La aplicación de bótox en el rostro representa en la actualidad el tratamiento más demandado por quienes quieren combatir o prevenir las huellas del envejecimiento. A su vez, también son muchas las personas que no se animan a practicarse esta técnica por miedo a obtener un resultado desfavorable. Las agujas usadas para las inyecciones de bótox son muy pequeñas, de manera que el dolor normalmente es mínimo. Pero un pinchazo en el lugar equivocado puede generar una expresión no deseada. Así que si estás pensando en aplicártelo para eliminar las arrugas, debes conocer cuáles son sus posibles efectos.
¿Qué es el bótox y por qué se aplica en el rostro?

La toxina botulínica es una sustancia capaz de paralizar los músculos para evitar su contracción y eliminar así la formación de arrugas causadas por la gesticulación facial. Se le conoce comúnmente con el nombre de bótox porque así se denomina la marca del primer medicamento que se creó de toxina botulínica.
La toxina botulínica se aplica en la cara a través de microinyecciones en la zona a tratar con el fin de eliminar o prevenir la formación de una arruga. Por lo general, los efectos de la paralización muscular se pueden notar entre 48 y 72 horas después del tratamiento y, sin duda, esta técnica representa una de las terapias estéticas más eficaces para combatir los signos del envejecimiento y lucir un rostro más joven y uniforme.
Aplicaciones del bótox

Su aplicación más conocida es para la eliminación de arrugas faciales, ya que es el remedio que ofrece más ventajas: no requiere cirugía, se puede aplicar en cualquier momento, es indolora, sus efectos son inmediatos y muy rara vez produce efectos adversos. Se suele aplicar en el entrecejo, la frente, el perímetro de la boca, a los lados de los ojos y en el cuello.
Los efectos del bótox no son permanentes, por lo que si una persona desea mantener sus efectos deberá someterse a su aplicación en repetidas ocasiones. La duración media de un tratamiento dura entre 4 y 6 meses (aunque en algunos pacientes solo dura dos meses). Una vez transcurrido este tiempo, las personas que deseen continuar con el tratamiento deben esperar otros tres meses para volver a aplicar la terapia.
Otros usos del bótox

En la actualidad el bótox se suele utilizar en diferentes aplicaciones médicas, principalmente para tratar el estrabismo, las distonías, el blefaroespasmo (contracción intermitente e involuntaria de la musculatura del ojo), las algias vertebrales, la migraña, la hiperhidrosis o la incontinencia urinaria en parapléjicos.
Otro de los usos que está creciendo en popularidad es el bótox capilar. Este procedimiento consigue reparar el cabello dañado y aportarle vitalidad, consiguiendo reforzar las puntas y eliminar el encrespamiento. Sin embargo, realmente no se trata de bótox, sino de un concentrado de vitaminas, caviar, colágeno, proteínas y otros componentes.
Efectos adversos de un mal pinchazo

La aplicación del bótox para fines estéticos puede tener consecuencias negativas si no es realizado por un profesional. Los especialistas no recomiendan los implantes de bótox por debajo del cuello, ni para aquellas personas menores de 20 años o mayores de 65. Las mujeres embarazadas tampoco deben someterse a este tratamiento, así como aquellas personas alérgicas al complejo de la neurotoxina o sus excipientes.
Además, puede causar cefaleas, náuseas, inflamaciones o parálisis facial. Si se usan otros medicamentos puede interferir en su efecto. De forma muy extraordinaria, pueden aparecer problemas para hablar, tragar o respirar.
Asegurarse si cumple las garantías de seguridad

Su uso también está asociado a posibles caídas de las cejas y los párpados. En estos casos, las personas que los sufren suelen tener una sensación de pesadez. Este efecto adverso no es muy común y suele resolverse de forma natural en las tres semanas posteriores al inicio del tratamiento.
Por otro lado, es importante que antes de comenzar un tratamiento con bótox, el usuario se asegure de que la toxina cumple las garantías de seguridad. En España existen cuatro marcas que han sido autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios para evitar este tipo de problemas.
La importancia de acudir a un especialista

Todos los efectos secundarios del bótox se pueden prevenir con una mínima, pero importante acción: elegir un centro estético profesional atendido por especialistas en dermatología y medicina estética. Se trata de un tratamiento que amerita tener conocimiento profundo en el efecto paralizante de esta sustancia, las cantidades ideales a inyectar en cada caso y la zona correcta donde se debe realizar la infiltración de cada uno de los músculos que se puedan tratar con toxina botulínica. Por lo tanto, ser tratados por personas capacitadas en todo lo que engloba al bótox es vital para disminuir riesgos y evitar un resultado negativo.
Recomendaciones post aplicación de bótox

Es importante seguir una serie de consejos luego de comenzar un tratamiento de bótox en la cara. Evitar tumbarse durante las siguientes 4 horas tras el tratamiento. No practicar deporte las primeras 24 horas. Evitar fricción de la zona tratada. Gesticular exagerando los movimientos faciales (fruncir el ceño, contraer la frente) para que el producto se distribuya mejor en las 4 horas siguientes a su aplicación. No consumir grandes cantidades de alcohol. El efecto del tratamiento se verá a las 2 semanas de haber realizado la técnica.

















































































