Maribel Verdú recobró esta semana todo el protagonismo de sus mejores épocas gracias al programa de Jordi Évole en televisión. La actriz fue una de las invitadas al espacio con el que el presentador quería rendirle homenaje a los 30 años transcurridos del Oscar que ganó la cinta ‘Belle Epoque’, aprovechando también la gala de los famosos premios de Hollywood. La madrileña compartió plató con el director de la cinta, Fernando Trueba, y otras de las intérpretes de la misma, Ariadna Gil, Miriam Díaz Aroca y Penélope Cruz, pero eclipsó a todo el mundo con las declaraciones que hizo sobre su carrera, desvelando incluso cuál había sido el peor momento que había vivido en la misma.
Maribel Verdú, uno de los sueños de Évole

En ‘Lo de ‘Evole’, Maribel Verdú se convirtió casi sin quererlo en su gran baza. Se trataba de rendir homenaje como queda dicho a ‘Belle Epoque’, la cinta que ganó el Oscar de habla no inglesa hace 30 años con el reencuentro de parte de sus protagonistas. Todos ellos reflexionaron sobre «el canto a la libertad individual» que era aquella producción y cómo les había cambiado la vida tres décadas después. El presentador cumplió uno de sus sueños tras confesar que se «había pasado parte de su juventud queriendo ser Jorge Sanz» en la película, y fue diciéndole a las cuatro actrices, por separado, que eran las que «más ilusión le había hecho que aceptaran la invitación».
La aventura americana de Maribel Verdú

En el caso de Maribel Verdú, aquella película de Trueba la vivió de manera muy distinta a la de Penélope Cruz. Mientras que ésta confesó que «para mi sorpresa me llamó un agente americano, no lo busqué. Empecé a hacer pruebas desde aquí y me salió la película. Me compré un billete de ida y vuelta. Siempre iba con la seguridad de que mi familia estaba aquí y en 2 o 3 meses estaba de vuelta», la madrileña lo vivió de manera diferente: «No se fijaron en mí en ese momento. Fue cuando estrené ‘Y tu mamá también’ cuando fue una locura. Pero de tal nivel que me hice pequeñita y no quise probar allí. Pero este año pasado si decidí quitarme el miedo, porque solo quiero disfrutar las cosas que llegan y mi ambición está a nivel personal, más que profesional. Voy a jugar y ya está».
Su peor momento

Sin embargo, a Maribel Verdú todavía le quedaría por vivir su peor momento a nivel profesional, cuando después de la citada película estuvo dos años y medio sin que nadie la llamara: «Por fin un director me escogió para una película, estaba emocionada con el guion, las pruebas de vestuario y 15 días antes me dicen que el director no me ve para el personaje. Y que coge a Leonor Watling. Yo me quedé llorando, diciendo porqué juegan con el sentimiento nuestro, la autoestima, el corazón. Puedes hundir a alguien en la más absoluta de las miserias. Porque por fin veía un atisbo y otra vez a la mierda«.
La película que la salvó

Maribel Verdú, según contó en el programa ‘Lo de Évole’, no tardó al menos mucho tiempo en poder superar ese mal trago de quedarse su papel ya que dijo creer que todo ocurre por algo y que «a los dos o tres meses me llamó Guillermo del Toro para protagonizar ‘El Laberinto del Fauno'». Eso sí, lo de perder el papel ante Leonor Watling le dejó secuelas, ya que confesó que desde entonces cada vez que recibía una llamada del director de una película creía que era para echarla.
Abuso masculino

Durante el espacio ‘Lo de Évole’, Maribel Verdú continuó agigantando su protagonismo en el espacio y lo hizo gracias a otras confesiones impactantes que no hicieron el resto de invitadas. Por ejemplo, la madrileña fue la única que aseguró al presentador del espacio que había vivido abuso por parte de gente con poder en la profesión. Eso sí, no era una exclusiva ya que ya había contado en su aventura en ‘Planeta Calleja’. Según ella, «gente muy importante que me dicen que haga una portada de revista y al no querer hacerlo me vetan por diez películas más. Y tú lo sabes porque lo has vivido», le decía a Trueba. La actriz afirmó que «claro que hay hombres de gente que abusa de su poder. Y dices, madre mía, el día que esto salga».






















































































