No son una, dos ni tres las fotos del Rey Juan Carlos que avergüenzan y escuecen en el foro interno de la Casa Real. El emérito ha reinado durante 39 años con la mano pasada de oro por la protección excesiva de los medios de comunicación en este país.
La protección de Casa Real al Rey Juan Carlos
Los hombres de don Juan Carlos I siempre han vivido en la constante astucia de solapar con parches de fuego las filtraciones de las presuntas tropelías que el Monarca cometía durante su vida de rey reinante. Algunas de estas informaciones que se escapaban por la rendija han llegado a los medios de comunicación a través del seno de la propia Casa Real. Incluyendo explícitas fotografías.
En declaraciones exclusivas de Pilar Eyre al portal Merca2.es, la escritora comentó: «Sabino Fernández Campo reñía a don Juan Carlos. Era una presencia incómoda porque el Rey sospechaba que sus correrías llegaban a los medios de comunicación por el propio conde de Latores. De ahí que fuera don Juan Carlos I quien lo despidió por filtrar cosas. Sabino sabía muchos secretos, una de las frases más divertidas que soltó fue cuando le preguntaron: «¿Pero la reina sabe las aventuras amorosas de don Juan Carlos?». Y Sabino contestó «no sabe si es una y muy paseada o son muchas».
La foto de Botsuana, el último mazazo a Casa Real
No es ninguna falacia si afirmamos con rotundidad que el 14 de abril es un día negro en el calendario personal de la vida de Juan Carlos de Borbón. Primero como rey, pues aquel día de primavera hace ahora 87 años se instauró en España la II República. El caprichoso destino quiso que el espacio-tiempo aunaran fuerzas para que 81 años después de aquel momento, el 14 de abril de 2012, se destapase el escándalo definitivo sobre el Rey Juan Carlos I de España:
“Su Majestad el Rey ha sido intervenido quirúrgicamente de su cadera esta madrugada en el Hospital USP San José (Madrid) por el Dr. Ángel Villamor”, comenzaba el comunicado oficial de la Casa del Rey. «Don Juan Carlos había sufrido una fractura en tres fragmentos de la cadera derecha, asociada a artrosis de dicha articulación. Se ha realizado una reconstrucción de los fragmentos de la fractura femoral, colocándose en el mismo acto quirúrgico una prótesis de cadera. Su Majestad el Rey ingresó anoche en el citado hospital a su regreso de un viaje privado a Botsuana, donde se dañó la cadera en una caída accidental».
El culo real
No iba a ser esta, ni mucho menos, una de esas famosas fotos que «viven en un cajón». Puede que sí en un cajón dentro de las revistas de tirada nacional, pero nada de eso respecto a las publicaciones extranjeras. Fue precisamente la revista italiana Novella 2000 la que se atrevió a publicar a toda página la fotografía de don Juan Carlos I desnudo en la cubierta del Fortuna, su niño mimado.
Según apuntan algunas fuentes, habría sido Sabino Fernández Campos, su mano derecha entonces, quien dio el chivatazo para que se filtrase tal documento gráfico. El objetivo no era dañar la imagen del Rey ni deteriorar a la Corona sino todo lo contrario. Fernández Campo intentaba hacer reflexionar al Rey de España exponiendo públicamente sus escándalos. A este respecto, el clásico escritor Paco Umbral dedicó unas letras: «Un culo heráldico siempre vende más en la prensa del corazón y de los culos que un culo republicano, socialista, rojo, hortera, democristiano o del Opus, por más que los democristianos y el Opus no tienen culo, que el culo es grave pecado».
«No volverá a ocurrir»
Ni el orgullo Borbón, ni la posición dinástica de superioridad. No había excusa para no salir ante los medios de comunicación después de su operación de cadera, apenas quince segundos y emitir las diez palabras que tenía pactadas con sus hombres de confianza. Por supuesto que don Juan Carlos no pisó con fuerza esa pequeña sala de prensa. Lo hizo con muletas y no estaba ese perdón fundamentado en la pillada furtiva con su amiga Corinna.
En aquel entonces, el Rey asumió su culpa porque se escapó a hurtadillas para disfrutar de una jornada de caza en África mientras España vivía sumida en el peor año de su última crisis económica: «Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir«. De su boca salieron once palabras cuando en realidad se pactaron diez. En ningún caso se había contemplado la posibilidad de que el rey dijese «mucho» después del «lo siento». Ni mucho menos.
Juan Carlos I, de cuñadeo
Pero si hay una foto reciente que ha avergonzado profundamente a la Casa Real y que incluso ha llegado a romper relaciones ha sido la del rey Juan Carlos I comiendo paella con Bertín Osborne y Arévalo. La foto, a priori, carece de importancia. Es la imagen de un grupo de amigos disfrutando de un día de campo, una buena comida, y probablemente lo mejor habría sido la conversación de la sobremesa.
No obstante, la fotografía fue posteada por el humorista Arévalo. El lugar no era otro que la casa de Bertín Osborne, que, pese a ser una de las más famosas de España, se mostró absolutamente en contra de la decisión del veterano actor. La acción llevada a cabo por Arévalo rompió temporalmente su amistad con Bertín, precisamente porque el cantante de rancheras tuvo que dar la cara ante ciertos miembros de Casa Real. En la instantánea, además de los propios Bertín Osborne y Arévalo, aparecen las hijas de Bertín Osborne y la hija de don Juan Carlos, la infanta Elena.