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Rocío Flores: Para presumir hay que sufrir… Y tampoco caminar

Se dice que para presumir, hay que sufrir. Y la verdad es que este dicho popular lo está cumpliendo a rajatabla tanto Rocío Flores como Olga Moreno. Hace unos días, las dos se habían sometido a una operación de lipoescultura para eliminar la grasa localizada de diferentes partes de su cuerpo. Pero claro, nadie les dijo que el postoperatorio no sería fácil… Y si lo sabían, pues saben que lucir tipazo no iba a ser coser y cantar.

A pesar de que la hija de Rocío Carrasco no se ha pronunciado públicamente sobre su último y comentado retoque estético, fuentes cercanas apuntan a que no fue una intervención sencilla. Parece que la intervención de Olga Moreno fue mucho mejor, con Ro parece que hubo pequeñas complicaciones que hicieron que la influencer estuviese más de tres horas en quirófano.

Olga Moreno y Rocío Flores, mejor pasar el postoperatorio juntas que por separado

rocio flores olga moreno

Horas después Rocío recibía el alta junto a Olga Moreno -que, al igual que la hija de su exmarido también se sometió a una lipoescultura para lucir perfecta este verano- y ambas ponían rumbo a la casa de un amigo en Madrid. Es en este lugar donde ambas están permaneciendo durante estos días para pasar el postoperatorio. No solo eso, tienen que guardar reposo abosluto aunque tienen que moverse algo, al menos para acudir a las revisiones.

Dentro de unos días, podrán comenzar a moverse mucho más, aunque no será hasta dentro de un mes cuando puedan hacer una vida más o menos normal. Esto es debido a que la piel tiene que volver a unirse al músculo -una vez extraída la grasa- y es un proceso bastante doloroso.

La expresión de dolor de la hija de Antonio David… Nadie dijo que estar bella era fácil

Rocío Flores liposucción

Como decíamos, ambas han tenido que acudir a una de las revisiones médicas. Y ha sido en ese momento cuando se ha visto la expresión de dolor de Rocío Flores. Se trata de una revisión rutinaria para comprobar que su evolución va por buen camino.

Con un amplio abrigo estilo plumífero en color negro, Rocío ha necesitado ayuda para desplazarse y su rostro serio dejaba ver el complicado momento que está atravesando tras su lipoescultura. El postoperatorio está siendo mucho peor de lo que nunca hubiese imaginado y los dolores son imposibles de disimular.