El pasado fin de semana diferentes medios de comunicación aseguraron que el alta hospitalaria de Raquel Mosquera se habría producido a petición de la viuda de Pedro Carrasco, algo a lo que los médicos habrían accedido a pesar de no considerar a la peluquera preparada todavía para volver a su domicilio por no estar recuperada del brote psicótico que sufrió el pasado 13 de abril.
Una información que ahora Raquel desmiente jatantemente. Molesta, asegura que «es mentira» que pidiese el alta voluntaria para protagonizar la portada de una conocida revista y mantiene, firme, que hizo caso en todo momento a los médicos: «Por supuesto que sí».
Centrada en su recuperación, la peluquera desvela que «me estoy cuidando y voy al gimnasio» y repite que, si salió del hospital, fue porque los médicos la vieron recuperada para darle el alta, no porque ella lo pidiese. «No insistas más en algo que te estoy diciendo. Yo no miento. No te puedo decir más«, afirma algo molesta por los rumores que la rodean constantemente.
Intentando que nada la altere cuando se acaba de cumplir una semana de su regreso a casa tras casi 15 días ingresada, Raquel ha evitado, sin embargo, responder a su exsocia en su negocio de belleza en Las Rozas, Ángela Beck, que la acusa de no haberle pagado todavía los 6000 euros que le debe. Lo cierto es que han sido semanas especialmente complicadas para la peluqueria a raíz de la emisión de Rocío Carrasco, contar la verdad para seguir viva, la serie documental en la que la hija de su difunto marido ha compartido algunas declaraciones que no la dejan en muy buen lugar…
Si este lunes Kiko confesaba que había estado a punto de llegar a un acuerdo con los abogados de su madre pero que, una vez más, ésta se había reído de él al asegurar que no encontraban los enseres de Paquirri que se habían comprometido a entregarle como muestra de buena voluntad, ahora el marido de Irene Rosales se reafirma en sus acciones legales en contra de Agustín Pantoja y confiesa que ya no hay marcha atrás.
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