Ana Soria y Enrique Ponce no ganan para disgustos, y es que si bien ya no saben cómo hacer para desmentir los constantes rumores que les asolan, acaban de sufrir un gran susto que les ha tenido muy mal estos últimos días.
Ana y Enrique, una pareja unida frente a las críticas
> Ana Soria y Enrique Ponce llevan desde que iniciaron su relación aguantando todo tipo de críticas sobre su vida. Empezando por la gran diferencia de edad, de más de veinte años, y siguiendo también por la inesperada ruptura del matrimonio del torero con Paloma Cuevas, todo han sido rumores: su nidito de amor, un nuevo miembro en la familia, la segunda juventud del diestro…
Desde que se oficializara el romance, y hasta sin buscarlo, la pareja se ha convertido en el ‘boom’ de este año. Cada uno de sus pasos es seguido con atención por parte de la prensa, y han convertido a Ana en toda una celebrity, aunque eso la haya puesto también en el punto de mira de aquellos que pretenden juzgarla e incluso atacarla.
Sin embargo, y a pesar de todo, los tortolitos han demostrado estar más enamorados que nunca, algo que dejan bastante claro con las continuas dedicatorias de amor que publican en sus respectivas redes sociales. “Eres mi vida”, “Solo me importa que tú sepas lo que te quiero” o “Tú haces que cada rincón se ilumine y cobre vida”, son algunos de los mensajitos cariñosos que hemos podido leer en los perfiles de Instagram de la pareja.
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El grave problema que les ha tenido en vela
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> A pesar del amor que hemos visto derrochar a los tortolitos, en la última semana empezaban a sonar con fuerza los rumores de que Ponce podría haberse cansado ya de Ana, y que incluso tendría la intención de volver con Paloma Cuevas, la que fuese su mujer durante más de veinte años y la madre de sus dos hijas.
Lo cierto es que el romance de la pareja no está siendo un camino de rosas, ya que a pesar de que han decidido incluso dar el gran paso de irse a vivir juntos, no dejan de encontrar escollos. El principal y más importante: las hijas del torero, Paloma y Bianca, de 12 y 8 años de edad. Mucho se ha especulado sobre que la mayor de ellas no termina de aceptar a la nueva novia de su padre, algo que estaría haciendo mella en su relación.
También se ha especulado mucho sobre dónde pasará Navidades el diestro, ya que él vive en Almería, mientras que sus hijas se encuentran en Madrid. ¿Dejará plantada a la belleza rubia para pasar estas fechas tan señaladas con las pequeñas?
De momento, es muy poco probable, y es que ayer mismo tanto Ana como Enrique hacían público un grave problema que habían tenido y que les ha mantenido muy preocupados estos últimos días. Algo relacionado, nada más y nada menos, que con Ney, su nueva mascota.
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Un nuevo amor que le ha robado el corazón a Ana
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> En medio de mil habladurías, la pareja seguía haciendo su vida e incluso se animaba a agrandar la familia. Desde la llegada de Ney, un pequeño cachorro de raza Beagle que nos tiene completamente enamorados, Ana no ha dejado de presumir de su adorable mascota. Tanto es así, que el perrito se ha convertido en el protagonista absoluto del Instagram de la joven, quién no deja de retratar cada una de sus travesuras. De hecho, a Ney debemos agradecerle haber podido echar un vistazo más a fondo al lujoso piso dónde Ponce y su chica se mudaban hace muy poco para empezar la aventura de la convivencia. Un apartamento situado en la mejor zona de Almería y con unas impresionantes vistas al mar.
Sin embargo, y para tristeza de sus dueños, Ney ha estado muy malito estos últimos días, algo que ambos han decidido compartir con sus seguidores para concienciar sobre una grave enfermedad que sufren los cachorros.
“Cuatro días después de recoger a Ney empezó a tener los primeros síntomas de parvovirosis, a pesar de tener puesta la primera vacuna de éste. Un virus muy contagioso que afecta a muchos cachorros y muy difícil de superar, con una tasa muy alta de mortalidad. Dado el período de incubación de este virus, (5-10 días) supimos que lo traía del lugar de donde venía, como algunos de sus hermanos de camada, cuyos dueños nos contaron el mismo diagnóstico. Y así lo confirmó el veterinario. Desde el primer síntoma tomamos todas la medidas para tratarlo y luchar por su vida. El tratamiento consistía en proporcionarle a través de una vía en vena: suero, protector de estómago, antiemético para los vómitos; y antibiótico subcutáneo.
Después de varios días de lucha, empezó a mejorar y quiso volver a comer. Para nosotros fue la primera luz en un túnel muy oscuro. En pequeñas cantidades comenzó una dieta blanda que fue tolerando muy bien. Cada avance era un milagro. Y cada día una batalla ganada a la muerte. A día de hoy afortunadamente se encuentra muy bien. Su vida empieza ahora.
Agradecidos a Dios y al privilegio de ser nosotros quienes tenían que cuidarle y estar con él peleando por su vida. Queríamos compartir su historia con todos vosotros.
Y a ti Ney: nos conocimos hace poco pero ya no nos imaginamos la vida sin ti. Y como dice esta canción: no estás solo. Siempre estaremos a tu lado. Te queremos mucho campeón”, era el emotivo y bonito mensaje que compartían junto a un precioso vídeo que nos ha encogido a todos el corazón.
Además, la que más afectada se ha mostrado ha sido la bella joven, quién no dudaba en publicar también varias imágenes del proceso de recuperación de Ney. Unas instantáneas que reflejan a la perfección su sufrimiento en esos momentos tan complicados en los que el pequeño casi pierde la vida. “Ya recuperado. Tu vida empieza ahora”, escribía emocionada y bastante aliviada Ana después de que su cachorro se haya recuperado por completo. Por suerte, al final todo ha salido bien y el susto se ha quedado en una simple anécdota.