No todas las albóndigas tienen que ser de carne. En general ninguna receta debe estar cerrada de antemano sino abierta a poder ser realizada cuando menos con algún alimento nuevo que pueda realzar aún más el sabor del original. El mejor ejemplo de ello es esta receta que vamos a desarrollar a continuación en la que las tradicionales albóndigas que hemos comido toda la vida en nuestras casas o bares aquí están elaboradas con calabacín perfectas que incluso te pueden servir, si tienes descendencia, para conseguir que los más pequeños coman verdura sin apenas darse cuenta. Una idea perfecta para poner como aperitivo en una fiesta o para un almuerzo.
Ventajas de las albóndigas de calabacín

Aunque las albóndigas, además de carne, se pueden hacer de otros múltiples ingredientes, tales como pescado, hortalizas o legumbres, al hacerlas con calabacín vamos a tener una receta que nos va a aportar múltiples ventajas a nuestro organismo. Y es que esta verdura tiene beneficios para la salud como el hecho de que sirve para cualquier dieta de adelgazamiento, reduce el colesterol, cuida la salud de los huesos, controla presión arterial y hasta favorece la flora intestinal.
Ingredientes de las albóndigas

Otra de las ventajas de esta receta de albóndigas con calabacín es que es muy sencilla de preparar, por lo que tampoco nos va a requerir pasar mucho tiempo en la cocina, apenas unos 45 minutos. Para llevarla a cabo necesitaremos como ingredientes un calabacín, un trozo de cebolla dulce, un diente de ajo, un vaso de pan rallado, 2 pellizcos de comino, sal y perejil molido, un huevo, una taza de harina de trigo para rebozar, y un vaso de aceite de oliva suave o de girasol. Para hacer la salsa también precisaremos 2 hojas de laurel, una pieza de zanahoria, una copa de vino tinto, una cucharada sopera de tomate concentrado, un pellizco de orégano y dos vasos de agua.
Primeros pasos

Para empezar con nuestra receta de albóndigas con calabacín lo primero es pelar y triturar la cebolla y el ajo para que a la hora de mezclarlos con el resto de ingredientes no se encuentren trozos grandes. El objetivo de esta receta no es otro que el de resaltar el sabor del calabacín, por lo que hay que limpiarlo y rallarlo sin pelar. A continuación, se coloca rallado sobre una lámina de papel de cocina, se envuelve y se presiona para escurrir todo el agua posible. Hecho esto se devuelve el calabacín escurrido al bol donde se hará la masa de las albóndigas. Para ello, se agregan todos los ingredientes menos la harina, que será para rebozar las bolas de calabacín. No hay que olvidar aderezar la masa con sal, comino y perejil al gusto. Se revuelve y amasa para que se integre todo.
Rebozar las albondigas

Antes de seguir con las albóndigas haya que ver si necesitas que espese más la masa, en cuyo caso habrá que añadir más pan rallado. Asegurados de esto, se prepara la sartén con aceite y se deja que se caliente. Mientras tanto, se forman las albóndigas de calabacín y se rebozan en harina. Cuando se vea que el aceite humea, será el momento de freírlas. Eso sí, no hay que olvidarse de preparar una fuente con papel de cocina para colocarlas fritas y que se absorba el aceite sobrante. El aceite debe estar muy caliente para que se doren y formen un caparazón crujiente y que por dentro estén muy tiernas. También se pueden hacer al horno colocándolas en una bandeja con papel de hornear y cocinándolas a 180 ºC.
Cómo hacer la salsa

Ha llegado la hora de hacer la salsa de nuestras albóndigas fácil y deliciosa. Para hacerla hay que pelar y cortar en trozos la zanahoria. Se reserva y se vierten en una olla exprés los dos vasos de agua y se lleva a evolución. En este punto es cuando hay que añadir a la olla el resto de ingredientes, es decir, el tomate, la zanahoria, el vino, el orégano y, finalmente, el laurel. Se tapa y se deja cocer durante 5 minutos cuando salga el vapor. Pasado el tiempo, se destapa con cuidado y se tritura la salsa sin las hojas de laurel.
Últimos pasos de la receta

Para finalizar, se introducen las albóndigas de calabacín en la olla con la salsa y se deja que se cocinen a fuego lento, sin tapar, durante 5 minutos más. De esta forma absorberán el sabor de la salsa y estarán para chuparse los dedos. También se pueden hacer con tomate y albahaca añadiendo este último ingrediente a la salsa. Ya sólo quedaría emplatar y servir con un poco de salsa por encima. Se pueden acompañar con patatas fritas o patatas al horno con especias. Otra opción más saludable, sobre todo si decides hacerlas al horno para guardar la línea, es la de elaborar una ensalada.