protector solar siempre.
Consumir alimentos ricos en proteínas, colágeno y antioxidantes

Para mantener los músculos y promover la producción de colágeno, se deben incluir en la dieta alimentos ricos en proteínas como las carnes bajas en grasa, granos, huevos, gelatina, leche y derivados. Así como también, alimentos ricos en vitamina C como la naranja, el limón, el kiwi, la mandarina, entre otras frutas cítricas, debido a que esta vitamina potencia los efectos del colágeno en el organismo. Además, existen alimentos ricos en antioxidantes como los vegetales en general, el té verde y los frutos rojos (fresa, frambuesas, moras), por ejemplo, que ayudan a combatir el envejecimiento prematuro de la piel, evitando así su flacidez.
Practicar ejercicios que mejoren la flacidez

Para tonificar la piel es necesario hacer ejercicios que trabajen la fuerza y la resistencia. Practicar actividad física favorece el aumento de la masa muscular, y ayuda a eliminar la flacidez porque aumenta las fibras musculares y tonifica la piel. Es importante realizar un entrenamiento básico, al menos tres veces a la semana, y añadir potencia a los movimientos conforme ganas resistencia. El aumento del tamaño de los músculos de la espalda y de los oblicuos ayudará a reafirmar las zonas donde existe mayor flacidez.
Dejar de fumar: la piel volverá a recibir oxígeno

El cigarrillo perjudica la circulación de la sangre, además de tener sustancias que aceleran el envejecimiento precoz de los tejidos. Por esto, es importante evitar fumar o estar expuesto al humo del cigarrillo, siendo esta una forma de evitar la flacidez. Además de prescindir de sus sustancias tóxicas, la piel volverá a recibir el oxígeno que necesita y esto, unido al incremento del riego sanguíneo a los órganos, los niveles de antioxidantes y la regeneración celular de la piel, le dará un aspecto más sano y radiante.
Mantener el peso estable

Cuando se pierde peso y se aumenta con frecuencia, las fibras elásticas que forman la piel se rompen, provocando flacidez y estrías. Por lo tanto, es importante que al perder peso se mantengan los hábitos saludables para que el peso sea estable y no perjudique la piel. Cuando tiene lugar una pérdida acelerada de peso, como sucede con un embarazo o con una dieta restrictiva, es habitual que la piel no tenga el tiempo que necesita para adaptarse a la nueva situación. Para combatirlo necesitarás un plan de entrenamiento enfocado a tonificar todas esas zonas donde el exceso de piel es más visible.






















































































